Cap. 3

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El Hitman se llevo a la chica hasta su auto, y condujo hasta su departamento que tenía en las afueras de Namimori, Tsuna no decía ni una palabra... se mantenía callada y de vez en cuando alguna que otra lagrima traicionera salía de sus hermosos ojos color caramelo. Por momentos el Sicario observaba a la castaña y veía como esta parecía estar sufriendo, se notaba que quería aguantar el llanto pero aún así amargas lágrimas caían de sus ojos.

Al momento en que llegaron al departamento del Hitman este solo la observo y con mudas palabras ella entendió que debía seguirlo, de manera silenciosa entraron y el azabache le señalo que se sentara en el sofá de la sala.

El sicario se quitó su saco y sombrero y los dejo colgados para luego acercase lentamente a la castaña e intentar hablar con ella.

-no me esperaba que ella hiciera eso, que se sintiera de esa forma, siempre creí que éramos amigas, en verdad no me lo esperaba... nunca quise creer lo que Hana, Gokudera y los demás decían era verdad... quería creer en ella, yo confiaba... pero me traiciono- Reborn solo escuchaba atentamente cada palabra que la chica decía... pudo observar cómo se encontraba llorando mientras hablaba, y aun así, a pesar de ello sus ojos mostraban una extraña furia, Tsuna se encontraba herida y furiosa, y como no estarlo luego de lo sucedido.

-no entiendo bien sus motivos, tampoco por qué actuó de la manera en la que lo hizo... pero a pesar de todo no logro odiarla, ella fue mi amiga, aun si ella no pensaba de la misma manera...- La de cabellos castaños esbozo una dulce pero herida sonrisa, y sus ojos mostraban una mirada determinada.

El sicario aún no lograba comprender porque a pesar de que la habían traicionado Tsuna la seguía apreciando... aun a pesar de todo lo que esta le había hecho la seguía protegiendo, eso era algo que realmente no podía llegar a comprender... desde su punto de vista era demasiado amable para su propio bien.

-Esa amabilidad te llevara a tu perdición un día de estos, no debería ser tan confiada... aun así se trata de tus amigos, las personas traicionan muy fácilmente y sin ningún tipo de remordimiento- dijo el azabache con una mirada seria, sus años de experiencia asesinando a sangre fría le habían enseñado de primera mano que no se podía confiar en nadie más que uno mismo.

-aun así lo volvería a hacer, porque si hay algo por lo cual volvería a arriesgarlo todo es por las personas que aprecio, y aun si me traicionan una y otra vez lo volvería a intentar... hasta que suelte el último suspiro, porque así como hay personas que no valen un minuto de tu tiempo hay quienes lo valen totalmente, y parte de esta vida es sufrir para descubrirlo- el Hitman solo la observo con sorpresa por las palabras que dijo, no podía creer que esto fuera dicho por una chica de su edad.

-¿puedes decir eso a pesar de que casi te matan por una traición?... tal vez la próxima vez no corras con la misma suerte y mueras o dañen a alguien al cual aprecias- dijo el asesino con una postura severa... a pesar de esto Tsuna noto como esto se lo decía con preocupación.

-es exactamente por eso que debo volverme más fuerte, lo suficiente como para protegerme a mí y a las personas que aprecio, y para ello preciso de la experiencia y astucia necesaria para cumplir con este objetivo- menciono la de cabellos castaños con una sonrisa y una mirada firme, sabiendo lo necesario para cumplir su objetivo, sabía que ese dolor que sentía seria firma de su juramento y experiencia vivida de una traición que nunca olvidaría.

-en ese caso creo poder ayudarte, mi trabajo aquí es el de entrenarte para volverte la décima jefa de la mafia italiana más poderosa, de la Vongola... eh de explicarme, tu desciendes de él primer jefe, Giotto este escapo de Italia y vino hasta Japón... aquí se cambió de nombre y formo una familia con la cual vivió hasta el fin de sus días ya de viejo... por descendencia tu eres la heredera de esta poderosa mafia- explico Reborn mostrándole un árbol genealógico, que solo el sabrá de donde lo saco.

-espera... ¿me estas queriendo decir que tú serás el que me enseñe a manejar una mafia?... eso no tiene sentido, bueno puede que si lo tenga- si contaba con que este vestía sospechosamente de traje, viene de Italia y portaba con un arma... y si lo pensaba puede que hasta Gokudera esté involucrada, ya que esta también se encontraba armada en todo momento y cuando el azabache la salvo hablo con este como si lo conociera...asi que si podía tener sentido.

-tu padre trabaja en la mafia bajo el mando de Noveno... creo que nono te visito cuando pequeña, ¿no es cierto?- dijo con simpleza Reborn dejando a la de ojos color caramelo pensativa.

-creo recordar haber conocido a un amable anciano cuando niña, recuerdo que lo llamaba "abuelito" siempre me traía un montón de regalos y era muy amable- menciono la chica con una sonrisa en su rostro al recordar esos agradables recuerdos de su infancia.

Reborn escucho lo que contaba la chica, eso sonaba a nono por donde quiera que lo viera. Ese hombre a pesar de ser el noveno jefe Vongola era muy amable... aunque de ser necesario podía llegar a ser bastante despiadado con sus enemigos.

-sí, ese era nono no hay duda... yo eh venido hasta aquí bajo su orden para volverte su sucesora- Tsuna al escuchar eso palideció un poco, realmente no le alegraba saber que controlaría una mafia, pero si así conseguía el poder para proteger a quienes quería, lo haría.

-lo hare... me volveré la sucesora del noveno- EL azabache sonrió complacido por la respuesta, al menos no le complicaba su trabajo.

-de todas maneras, no creas que por ser mujer te lo dejare más fácil... te hare vivir el infierno con mis tutorías- Tsuna al escuchar eso sintió como un escalofrió recorría su espalda, y que el Hitman sonriera de esa manera no le inspiraba ninguna confianza. Repentinamente Tsunayoshi comenzó a reír, causando confusión en el sicario.

-¿De qué te ríes?- menciono confundido el Hitman.

-Es que, gracias a vos me siento mejor... en verdad gracias- dijo la chica mostrando una sonrisa radiante. El azabache al verla se sonrojo un poco, pero antes de que la de cabellos castaños lo viera se levantó y dirigió a la cocina.

-¿quieres un café o alguna otra cosa?- ofreció Reborn intentando no parecer muy obvio.

-un café... gracias- respondió la chica riendo un poco por la extraña actitud del hombre.

El ambiente era tranquilo, ambos se encontraban relajos... eso fue hasta que la chica pregunto algo que causo que todo se volviera incómodo.

-quisiera preguntarte algo Reborn... ¿Cuál es tu trabajo bajo el mando del noveno?, si no quieres responder no hace falta que lo hagas... pero me intriga- el azabache al escuchar la pregunta se quedó helado, realmente temía la reacción de esta al saber que se dedicaba a asesinar personas, temía que esta lo rechazara o que le llegara a temer.

-yo... soy un asesino a sueldo... mato bajo las ordenes de nono, anteriormente lo hacía por dinero sin importar quien fuera- su voz era baja pero clara, el ambiente se había tornado pesado e incómodo, en el aire se podía apreciar la tensión.

-ya veo... debe de ser difícil para ti- el azabache se sorprendió por la respuesta de la chica, él se giró para observar a los ojos de la chica... esperaba que la mirada de esta reflejara desprecio o temor pero no encontró nada de ello más bien noto como esta se sentía dolida por él, como si lo comprendiera, a pesar de todo no le incomodo eso.

El Hitman no dijo nada, no hacía falta... la chica comprendió que este no quería hablar más sobre ello, así que solo guardo silencio manteniéndose en un agradable y reconfortable ambiente.

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Bueno eso fue todo por ahora espero que les allá gustado, pronto continuare. Mil gracias a todos los que leen, comentan y votan.

Bye~ >w<

Nadii1827

Mi jefa, Mi verdugo - R27Donde viven las historias. Descúbrelo ahora