Capítulo 2: "Retorno A La Vida"

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Entonces ibamos camino a casa de la señorita que cambio mi pensar, la que salvo esta inútil vida.

- ¿Y cuál es su nombre?.- Me dijo mirando la carretera.

- Gabriel.- Dije con nervios.

- Lindo nombre.- Dijo mirándome de reojos.

No respondí.

- Yo soy Mariela.- Dijo esta vez mirando hacia mi.

También me gustaba su nombre, pero soy tímido y no quise decírselo.

En el camino a su casa, me hablo de su vida, de quien era ella. Me contó que vivía sola, tenía un perro, dejo la casa de sus padres cuando comenzó la universidad, a sus 18 años. Ahora tenía 22 años, era menor que yo, pero no por mucho, en aproximadamente un mes cumpliría 23.

Luego se quedó en silencio, la miré, y vi que de sus ojos caían lágrimas.

- Señorita, ¿Qué le pasa?.- Dije un poco nervioso.

- Nada, solo recorde mis padres.- me quedé mirando la carretera un momento.

Estaba pensando que tal vez les paso algo, asi que decidí hablar.

- ¿Les sucedió algo?.- Dije con voz tímida.

Ella se quedó en silencio unos segundos, y luego habló.

- Mi madre murio hace 3 meses... .- Se veía en su rostro que no quería seguir.

- Al irse mi madre, mi padre se suicidó, lo intenté todo para que cambiara de opinión, pero nada, el solo lo hizo.- Tenía dudas de como lo habrá echo, pero creí que sería incómodo preguntar.

- Lo lamento mucho, estoy seguro que el debe estar agradecido de el intento.- La miré.

- Exacto, sólo el intento....- Se quedó en silencio.

Tal vez por eso no quería que yo acabara con mi vida, tal vez, por eso, ella pensó en alguien más, tal vez por eso, notó mi existencia.

30 minutos después...

Cuando llegamos a su casa, me presentó, bromeando, a su perro, era muy lindo, se llamaba Toby.
Le hice una pequeña caricia.

- Que raro, siempre que Toby conoce alguien nuevo, empieza a ladrar.- Dijo mirando al perro.

Luego de unos minutos acariciando, y jugueteando con Toby, me hizo pasar al que sería mi cuarto.

Era bastante grande, nunca habia tenido un cuarto así, sólo para mi.

- ¿No cree que es demasiado grande sólo para mi?.- Dije mirando la habitación.

- ¡¿De que habla!? Claro que no, es perfecto para usted.- Me dijo con una hermosa sonrisa.

Luego me deseo las buenas noches y se marchó. "Póngase cómodo" fue lo ultimo que me dijo, antes de dormir.

Cuando me acosté, miré el techo, y antes de dormir, pensaba porque ella estaba haciendo todo esto por mi, tal vez fue por lo de su padre, o tal vez vio algo en mi que nadie más vio, no lo sé...

Al dia siguiente ella me despertó con el desayuno en la cama, le agradeci por lo que hizo, estuvo delicioso. Luego de eso fui a dejar la bandeja a la cocina, ella estaba sentada en el sofá y me dijo que hoy iríamos a comprar ropa.

- No se preocupe, esta bien con lo que tengo, gracias.- Dije con una sonrisa tímida.

- Por supuesto que no! Iremos igual a comprar.- Dijo la señorita, decidida.

Cuando llegamos a la tienda me hizo elegir lo que yo quisiera, yo elegí algo simple, un pantalón de tela, una camisa azul, y unos zapatos, quería verme un poco formal para ir en busca de trabajo, ahora que estoy viviendo con ella, sería bueno que la ayudará con las compras.

- ¡¿Y eso solamente?!.- La miré raro.

Se dirigió a la sección de pantalones y me trajo 3, luego a la sección de camisas, me trajo 4, de la sección de poleras me trajo 5, también me trajo 3 pares de zapatos y 2 lindas chaquetas de cuero.

- Llevaremos todo esto.- Dijo buscando su billetera.

- Pe.. pero, es demasi... .- No me dejó terminar.

- Yo digo que esta bien, asi que eso será lo que llevaremos.- Me miró.

Cuando llegamos a casa, ella quería ver como me quedaba la ropa.

- Te ves muy lindo!!.- Fue lo que dijo al instante en que me vio.

- Gracias.- Sonreí

Cuando le sonreí, ella tambien lo hizo, su sonrisa era hermosa, no tenía palabras para describirla, conocerla fue lo mejor que me paso en la vida, me cambió la vida, salvó mi vida, no lo sé, sentía algo que nunca sentí.

Esa noche, cuando estabamos cenando, tocaron el timbre.

*DING! DONG!*

Era un señor, preguntó por mi, nunca lo habia visto antes y no se de donde sabía mi nombre.

- Si, el esta aquí, ¿Quien lo necesita?.- Dijo seria.

- Somos del AREC (Albergue regional en estado de calle), nos contacto un señor que dijo que el joven Gabriel, no tenía hogar, ni familia, por lo tanto... .- Ella lo interrumpió.

- ¿Cómo que no?, ¿Y esto donde usted tocó el timbre que es? Es nuestro hogar.- Dijo algo molesta.

- No niego que es un hogar señorita, y es bastante acogedor, el problema es que para que el pueda vivir solo, necesita ser dueño del hogar, o vivir con un familiar.- La miró fijo.

- Yo soy familiar de él.- Me miró.

- Lo siento los apellidos no coinciden, ¿Que parentesco es de Gabriel?

- Soy... su... .- Se quedó pensando un momento.

- Soy su prometida.- Dijo mirando al señor.

- Mañana por la tarde, debera presentarse, al AREC, y deberá explicarle todo, al encargado, que tenga buenas noches.- Caminó hacia el auto

- Igualmente.- Cerró la puerta

Se quedó mirandome.

- ¿Por qué le mentiste?.- Le dije mirando el piso.

- Porque no quiero alejarme de ti.- La miré

Si No Te Hubiera ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora