Capítulo 4: "Volviendo A Casa"

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Ha pasado un largo tiempo desde mi accidente, el doctor dice que me recupere bastante rápido, comparado a otros pacientes.

Era lunes, estaba tomando mi desayuno, hasta que llego el doctor a mi habitación.

- Le traigo buenas noticias .- Lo miré.

Él estaba a punto de hablar cuando veo a Mariela corriendo hacia la habitación.

- ¡¡TE VAS A CASA!!.- Gritó entusiasmada.

No sabía que decir.- Miré al doctor.- ¿Mariela no debía estar trabajando? En fin, me agrada la idea que esté aquí.

¿Es una clase de broma?.- Al estar tanto tiempo aquí, me hice muchos amigos y tener que irme me entristecía un poco.

No te ves muy entusiasmado Gabriel.- Dijo el Doctor.

No dije nada.

¡Vamos a guardar tus cosas para irnos! .- Se veía el entusiasmo en la cara de Mariela.

Cuando Mariela y yo terminamos de empacar, fuí a despedirme de el mejor amigo que tuve ahí. Los doctores le dijeron que no sabían como poder ayudarlo, solo quedaba rezar y esperar.
Él tenía una hija de 10 años, era adorable, su madre habia muerto cuando ella nació, y ahora la muerte de su padre, para ella sería fatal.

Habían dos doctores hablando con el, cuando salieron, entré y vi que lloraba.

- ¿Qué sucede Carlo?.- Seguía llorando.

- Voy a morir.- Me puse nervioso.

- No hables bobadas.- Me miró

- Los doctores me lo acaban de decir, no pasaré esta semana.- Corrieron algunas lágrimas por mi cara.

Lo abrazé.

Luego de unos minutos vuelve a hablar.

- Quiero pedirte algo.- Lo miré fijo.

- Haré lo que pueda para ayudarte.- Me sonrió -.

- Quiero que te hagas cargo de mi hija.- Quedé asombrado.- No conozco a ninguna otra persona que sea como tu, ella no tiene más familia que yo, y sería horrendo un orfanato, todos saben lo que sucede ahi.

Y yo lo sabía perfectamente, estar ahí, era un castigo, y para una niña tan pequeña e inocente como ella sería aun peor.

- No se que decirte.- Miró sus manos.

- Por favor.- dijo.

- Mañana regresaré y te diré, necesito hablarlo con Mariela.- Él lloraba.

- Está bien.

Después de unos minutos me despedí de él, asi como de todos las otras personas que se volvieron parte importante en mi.

Cuando salimos del hospital ya era bastante tarde, quizá eran las 19:00 o 20:00 hrs.

Cuando ibamos en el auto, de regreso a casa, todo era extraño, ninguno de los dos tenía palabras que decir.

Estuvimos casi todo el camino así.

Tenía una sensación rara, estar todo ese tiempo dentro olvide como era afuera.

- ¿Estas bien?.- Preguntó ella.

- Si, si.- Miré hacia afuera.

- ¿Seguro? Te noto algo extraño.- No respondí.- Si quieres podemos regresar el hospital sigue abierto y de seguro te atenderán.

- No es nada de eso, tranquila.- Paró el auto, habíamos llegado.

Me bajé del auto, baje mis cosas y entré.

Me dirigí al que era mi cuarto y ordené mis cosas.

Me senté a la orilla de la cama y me quede pensando en lo que me dijo Carlo, ¿Qué se supone que le diría a Carlo si Mariela no aceptaba su propuesta?

*Toc toc*
Golpearon a mi puerta.

- Adelante.- Entra Mariela.- ¿Qué sucede?

- Venía a ver si necesitabas ayuda con tus cosas.

- No gracias.- Me quedé mirandola por unos segundos.- Necesito hablarte sobre algo.

- ¿Qué es?.- Dijo pensativa, Mariela.

- ¿Recuerdas a Carlo?.- Miró el piso.

Tardó unos segundos en responder.

- Si, ¿sucede algo con el?.- Me miró.

Luego de unos aburridos e infinitos minutos de silencio...

- ¿Recuerdas a su hija? .- Mire hacia el piso -.

- Si, por supuesto .- La miré -. Sophia se llamaba, no?

- Resulta que Carlo, no tiene quien la cuide .- Me miró -. Y a el no le queda mas de una semana de vida...

- Gabriel .- Me interrumpió -. Si lo que quieres, es adoptarla, tu tendrás que cuidarla, comprarle lo que necesite y lo demas .- Me miró fijo -. Me gustaría poder ayudarte en eso, pero lo que gano en mi trabajo, no es suficiente para tres personas...

Nos invadió un silencio, un horrible e incómodo silencio...

- Esta bien .- No sabía que hacer -. Necesito pensar, ¿podrías dejarme solo?

- Bueno... Buenas noches, descansa...

No dije nada, solo apagué la luz...

Al dia siguiente, decidí visitar a Carlo y darle mi respuesta, a pesar que aun estaba inseguro, sobre que decirle.

Al llegar sólo pasé a su sala, estaba concentrado solo en eso y las señoritas, ya me conocían asi que verme caminar por el hospital, no les causaba problema.

- Hola, Carlo!

- Hola .- Sonreía.

- ¿Cómo estas? .- Lo miré.

- Bien bien, gracias .- Hubieron segundos eternos de silencio -.

No sabía que decirle, aun tenía dudas sobre mi respuesta, me estaba arrepintiendo de haber llegado ahí, pero nada más podía hacer...

- ¿Y pensaste lo que te dije ayer? .- Me miró, sonriendo.

- Si, demasiado.

- Y...? ¿Qué dices?

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• Quizá siga escribiendo seguido uwu

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2019 ⏰

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