Bajo la Máscara

Participante Nº 16: ¡G-Dragon!

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"Sueña lo que quieras soñar; ve a donde quieras ir; sé lo que quieras ser; porque tienes tan solo una vida y una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer."

La mirada expectante de todos continuaba sobre mí cuando finalmente me decidí a dar una respuesta.

-Mmm lo siento... ya dije que no voy a dedicarme a la música -hablé finalmente.

-¿Estás seguro? -Parecía desilusionado.

Asentí con firmeza. Amaba cantar más que a nada pero mi madre jamás permitiría que siguiera esa carrera. Ella soñaba con que fuera un empresario, y no un músico frustrado como papá, que nunca llegó a nada en su vida -según decía ella-. Sin mencionar el hecho de que nunca jamás había cantado frente a nadie que no fuera uno de mis amigos.

-¡¿Qué dices, hyung?! -SeungRi me zarandeó por los hombros-. Discúlpelo señor, él no sabe lo que está hablando. ¡Por supuesto que acepta!

-Déjame maknae -Me solté-. Ya he dicho que no.

-JiYong-ah... deberías aceptar -Me decía YoungBae-. Estas oportunidades no se presentan dos veces.

-Lo sé Bae, pero ya me decidí y es un no -respondí amargamente.

El productor lucía contrariado.

-Está bien, hagamos esto... dejaré que lo pienses y mañana me darás tu respuesta definitiva ¿de acuerdo? Toma, esta es mi tarjeta -Me extendió un pequeño papel-. Si cambias de opinión llámame, pero asegúrate que sea mucho antes de las nueve de la noche, que es cuando comienza el show.

Eso no iba a pasar pero acepte la tarjeta de todas formas.

-Muchas gracias señor. Él lo llamará, se lo aseguramos -le decía SeungRi.

El hombre se despidió y nosotros lo saludamos con una reverencia. No pasaron ni dos segundos desde que el productor desapareció y mis amigos ya estaban sobre mí, regañándome por haber rechazado la propuesta.

-No puedo creerlo, Ji. Siempre estás diciendo lo mucho que te apasiona cantar y que la música es tu vida, pero se te presenta una oportunidad como ésta y la desperdicias... ¿En qué piensas? ¿Estás loco? -hablaba YoungBae mirándome con el ceño fruncido.

-¡Ya basta chicos! Saben que no puedo presentarme. Mi madre jamás me dejaría subirme a un escenario.

-Nosotros la convenceremos, hyung -habló el rubio.

-Sí, JiYong hyung. Sólo deja que yo hable con ella y en menos de dos minutos cambiará de opinión -agregó el maknae en tono decidido.

Me reí con amargura.

-Casi parece que no la conocen. Saben que ni siquiera le gusta que escuche música en mi cuarto ¿cómo esperan que me deje participar en un show de talento?

Pero no importaba cuanto seguía negándome, ellos continuaban regañándome por mi decisión, incluso cuando volvimos a la casa de TaeYang. Una vez que los dos menores se fueron, fue YoungBae el encargado de hablarme una y otra vez para convencerme. Sabía que tenían razón, un ofrecimiento como ese no se repetiría dos veces. Pero de verdad no podía.

-JiYong... -volvió a comenzar mi mejor amigo, una vez que ya estábamos recostados en su cama para dormir.

-Bae, basta -le pedí en tono cansado-. ¿Cuántas veces tengo que decirlo? Mi madre...