Matar o Morir. [Klaine]

Capítulo 2

Capítulo 2: "Conociendo a Sam Evans y la pelea".

—¿En donde has estado durante todo este tiempo?— susurró Kurt en el pecho de su hermano.

—Buscándote.— susurró de vuelta.

Pudieron escuchar los murmullos de los demás integrantes del grupo a sus espaldas. Quinn Fabray tenía los ojos llorosos y las manos sobre la cara enrojecida. Estaba feliz por sus dos amigos, en especial de Finn puesto que el mencionado creía que su hermano ya había sido cruelmente devorado por los zombies.

—Pensé que jamás volvería a encontrarte.— el de ojos azules abrazó aún más a su hermano y escondió su rostro lloroso en el cuello del mayor.

—Jamás dejaría de buscarte. Aún estuvieras muerto yo te buscaría hasta encontrarte.— Finn se dejó abrazar por su hermano menor manteniendo una firme sonrisa en su rostro.

Habían estado buscando su mitad y por fin la habían encontrado. Las piezas se habían unido nuevamente.

—No quiero arruinar nada pero... ¿Qué está pasando aquí?— Sugar fue golpeada levemente en el hombro por una chica castaña de puntas onduladas—. Auch, Marley.

—Cállate, deja que disfruten el momento.— se escuchó musitar a la chica de ondas en las puntas.

Los dos hermanos se separaron y se miraron sonriendo a la cara. Se sobaron los hombros y Quinn sonrió más abiertamente. Pero atrás había una chica de estatura baja, cabello con un flequillo y nariz un poco grande mirando la escena algo molesta. No sabía que estaba pasando y quería respuestas a sus dudas. ¿Acaso Finn, el amor de su vida el cual jamás le ha correspondido su amor secreto, era gay? Eso no podía ser.

—¿Qué está pasando aquí? Creo que estoy muy confundida.— dijo la castaña saliendo se su "escondite".

—Son hermanos.— la rubia de ojos verdes miró a la de baja estatura con una mueca. No dejaría que arruinara el bello momento por sus estupideces.

La chica del flequillo pareció tranquilizarse, ya que había dejado escapar el aire que estaba retenido hasta en ese momento en sus pulmones. Aún así siguió mirando a los dos familiares un poco desconfiada. No quería ser paranoica -bueno, más- pero tenía miedo de que alguien intentara quitarle a su Finn -aunque él jamás le había correspondido su amor y por supuesto, ella no se lo había confesado aún-.

—¿Y cómo por qué no sabía yo eso?

—Cállate idiota, sabes que no eres nada para Finn. Y aún así lo fueras, él jamás te lo hubiera dicho.

—Santana.— rió Quinn advirtiéndole de todos modos.

La pareja de hermanos se ayudaron mutuamente para levantarse del suelo con un brazo pasándole por detrás del cuello. Los dos rieron lentamente quitándose las lágrimas de debajo de sus ojos rojos y suspiraron al mismo tiempo.

—Que emotivo.— rompió Blaine con el silencio—. Lloré.

Finn le hizo una mueca graciosa y después le sonrió agradecido—. Gracias por aceptar a mi hermano dentro del grupo.

—Espero que sea tan bueno como aquella parejita promete.— señaló a Sugar y a Rory, quienes se sonrojaron mirándose la cara.

—Apuesto a que sí.— Finn volvió a mirar a su hermano.

La de baja estatura miró a los dos con los labios apretados. Debía hacer algo rápido para llamar la atención de su chico y que estuviera puesta en ella. Dio un paso al frente bajo la mirada algo cansada de Santana y la mueca de Quinn Fabray.