Camaleón

Cervezas, risas y un chico lindo....

A unos pasos de distancia de nuestra mesa me las arreglo para enredar una pieza de mi ropa en un extraño, fastidiando nos el camino, caímos los dos. Cerveza bajaba por mi blusa y por los pantalones del chico que se vino abajo conmigo.

-Demonios-mascullo viendo el desastre ocasionado.

-¿Sueles tener tan mala suerte?- pregunta un acento familiar, mis ojos se lanzan buscando la señal. Es él. Está tirado. Lo tiré yo. P E R F E C T O.

-No soy yo, es el cosmos tratando de humillar me- me quejo poniéndome de pie.

-Debiste hacer algo realmente malo

-JA JA

El esboza una de esas sonrisas quita aliento y me pierdo por un instante. Él no es luz, es oscuridad. Hermosa, brillante oscuridad.

-Te debo una cerveza- comenta poniendo su dentadura en una sonrisa ganadora. Parpadeo confundida, me toma tiempo regresar a la realidad.

-De hecho, dos.

-En seguida las traigo

Termino mi camino y me dejo caer en la silla sintiéndome pegajosa y olorosa. Summer comienza con las carcajadas a las que me uno, sería una vida amargada si no me riera de todas la veces en las que el cosmos conspira en mi contra.

-Me perdí el chiste, y las camisetas mojadas- Aiden arrastra la silla para sentarse y me mira divertido, sostengo su mirada y terminamos riendo los tres.

-Me caí

-Eso supuse, ¿comieron sin mi?- se lleva la mano a su pecho y finge estar herido, Summer le golpea la parte posterior de la cabeza. Aiden esta al tanto de nuestras reuniones "clandestinas" y se mantiene alejado comprendiendo que son temas de chicas, normalmente nos alcanza después para pasar el rato.

-Tenía hambre- se defiende Summer.

Habría dicho algo más pero la presencia de el sexy británico paralizó a toda la mesa, subí mi vista encontrando dos cervezas y su rostro confundido.

-Gracias- alcanzo a mascullar.

-Genial. Voy a pedir una hamburguesa- Aiden hace ademán de estar hambriento- Gracias por la cerveza Ethan

Parpadeo y miro por un momento confundida a Aiden, el parece no percatarse de mi mirada y volteo de regreso, ahí sobre la playera esta la placa con el nombre "Ethan". Soy una idiota. Él sabe que soy una idiota.

Del poco tiempo que llevo viviendo son contadas las veces en las que me avergüenzo de ser un desastre, esta es una de ellas.

-Ustedes totalmente hicieron contacto- exclama Summer exaltada.

-Él te estaba mirando Jane- comenta Aiden con su tono honesto- se siente el sexo en el aire.

Tomo una papa frita y la lanzo como proyectil fallando, estúpido deportista con reflejos sobrehumanos.

-Ugh

-Oh vamos, esta guapo- Summer parece rogarme, ella está obsesionada con encontrarme pareja.

-Yo podría prestarte condones, Gretel y yo sobreviviremos sin ellos unos días- me dice guillando me el ojo.

-Más Ugh

-No quería enterarme, gracias- Summer hace muecas graciosas- tu estúpida novia debería dejar de perder el tiempo

No pienso que Gretel sea estúpida, es incluso bonita y puede llegar a sentirse superior a los demás, pero estúpida no está en su descripción. Yo no tengo problemas con la novia de Aiden, él una vez me contó que tiene esta idea loca de que cuando la indicada llegue, él lo sabrá y hasta entonces no piensa privarse de los placeres de la vida.

Summer en cambio está totalmente en contra de los noviazgos de su primo, ella tiene esta teoría en la que piensa que la guapura de Aiden es una maldición y que esta misma provoca que él no pueda tener relaciones serías, trata de asustarlo diciéndole que la belleza no dura para siempre y que se va a quedar sólo.

-Están perdiendo algo importante, chicos, Ethan trabaja aquí, en un bar

Me esfuerzo por recalcar la palabra bar.

-No sabía que te pondrías melindrosa- me dice Aiden

-Cállate- me enderezo- lo que quise decir es que él es mayor de edad

Puedo sentirnos a todos desinflando nos, es obvio que ninguno planea hacer bromas al respecto.

-Es una lástima-murmura Summer haciendo pucheros, para mi sorpresa también yo estoy haciendo pucheros.

Ethan llega con la hamburguesa de Aiden y nos dirige una mirada complicada, como si estuviera resolviendo un problema de matemáticas, puedo imaginar que él trata de encontrar la relación entre Summer, Aiden y yo. Se desplaza lejos de la mesa y todos miramos las papas fritas de Aiden, nuevas municiones.

Nos pasamos el resto de la tarde entre risas y comentarios sarcásticos.

En octubre comienza a enfriar, un aroma a frío invade el ambiente e instintivamente los cuerpos de las personas se comienzan a preparar, encorvando se ligeramente.

-Iré a pagar- comienzo a levantarme, tomando el dinero de la mano de Aiden.

-Puedo ir yo- se levanta al mismo tiempo que yo y lo hace parecer un movimiento fácil.

-Creo que es mejor dejar que Jane se despida de la fantasía de Ethan- comenta Summer, hago una nota mental para recordar patearla más tarde.

-¿Jane?- pregunta Aiden intentando descifrar si yo quiero ir.

-Iré

El camino de la mesa a la barra resulta más fácil y menos accidentado que hace rato, obligo a mi mente a concentrarse para no decir nada estúpido frente a Ethan.

-Hey

-Hey

Y me quedo muda, bravo Jane muy lista.

-La tensión sexual se siente en el aire- el comentario de la chica de la barra me sorprende. Es la segunda vez que me dicen que parece haber atracción sexual entre nosotros, desearía ser más consciente de ello.

-¡Oh Madre, no!- exclamo apenada y anonadada.

-Ella siempre es así, no le hagas caso- Ethan parece igualmente incómodo, aunque puedo notar el esfuerzo que hace para no reírse- espero que no le moleste a tu novio el comentario de Lisa

Mi rostro se contrae en la confusión. Él hace una seña con la cabeza a nuestra mesa, comprendo en seguida a que se refiere.

-No creo que le importe, tendría que ser mi novio para eso

-¿No es tu novio?

-Negativo

-Oh, lo siento

Me río con ligereza al aclarar la cuestión, Ethan probablemente piensa que estoy locamente enamorada de Aiden pero como él es increíblemente guapo e inalcanzable me rechaza.

-No hay porque sentirlo, no me gusta- casi me puedo imaginar poniendo cara de asco, es tan incómodo como si alguien sugiriera que te besarás con tu hermano, asqueroso.

Comienza a reírse, bien, otra vez me perdí el chiste. Entorno los ojos tratando de no reírme, algunas risas suelen ser muy contagiosas.

-¿Que es tan gracioso?

-Tu cara- Auch, supongo que esa es la señal que necesito para alejarme totalmente de este sexy humano- Tu mueca fue muy divertida

-¿Hice muecas?

-Unas cuantas- me guiñó, ¡Santa madre mía! Este hombre está tratando de matarme.