Matar o Morir. [Klaine]

Capítulo 3

**NARRACIONES CAMBIADAS A PRIMERA PERSONA**.

Capítulo 3: "¿Por qué tuviste que morir de esa forma?".

Kurt

—¿Vas a decirme qué vamos a hacer ahora? —Sam se paró justo a mi lado, sujetando un Ak47.

—"¿Qué vamos a hacer?" Nada, vamos a esperar como nuestra vida termina siendo devorados.

—O hasta que Blaine nos mate.

—Y luego nos devore —dije.

Sam sonrió de lado y se arremangó la camisa de cuadros hasta los antebrazos. Su cabello rubio se movió a un lado producto del aire caliente presente y le cubrió gran parte de la frente y los ojos. Se acomodó el cabello en su lugar y dejó la pistola en su cinturón de cuero café sujetado a la cintura de su pantalón.

—Creo que sí nos pasamos, nuevo.

Sonreí de lado.

—¿Qué más da? Fue divertido, ¿o no? Nos desquitamos con él, y eso es lo más importante de todo —dije mientras lo miraba.

—Pero... ¿A qué costo? Blaine nos va a echar alguno de estos días. Tal vez tú tengas permanencia por Finn, pero ¿y yo qué? Ya me conoce como un disque violador. Eso solo me da más puntos para echarme de una patada en el culo de aquí.

—Blaine no va a echarte porque él sabe que te necesita aquí. Eres de los más fuertes, al igual que yo.

—Todos somos remplazables —hizo una pausa—. Hasta tú.

—Bueno, dudo mucho que Blaine quiera reemplazarnos así de fácil. No es para nada sencillo encontrar a personas dispuestas como nosotros. Hoy en día, ni siquiera se encuentra gente viva.

Sam asintió y sin dar aviso, nos golpeó una ráfaga de viento frío. Los dos temblamos y visualicé a lo lejos, una gran horda de zombies que se acercaba cada vez más a nosotros de manera peligrosa. De inmediato, Sam y yo nos tiramos el uno al otro corriendo de vuelta hacia el campamento.

—¡Hola chicos! Rachel pasó a nuestro lado corriendo hacia un lugar específico, sin darse cuenta de la gran horda que se acercaba.

—¡Rachel! ¡Rachel, regresa con nosotros! —Le grité.

—¿Qué? ¡No puedo oírlos chicos! Ahorita me lo dicen.

—¡Noooo! ¡La putaaaa! ¡ven acá! —Las venas del cuello de Sam se exaltaron.

—¡Qué! ¿quién siempre está? —Rachel ladeó la cabeza.

Un zombie la sujetó de los hombros dispuesto a morderla en el cuello. Ella chilló, sin embargo, la cabeza del muerto explotó y la sangre y partes de la cabeza quedaron esparcidos en todo su cabello y rostro.

—¡Ahhhhhhh! —Rachel grita horrorizada.

Sam y yo giramos nuestra cabeza. ¡Oh sorpresa! Quinn sujetaba el arma con una mirada llena de valor. Del cañón, el humo salía y se mezclaba con el viento frío que golpeaba.

—¡Traigan a la cotorra! —Quinn ordena.

Sujetamos a Rachel por debajo de las axilas, ella no respondía para nada, estaba en un trance mental muy grave. La cargamos entre los dos y la llevamos de regreso al campamento, mientras Quinn disparaba junto a Brittany a algunos de los zombies que más próximos estaban.