Marcel Stürmer

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La mirada de Marcel siempre intimidaba a Emma, pero ella tenía unos ojos tan profundos que de igual manera podía provocar eso en el chico.

—¿Qué haces acá afuera? —Preguntó Marcel a Emma.

—Necesito relajarme, estoy muy nerviosa y estresada.

—Emma, eso es malo. Ven, vamos a caminar.

Salieron de la Cabaña en camino hacia la playa.

—¿Por qué me odias? —Le preguntó Marcel a Emma.

—¿Qué? ¿De qué hablas? Yo no te odio. —Contestó muy confundida.

—Ay por favor, tus ojos me matan en cada circuito.

—En serio Marcel, no sé de qué hablas, ¡yo no te odio! Es más, en realidad creo que el que me odia eres tú, siempre me miras raro. —Le dijo furiosa.

—¿Es en serio?...yo no te odio, si mi mirada te ha incomodado te pido una disculpa, no era mi intención, en realidad te veo porque eres muy bonita, pero ni siquiera yo sé lo que mi mirada expresa.

Emma quedó por un momento paralizada. Marcel le había dicho que le parecía bonita.

—Y yo también te pido disculpas por mi mirada, es que pensé que yo te caía mal. —Dijo Emma muy apenada.

—Es más, bueno, siento que no debería decirte esto, pero no sólo me pareces bonita...me atraes, me gustas. —Dijo Marcel como todo el valor del mundo.

—¿Yo? ¿Gustarte?

—Mmm, sí. ¿Por qué lo preguntas de esa manera?

—Es que...tú también me atraes, pero nunca creí que yo a ti.

—Acércate. —Dijo él muy serio.

Ella muy intimidada se acercó a él, pero Marcel se dió cuenta de lo que su voz había hecho.

—No, no quiero intimidarte, sólo quiero que te acerques. Desde hace tiempo que quiero hacer algo. —Y desprevenidamente agarró la cara de Emma, haciendo lo que siempre quiso hacer.

(obvio imaginen que son Marcel y Emma)

Ella lo pensó mucho, pero al final terminó respondiéndole el beso.

La mano de Marcel vagaba por toda su piel, tocando su cintura, cara, muslos, trasero, y las manos de la chica entre ratos estaban en su cara o en su espalda.

Él juntó más su cuerpo con el de ella. Puso sus dos manos en su trasero, lo apretó, y Emma soltó un pequeño gemido.

Los Héroes habían hecho una mini casa de palmeras por la playa.

Sin dejar de besarse entraron allí y se acostaron. Marcel se quitó la camisa interrumpiendo su beso, y aprovechó para quitarle el top a la chica. Vio su cuerpo como si fuera una escultura, sus ojos jamás habían mostrado tanto amor como en ese momento.

Él atrapó su boca de nuevo, bajó a su cuello dejando besos húmedos en él, fue bajando hasta su abdomen, sabía que era el punto débil de Emma, pero a Marcel le gustaba hacerla sufrir, sólo rosaba su nariz más no lo besaba.

Ahora Emma había tomado el control y se subió en cima de él, era momento de la chica de tomar venganza, así que se movió en cima de él como si lo estuvieran haciendo, pero sólo que esta vez tenían ropa.

—Em..ma. —Dijo Marcel entrecortado. —Oh.. vamos, no me h..hagas su..sufrir.

Marcel no aguantó más y la volvió a poner debajo de él, luego de eso eran uno solo, las ganas pudieron más que su orgullo.

De ahí empezó una bonita y apasionada historia entre Marcel Stürmer y Emma Wall.

Exatlón One-ShotsWhere stories live. Discover now