RELATOS OSCUROS

Luces y Sombras

Estoy caminando en la calle concurrida, y ya no siento mis pies. Solo un paso más, solo uno, me digo mientras trato de no caerme en la acera. Siento que miles de sombras me siguen, pero trato de relajarme pensando que no existen. Aun que ¿cómo podrían no existir, si las siento tan profundamente dentro de mí?

Tal vez si cierro los ojos, tal vez si permitiera detenerme un momento y enfocarme, solo entonces las sombras desaparecerían. - No, eso no funcionaría- Si me detengo, si dejo de intentarlo, es cuando las sombras me alcanzarán fácilmente.

Debo luchar, debo asustarlas, y si soy lo suficientemente fuerte como para hacer eso, entonces se irán. Si soy capaz de no tener miedo, entonces no podrán herirme.

Comienzo a darme la vuelta, alimentándome de la valentía que crece en mí, y cuando ya estoy frente a ellas -las sombras, los miedos que me atormentan todos los días-, quedo paralizado. Son demasiadas, y me hablan en mi mente, enviándome imágenes de mis pesadillas más oscuras y temidas.

Pero de pronto, un punto de luz en la densa oscuridad. Demasiado pequeño, demasiado translúcido, aún así, real, al menos tanto como las sombras lo son.

Trato de alcanzarlo, lucho por apartar de mi mente las tinieblas y noto como me abro camino mientras ese pequeño punto se va haciendo más y más grande, hasta que recobro la cordura y me noto caer, y mire a donde mire, solo veo luz, luz cegadora, luz pura, no queda nada más, el mundo se ha consumido, ha desparecido, he desaparecido, ya no soy nada, no soy nadie,

- ¿Dónde están?-

Mis pensamientos...