Virtuosa

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Me levanté muy temprano por la mañana antes de que saliera el sol con la esperanza de poder ser la primera en llegar a la mesa.

Me puse un lindo vestido verde claro, que combinaban con mis ojos y mi cabello negro resaltaba aún más.

Alicia llevaba un vestido rosa que la hacía ver bastante linda, sonreí levemente y la saludé para encontrarme frente a mí a Thompson y Jean Paul.

Alicia comenta en la mesa acerca de un hombre extraño dentro del campus, aparentemente, el guardia había sido atraído por los perros cerca de un árbol.

Sin embargo, los perros huyeron despavoridos al estar a un metro de él, el celador se llenó de temor al verlo de espalda y se fue.

Tomé un sorbo de leche y pregunté:—¿Quién crees que fue?

—No lo sé, pero no es la primera vez que pasa.

—¿Cómo así?

—Mi padre lleva siendo decano muy poco tiempo, pero ha escuchado a las empleadas que un hombre extraño siempre toca debajo de un árbol a las doce de la noche.

Un escalofrío recorrió mi espalda ¿Qué clase de hombre hace eso? Quería seguir escuchando, aunque, Alicia guarda silencio al ver a su padre llegar.

Ludwig parecía interesado en seguir escuchando la historia de Alicia, el Sr. Arango da la orden de poder comer el desayuno.

Jean Paul bromea un poco con Alicia, ella se torna seria al ver a su padre al lado al igual que el resto en la mesa.

El desayuno transcurrió normal, sin embargo, una pregunta del profesor Arango me dejó extrañada.

—Srta. Rogue ¿Qué melodía escuchó ayer?

—Sólo era el viento.

—El Sr. Fantin me dijo que tenía un oído prodigioso, si pudiese podría hasta escuchar la caída de un clavo.

—No sabía que tenía tantas buenas referencias del Sr. Fantin...La verdad si tengo un buen oído demasiado para mi gusto.

—Teniendo en cuenta que posee una gran modestia ¿Podría interpretar aquella pieza que escuchó?

—La verdad no escuché pieza alguna sólo un sonido un tanto extraño.

Mi respuesta parece no haberle gustado al Sr. Arango quién nos da quince minutos para terminar el desayuno y dirigirnos a la primera clase.

Quince minutos más tarde...

El Sr. Arango nos presenta a nuestro maestro Luis Fernando Ossa, uno de los violinista más reconocidos en España y gran parte de Europa.

Él junto a César Aristizábal, director de la orquesta sinfónica de Madrid decidió darnos clase por este año a todos para prepararnos en las festividades que se darán en España.

Así mismo, querían conocer al mejor de todos, esto era más una competencia que cualquier otra cosa.

El Sr. Aristizábal me miró y dijo:—Las damas primeros.

Tragué hondo y dije que tocaría Valse Sentimentale de Tchaïkovski, empecé a tocar, sin embargo, me detienen a los dos minutos para hacerme tocar una pieza.

—He escuchado que tiene un oído excepcional, así que, quisiera que tocará algo de tu autoría.

—No tengo nada en el momento, señor.

—¿Ustedes saben las razones de su presencia aquí?

Todos guardan silencio y el maestro Ossa dice:—Sabemos que tocan ese tipo de piezas, en todos los conservatorios se les pide practicar con ellas.

Sonata de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora