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     Park Jimin logró hacerse un hueco para navegar en las redes sociales. Deseaba leer a sus fans. Las extrañaba a todo momento, a cada instante. ¡Amor a larga distancia! ¿Quién dijo qué esos tipos de amores no duran?

    Su mirada fue entusiasta al entrar en el twitter oficial de BTS. Millones de notificaciones cayeron. Habían palabras de aliento, millones de imagenes graciosas, hashtag de votaciones, agradecimientos a los chicos; al bajar el mouse para leer, encontraba otros miles de comentarios, de todas partes del mundo y en diferentes idiomas. Por supuesto, sólo podía entender las que estaban en coreano. Eso le generaba tristeza. 

     ¡Cuánto quiso poder entenderlas a todas! 

      Pensó en postear una nueva entrada, antes de hacerlo, algo capturó su atención. Comentaban sobre el ship de Yoonmin. Es decir, él y Yoongi como una probable pareja. Demasiado improbable para él.

     —¿Yoon... Min? —repitió en voz alta.

     Pestañeó de manera ingenua, supo a lo que se referían pero siempre le avergonzaba las extrañas ideas de las fanáticas. Igualmente, admiraba la pasión y la dedicación que les entregaban a todos pero, entre ellos mantienen una amistad y hermandad irrompible, ¿por qué verlo cómo una relación amorosa? Fue díficil para él entenderlo e igual, lo respetó prudente. Torció el gesto, algo inseguro de verlo, sin embargo, de algún modo la curiosidad lo llevó a descubrir y conocer a fondo.

   —Ah... ¿Qué es esto? 

   Observó un dibujo de él y Yoongi abrazados.

   —¡Que talento! —exclamó feliz al ver imágenes similares. 

     Hasta que dio con un link que lo redirigía a un fanfiction en Wattpad; decidió entrar, sin duda podría ser interesante.

    La gran mayoría eran sobre BTS. Sus ojos se agrandaron de sorpresa al contemplar la cantidad, allí eran los «ships oficiales», primordialmente la de él y Yoon Gi.

    Cliqueó en una, emocionado por la nueva lectura. La portada parecía atractiva, aunque no entendiera por dónde debería comenzar, iba a darle una oportunidad.

     Las primeras líneas fueron suficientes para cautivarlo, su corazón desbordaba, bombeó rápido por culpa de aquella lectura prohibida. Una risita de nervios se le escapó. Era una experiencia que le daba escalofríos y cosquilleos en la barriga.

    Sin razón y motivo, le agradó lo que vio no obstante, pensó que emparejarse con su amigo debería quedarse en la ficción.  Al notar que llegó a las últimas líneas del primer capítulo, comenzó a ponerse rojo.

    ¡Había una escena de beso caliente!

    Literalmente, la escritura decía: «Suga tomó posesivamente a Ji Min, lo acorraló contra la pared y como nadie los observó, devoró sus labios con frenesí. La locura de poseerlo aceleró sus emociones.

    Sus sienes palpitaban, algo entre sus pantalones también creció. Necesitaba con urgencia saciar su sed. Se preguntó: ¿Por qué el rubio lo volvía loco, al punto de convertirlo en un animal irracional?»

    ¿Tan pronto se besaron? ¿Qué pasó con la inocencia y la timidez? 

   —¡Oh, por Dios! —bramó, rojo hasta las orejas.

    Apartó la mirada de la pantalla, se tapó el rostro avergonzado, sin poder concebir que la clase de mente perversa había escrito semejante obra. ¿Cómo era el nombre de esa autora? ¿Ivanna Amethyst? ¡Que bochorno!

    ¡¿Qué clase de contenido leen las Armys?! ¡Ellas deben estudiar!, pensó alarmado, ¡y ser buenas chicas! Bueno, Ji Min inocente no lo era del todo, cuestión que admitió en sus pensamientos. Nunca en voz alta.

   Tan ensimismado estuvo, que jamás se dio cuenta de que alguien entró a su dormitorio.

  —¿Qué lees?

    La pregunta de Tae Hyung, obligó a Ji Min a bajar la pestaña de inmediato. Sus manitos temblaron, apenas logró gesticular con coherencia. Era la primera vez que leyó algo tan salvaje, ¡y lo pillaron para su desgracia!

     En blanco, tartamudeó:
    —Yo leía...

    ¿Qué diablos leía?

    Ni él podía creerlo aún y comenzó a reírse incómodo.

   —¿Qué? —Los ojos de su mayor parecían serios, estudiosos.

    Afortunadamente, logró contestarle:
     —Leyendas urbanas de Tailandia, eso.

   —¡Suena genial! ¿No te da miedo?

    Si se refería a una gran cantidad de mujeres cuestionando su hombría, sí, le daba mucho miedo. Asintió con una sonrisa cálida y los ojos de TaeHyung revelaron una curiosidad mórbida.

     —Oh, tengo que irme hyung, luego me cuentas, ¿de acuerdo? ¡Adiós!

     Suspiró aliviado al verlo marcharse. Deberá tener cuidado la próxima vez. Masajeó su cuello para distenderse.

     —Eso estuvo cerca... ¿Qué haré ahora? —Se cuestionó a sí mismo en voz alta.

    Volvió a admirar la página, y por si acaso, volteó a sus lados para cerciorarse de que otro miembro no se acercaba y husmeaba en su espacio. Una pequeña gota de sudor resbaló por su sien y se la limpió, fue entonces que se le ocurrió molestar a su compañero para conocer su opinión.

    Saltó de su asiento y corrió a buscarlo. 

     ¡Debe estar en su habitación!

NOTAS.

( 1 ) Los fragmentos del fanfic que leyó Ji Min, no es de ninguno en particular. Es un inceptionfic. 

ESTO NO ES UN YOONMIN 〔1〕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora