No se si tenga que ver una cosa con otra, pero desde que di a luz hace dos meses, siento y veo muchas cosas que podrían ser catalogadas como sobrenaturales.
Durante los primeros 15 días después del parto, estuve practicamente encerrada en la casa de mi mamá. Ya he contado como me pasaron distintas cosas en esa casa. Ahí estuve en navidad y varias ocasiones más y no había sentido ni visto nada extraño. Pero cuando nació mi bebé empecé a ver cosas: Sombras, objetos que se movían de lugar frente a mis ojos, etc. Empecé a sentir presencias cerca de mi, escalofríos, empecé a sentir que algo me tocaba. Tambien empecé a escuchar susurros.
Al principio pense que se trataba de alucinaciones por la fuertisima experiencia que es el parto. Pero tenía la duda si realmente eran alucinaciones o si por el mismo parto me he vuelto más sensible.
Llegando a mi casa la cosa se agudizó. Al despertar en la madrugada para alimentar al bebé, no dejaba de ver sombras cruzando el pasillo y empecé a sentir respiraciones y escuchar cosas.
Así que le pedí a mi esposo que me ayudara con esto. Estaba dudando de mi misma, estaba incluso considerando que tal vez estaba volviendome loca y es que todo lo que veo, siento y escucho es tan real como el mismo teclado con el que estoy escribiendo esto ahora mismo.
Mi esposo me sugirió que llevara una especie de bitacora para registrar todo lo que me ocurría. Así que comencé a anotar en un cuaderno: una niña morena de unos 8 años con un traje de baño azul con olanes, subiendo las escaleras de mi casa. Objetos que se mueven, susurros que no logro descifrar.
La bitacora me sirvió para no guardarme todo lo que veo y el miedo que me dan estas cosas, disminuye mientras voy escribiendo. Esto me puso a pensar que quizá si estaba imaginandome cosas, quizá si era algo así como psicosis post-parto o que se yo.
Pero ayer me sucedió algo que se que no estaba imaginando, los olores no se imaginan y menos cuando la mente está en otra cosa. Estaba viendo televisión y de pronto, de la nada, empecé a percibir un olor muy suave que me recordó a alguien. Era un olor muy caracteristico: un aroma extraño de crema nivea de esas de tarro azul de vidrio, mezclado con un olor a agua florida, una loción que se preparaba antiguamente en las boticas.
Era exactamente como olía mi abuelita. Me sentí muy feliz, cerré los ojos y me llegó a la mente la imagen de un confesionario que me resultó muy familiar: Era el confesionario de la Iglesia de la Santa Cruz, a la que mi abuelita iba con regularidad. Por eso estoy segura de que mi abuelita vino a visitarme, desde donde sea que se encuentre, ella estuvo aquí.
De ninguna manera lo imaginé, se que mi abuelita estuvo aquí.
Y no se si esta extrema sensibilidad que estoy experimentando sea temporal, no se si se quede para siempre, o si desaparezca en unos días, semanas o meses. No lo se. Pero estoy aprendiendo a no temerle a las cosas que veo y siento. Estoy aprendiendo a controlar el temor que siento cuando me recorre un escalofrío al percibir como si alguien me tocara el brazo.
He tratado de investigar sobre el tema, pero no he encontrado nada que indique si el parto y la percepción extrasensorial están relacionados.