Bailarina #18

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 Me volteo  y ella esta parada a pocos pasos de mi, me ve de arriba a abajo y sonríe, pero es esa clase de sonrisa siniestra, que da escalofríos.

-Tambien es un placer verte Rachel...

-Nunca dije que fuera un placer verte. Pero si es una desagradable sorpresa, ¿que haces por aquí? Es decir, desapareciste.

-Vine a mis clases...- Me volteo y sigo guardando mis cosas.

-Y dime. ¿Donde estuviste? Porque todo este tiempo yo te he estado reemplazando, quieren que yo haga de primera bailarina. Hasta me han dicho que soy mejor que tu.- Puedo sentir su sonrisa de grandeza a mis espaldas.

 Me doy la vuelta y ella solo me ve. Me acerco y la miro directo a los ojos.

-Número uno, no es tu asunto donde he estado y número dos, tu lo has dicho "me has estado reemplazando" y nada más. Pero adivina, he vuelto Rachel.- Su sonrisa se desvaneció y se convirtió en una mueca de rabia y odio.

-¡Tu no decides quien es mejor!

-Tu tampoco.

 Entonces me empuja lejos de ella. Me golpeo fuertemente la cabeza contra la pared y ella se coloca frente a mi.

-Ni se te ocurra pasar de nuevo por aquí, porque tendrás muchos problemas. Me he estado matando casi toda mi vida para que una imbécil como tú llegue y me quite todo por lo que he estado trabajando ¡NO! ¡No te quiero ver nunca más en esta academia!

-Entonces cierra los ojos.- Me muevo de ahí y voy directo a el baño.

-¡Desgraciada!

Y cierro la puerta justo luego de escuchar esa palabra.

No llores, no dejes que se de cuenta que te hirió, se tan fría y seca como al momento de hablarle, se lo que ella te dijo, se desgraciada, ¡pero la peor de todas! Que te de igual, desecha los sentimientos.

Me veo en el espejo.

-¡¿Quien me esta hablando?!- Mis ojos están cristalizados.

 Soy tú, déjame salir... ¡Deja de fingir y se como realmente eres!

Siento una lagrima recorrer mi mejilla, la quito rápidamente. Sigo viendo mi reflejo, veo directamente mis ojos.

-No.

Me cambio la ropa, saco mi teléfono y auriculares, pongo música. Cuando salgo están muchas chicas cambiándose o poniéndose zapatillas. La mayoría me ve hasta que salgo de ahí a toda velocidad, pero ninguna me habla o saluda. Es normal.

Salgo de la academia y nadie me dice nada más. Paso como un fantasma entre la gente. Mi mente esta en blanco pero a la vez esta repleta de pensamientos, mis ojos se cristalizan otra vez. Cuando me doy cuenta estoy frente a mi casa, realmente no quiero estar allí. Sigo caminando hasta encontrarme con un pequeño parque, hay pocas personas.

Veo a mi alrededor, veo unos columpios y me siento en uno de ellos. Me quedo en el mismo lugar, llorando hasta que oscurece. Seco mis lagrimas y me levanto. Empiezo a caminar devuelta a ese lugar que se supone es mi casa.

Al llegar, escucho a alguien muy molesto gritando. Veo por la ventana y veo a quien menos quisiera ver. Mi padre. Mis ojos se abren mucho.

-Demonios...- susurro para mi misma. Me quedo justo ahí parada escuchando lo que le dice a mi abuela.

-¿Donde esta mi hija? ¡He venido por ella!

-¡No te la llevaras! ¡No estuviste en toda su vida y piensas que te la llevaras justo ahora!?

-Tu no cuidas bien de ella, ¡conmigo tendrá todo lo que desee!

 Entonces, lo pienso... El seguro no me hará trabajar, cuidará bien de mi...

¡No lo conoces!

¿Que es lo peor que podría suceder?

Entonces salgo de mi escondite y entro en la casa. Ambos me ve fijamente. Mi padre está sorprendido y se mueve rápidamente hacia mi, me abraza. Y puedo oler su perfume, pero me paralizo, no se como reaccionar a ese abrazo. Me suelta y me ve a los ojos.

-Eres hermosa Sara.- Es lo primero que me dice.

-Y-yo... Iré por mis cosas...- Me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

-Bien.

 Veo a mi abuela a los ojos, esta furiosa.

-Tu estúpida sirvienta se va, y no me vas a detener.

Ella solo me ve, sabe que perdió. Subo corriendo las escaleras y meto mi poca ropa en un bolso, mis zapatos en otro, mis zapatillas y cosas del ballet también. Tomo mi bolso del instituto que tiene todos los cuadernos y libros dentro, todo lo hago frenéticamente, mis manos tiemblan y sobre mi sonrisa caen lagrimas. 

¡Quizá esto sea bueno! ¡Quizá acabo de salir del infierno! ¡Quizá todo vaya para mejor ahora!

Se me escapa una carcajada, ¡Esto es increible!

Cuando termino de guardar mis cosas, bajo las escaleras y el esta en la puerta.

-¿Lista?- Sonríe

-Mas que lista- Sonrío 

Bajo las escaleras y el me ayuda con mis cosas. Las lleva a su auto y me abre la puerta del mismo. Volteo a ver esa casa, y una lagrima pasa por mi mejilla. No quiero volver jamas.

Entro al auto y cierra la puerta detrás de mi, él entra en el auto y me dedica otra sonrisa.

-Ya estarás bien hija.

Enciende el auto y empezamos a rodar, miro por la ventana y pienso en todo lo ocurrido. ¿Quizá sea un nuevo comienzo? Sonrío ante esa idea.

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¡Un cap largo! Creo que me inspire xd

Bailarina SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora