Capítulo 4 - 3: Familia improvisada.

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Esa noche, luego de volver a casa y acostarme en mi cama, quedé pensativo...

Sobre lo que sucedió con el padre de Annaisha, sobre como Emiko-chan Intuía lo que estaba ocurriendo con sus padres y también como Annaisha ha ido cambiando, si bien no ha sido mucho, desde que la vi antes de ir a ver a su madre, hasta que volví con su hermana a casa, la vi más... viva. Y al parecer se debía a que realmente su madre se estaba sintiendo un poco mejor, y eso por supuesto que la debió afectar positivamente. <<Si esto sigue así creo que podré adelantar el último paso y dar por finalizada mi labor...>>, Pensaba mientras miraba el techo de aquella habitación oscura <<Como si esto fuera algún tipo de trabajo...>>

Pero recuerdo los motivos por el cual decidí involucrarme y sin darme cuenta terminé acercándome peligrosamente...

Por otro lado, mientras más conocía a Annaisha más curiosidad me daba, ya que a ratos demostraba una personalidad que es digna de admirar...

<<Sea como fuere.... No es bueno para mí...>>

No sé en qué momento me quedé dormido, solo que el sonido del timbre melódico de la puerta me recordó que ya era de día, las cortinas convenientemente oscuras de mi habitación de estudiante me impedían ver la luz del día completamente, pero aun así se colaban por los bordes de la cortina lo suficiente como para iluminar suavemente el lugar.

Me incorporé somnoliento en dirección a la puerta de entrada de mi departamento de estudiante, el cual consistía en un espacio de 8 tatamis de estilo occidental; tenía todo lo necesario para un departamento relativamente económico, es decir:

Un pequeño Genkan donde dejar los zapatos, también un Oshiire de dos niveles donde guardar un Futón en el caso de llegar visitas, nunca lo usé, por razones obvias... Además de un pequeño escritorio donde tenía el ordenador, la mesa central donde casi nunca comía, un baño cerca de la entrada y por último la cocina, pasando esta última.

Llegué por fin frente a la puerta de entrada. La imagen que ví por el ojo de la misma fue suficiente para despertar completamente...

—¿¿Annaisha?? —Reaccioné sorprendido, para luego apresurarme a abrir la puerta—. Ho-- Hola... ¿Qué haces aquí?

—¡Anna nee-chan, Ma onii-chan aún estaba durmiendo! —Era Emiko-chan que traía un pequeño y abrigador suéter color marrón y una adorable falda roja, además de una pequeña y conveniente bufanda también roja, lo que me recordó que ese día estaba bastante fresco y el invierno estaba por llegar...

Y estaba, por supuesto, con mucha más energía que yo.

—Lamento venir así, sin aviso, pero si te decía que venía te ibas a negar... —se justificaba Annaisha quien traía un hermoso suéter blanco algo ancho y de mangas largas que solo dejaba ver la punta de los dedos, también traía una abrigadora bufanda ancha color celeste con rayas azules, una falda a tablas negra que llegaba de manera justa al muslo y además de unas convenientes pantis negras y botines ídem.

Al ver esa imagen de Annaisha me di cuenta que es bastante bella, es decir ya lo sabía, pero en ese momento resaltaba más. Cuando la vi, me percaté que tenía unas proporciones justas de una modelo de ropa juvenil y como estaba vestida daba un aire de delicadeza femenina...

Creo que quedé con la boca abierta, porque me percaté que me sonreía avergonzada y algo sonrojada.

—S-- Si sabías que me iba a negar ¿por qué lo hiciste de todas formas? —Respondí apartando la mirada, tratando de disimular mi nerviosismo.

—Te dije que quería compensarte por lo que has hecho por mí... Por nosotras —aclaró Annaisha, para luego levantar con ambas manos una bolsa con verduras e ingredientes varios—. Así que se me ocurrió que podría prepararte el almuerzo, aunque sea el día de hoy

Lost Sorrow Vol.1 PRÓLOGO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora