Capítulo. II

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Como si fuera una cortina de humo mi mente se quedó en blanco, veía a noah con el rostro indiferente, solo se colocó la capucha y me dijo que me veía abajo, al reaccionar de repente como si toda la información captada del cerebro fuera resteada a una computadora, yo sentía un mal presentimiento de esto como si atrajera la mala suerte, pues aquel pensamiento hizo que un escalofrío pasara sobre mi nuca.

Tal cual paso sobre mi cuerpo, me dirijo rápidamente a la planta inferior donde visualicé a noah junto a la puerta con las manos metidas en el interior de la prenda, como si fuera un desierto asolador no se encontraba ningún ser viviente en las calles frías de parís, a excepción de nosotros.

Las calles oscuras y frías que solo dejaban ver la luz que iluminaba las iluminarias con la oscuridad que nos abrazaba, fuimos noah y yo al gran y famoso campo de marte, según lo que me habían dicho en el avión es un vasto jardín público, aunque no creo que allá gente situada en el séptimo distrito, entre la torre (EIFFEL), al noroeste y la ex escuela de noah al sureste.

Mientras caminábamos en la profunda oscuridad de la  fría paris y temblé noche, pues me había obligado esa noche a no ahogarme con los suspiros del viento que salían por mi nariz, la caminada se dificulto por el mismo viento que venía hacia nosotros, aquel viento que elevaba las hojas de color rosa pálido -   en verdad nunca pensé ver hojas de este tipo de color – tanto era la presencia de estas hojas que hacía que esta noche tomara un poco de calidez – suspiro – frote mis manos entre si y le pregunte a mi primo cuanto faltaba.

Lo cual el no respondo ni dijo ningún gesto, era tanto el frio aterrador que el saco de su bolsillo aquella casetilla que había tomado de su armario, tomo un cigarrillo y se lo puso en la boca la acción de noah me hizo caer en duda de ¿cómo hará el para encenderlo?- alrededor de este clima, de la misma acción que había tomado el cigarro tomo una cerilla – era increíble ver que jamás vi aquel cerillo cuando me ofreció los cigarros – froto aquella cerilla en la caja y lo encendió, cubría el fuego con su mano para que no pudiera extinguirse con el frio, el cigarro se encendió, tiro el cerillo y le dio una fumada a su pitillo (cigarro).

Noah me miro de reojo- voltio, su expresión de la cara no decía nada, el chico con la chaqueta negra tomo el cigarro y soltó el humo que expulsaba por su boca.

-quieres? Es para que estés cálido –esta vez era la segunda que me ofrece-

Eso hacía que tomara desconfianza poco a poco en él. – yo negué con la cabeza –no, gracias- respondí refunfuñando pues mi expresión decía todo de él.

La caminata se alargó con el silencio de los dos, pues cuando llegamos el césped verdoso y amplio era presente, pues estaba tal cual como me habían dicho en el avión, aunque un poco apagado por la noche, pero era excelente, las luces, la  vista. Pues la luz le daba un toque de tranquilidad que venía de lejos, casas, autos pasar, era tanto haci que podría ver la torre EIFFER iluminada por focos – era hermoso y a la vez romántica.

Noah voltio y visualizo a lo profundo del césped que se ampliaba una silueta de una persona – quien sería esa persona – me dije a  mi mismo, como era de esperar solo se encontraba aquel individuo, pues el salió corriendo el joven con el cigarro en la boca hacia donde esta esa persona – aunque yo fui caminando - .

Pero  al llegar noah  estaba al lado de una chica realmente bella, pues el impacto de verla que me hizo confundirla con un ángel y solo dije – wow -  era verdad que estaba en presencia de un ángel o ser divino su forma era como un  sueño, su piel pálida y hermosa por el frio su color de cabello negro y los gruesos con sus  canosos labios rosados y lo más resaltante eran sus ojos grises que se confundía con un color plateado.

Noah nos presentó y repuso

- Mike, ella es mía? Una compañera y mi única amiga

-  Y él es Mike mi primo – presentándome ante ella

Una sonrisa se dibujó en el rostro de mía y me dijo

- Hola! Mike soy mía mucho gusto, espero que nos ayude en esto y no nos vaya a cagar por tu culpa- pero después su sonrisa desapareció

Ante la acción de mía y lo que dijo que no la Cage me hizo preguntar ¿Qué haríamos? Pero no me importaba en lo mínimo ahora, pues estaba hipnotizado por su celestial y bella voz. Ante esto mi respuesta fue muy imbécil me había sonrojado y mi mirada se fijó hacia abajo mientras decía

-Hola- tartamudeando con la voz muy nerviosa


Noah repuso y se metió en la conversación diciéndole cual era el plan refiriéndose a mía, ella puso una mirada seria y dijo que faltaba algo más para  comenzar, al decir esto en mi mente comenzó a resaltar preguntas de ¿comenzar qué? ¿Cuál plan? ¿Qué haremos? No sabía nada, pues la expresión de mía me confundía – noah me das un cigarro – repuso la chica de ojos plateados, aquel le dio una fumada a su pitillo y como hizo conmigo le ofreció a ella, a diferencia que ella acepto, ante la acción de noah encendió el pitillo con el cerillo, pues los dos le dieron una fumada a su respectivos cigarros y luego soltaron el humo como si fueran una chimenea, pues jamás creí que un ángel fumara.

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⏰ Última actualización: Mar 03, 2018 ⏰

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