El libro y el santuario.

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Día 5: Viaje.

"Recuerden, no se alejen del grupo, y sí lo van a hacer avisen a alguien a donde irán. No se metan en problemas" Aizawa miró al rubio explosivo "Lo digo por ti, Bakugou" El susodicho chistó molesto y desvió la mirada hacia su ventana.

La clase había quedado primera, tanto en logros escolares como en calificaciones ese año. Por esto la Yuei, el director Nedzu, los había enviado a los 20 alumnos más a dos sensei a un merecido viaje escolar a las hermosas montañas de Hakone.

"Aparte de todo eso, ¡disfruten el viaje!" Interrumpió feliz Midnight agitando su látigo de cuero.

El vehículo por fin inicio su viaje.

...

"Quiero ir a los termas en Owakudani" Dijo felizmente Kyoka mirando en su celular toda la información que podía del lugar "Deberíamos ir a la reserva con vista al monte Fuji, ¿no crees?" Interrogó está a su mejor amiga. Al no recibir respuesta, desvió su mirada, descubriendo que Momo ni siquiera le estaba prestando atención.

La mirada de la pelinegra estaba puesta en el alumno prodigio, estaba sentado un par de asientos delante de ambas y tenía la cabeza agachada, seguramente leyendo. Extrañamente, estaba solo. Lo cuál era raro recordando que todos lo apreciaban mucho ya.

La de cabello morado le dio un ligero codazo para llamar su atención.

"Ve y habla con él" Sugirió al ver a la chica congelada, Momo, por fin, reaccionó y se sobresaltó al comprender lo que su amiga le decía.

"¿Cómo crees?" Sus mejillas seguramente estaban sonrojadas, por lo que se llevó ambas manos a estás en un intento por apaciguar el calor.

"Nunca sabrá lo que sientes sí no se lo dices" Aseguró la del quirk del ultrasonido. Momo lo pensó durante unos momentos, por supuesto que nunca lo sabría sí no se lo decía. Miró a su amiga con determinación.

"Iré a hablar con él" Anunció con determinación, la más pequeña abrió los ojos con sorpresa, no se lo decía en serio.

Yaoyorozu se puso de pie pero en ese momento el bus se detuvo también.

"Pueden tomar un pequeño descanso en esta estación" Comunico Aizawa envolviéndose de inmediato de nuevo.

...

Todos los héroes en entrenamiento bajaron para estirar las piernas, en el caso de algunos también para comprar golosinas.

Momo y Jirou se encontraban dentro de la tienda.

"No puedo creer que realmente ibas a decirle" Mencionó Kyoka mirando a su amiga.

"Espera, ¿qué? Pero sí tú me lo dijiste" Recordó.

"Sí, pero no creí que fueras a hacerlo justo en ese momento" Ni siquiera ella misma sabía sí tendría el valor de hacer aquello. Vio como el rostro de la chica empezaba a sonrojarse rápidamente.

"¿Iba a hacer algo vergonzoso?" Teniendo en cuenta que su educación abarcaba prácticamente todo menos las relaciones sentimentales, aún estaba aprendiendo sobre eso.

"Sí encuentras el valor suficiente, creo que algo bueno podría salir de la situación" Aseguró por fin dando un toquecito en la espalda de la más alta.

...

"Todoroki-san" Murmuró Momo de pie frente al susodicho. Él, quien no se había dado cuenta por estar inmerso en su lectura, abrió los ojos un poco al escuchar su nombre y levantó la mirada, cerrando el libro en el acto.

Día 5: Viaje. El libro y el santuario.Where stories live. Discover now