Cómplices

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Maikoll

Seis semanas desde que discuti con papá Bowen y aunque me duele, por que lo quiero como un padre, primero siempre estará ella... desde que llegamos aquí el sabia que primero estaba ella y siempre va a estar ella.

El creer en el embarazo, ha dejado de ser una sospecha, para parecer real, pues aun no me ha dicho que sea lo contrario, siento como se levanta mi esposa y comienza a llorar nuevamente, me levanto y simplemente la abrazo.

-Calmate amor... no llores más, descanza-Digo.

-No se que hacer...- reconoce mientras llora- no me llega el periodo, pero tampoco tengo más sintomas.

-Que más síntoma quieres cielo- dije para luego comenzar a regar besos de su cuello a su hombro, logrando que ella se relaje.- Es más han pasado ya seis semanas, ho iremos a que te hagas una prueba.

Ella no responde, veo como camina a la puerta.

-No reina, ve a vestirte... yo hare el desayuno- aviso y salgo de la habitación. Llego a la cocina y comienzo a preprar desayuno para todos.

Después de la discusión con papá Bowen, decidi cumplir lo prometido a mi esposa, sacarla de esa casa, 3 dias después nos mudamos todos, si digo todos porque están nuestros amigos con nosotros, pero no están ni neni, supuesto castigo de papá Bowen, sin embargo aun tenemos trabajo, pues el no ha ido a la empresa y han solicitado nuestra presencia, estas ultimas 5 semanas nos hemos encargado solos de la empresa.

Siento llegar alguien a mi espalda.

-¿Te ayudo en algo?-Pregunta mi hermano.

-Si puedes- digo y señalo todo lo que aun falta por preparar, pues estamos haciendo pasteles para desayuno.

-Huele demasiado rico aquí- dice gina.

Me giro y tomo un plato y coloco psteles, mientras mi hermano le sirve jugo.

-Toma gordita, alimenta a mini mujeriego- digo causando que ria.

-yo quiero- dice Steffy. Hacemos el mismo procedimiento y sirvo su comida.

-Mini amargado necesita comer- sonrio y ella comienza a reir.

-Ojala y no se asi, porque lloro- dice y veo como se come la omida que he preparado.

De igual forma comienzan a llegar todos a la cocina y la utima en bajar es mi esposa, ella que se encuentra entre molesta y feliz, se sienta a comer en silencio.

-Chicos hora de irnos a trabajar - anuncia Brawen.

-Yo acompañare a Lia al medico- avise.

-¿Aun nada?- pregunto Anne- y ambos negamos con la cabeza.

-Bueno los vemos en un rato- dijo Maswell, para luego despedirnos de todos.

Tome nuestro auto y comencé el camino al ginecólogo. Al llegar anunciamos nuestra llegada y luego de 30 minutos fuimos atendidos.

Al entrar vi a hombre de unos 30 años ¿Él rebisara a mi esposa?- lo vi señalarle a Lia la camilla con varios aparatos extraños a mi conocimientos.

-¿desde hace cuanto no llega tu periodo?-Pregunto el doctor.

- 8 semanas.

-¿Tiene algún método anticonceptivo?

-Si pero me descuide por tres días

-Perfecto comencemos- dice él.

Veo como le ordena Lia cambiarse por una bata que muestra todo y la hace sentarse en la camilla, cubre un aparato con un guante y veo como lo intrudice, en la intimidad de mi esposa y siento ganas de golpearlo po tocar y ver esa parte de su cuerpo.