1.- Alguien familiar.

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20:00 de la tarde, París. 17 de diciembre año 2014.
Hacía mucho frío en las luminosas calles de París. Los adornos y el ambiente navideño inundaban la ciudad de una sensación que se asemejaba bastante a la de un hogar.  Mi hogar.
Desde que finalicé mis estudios en la academia Kadic no había vuelto a aquella ciudad, ya que mi padre me había ofrecido (exigido) trabajar en una de las sucursales de su multinacional, en España. Y siempre tenia algún motivo que me impedía volver al único lugar donde me sentí querido y especial. Un auténtico hogar.

Saliendo de mis cavilaciones, me choqué con una pareja que salía del portal de un bloque de edificios con cierta urgencia.
-Disculpeme caballero, ¿está usted bien?
-Sí, no se preocupe.- Dijo el chico rubio, que me era muy familiar.
-¡Au! ¡Duele Jeremy, ya viene! -Dijo su mujer compungida.

Un segundo...
-¡Jeremy Belpois! ¡Aelita Stones! ¿Sois vosotros? -Dije impresionado.
-¡Stern! Que alegría verte, pero tenemos prisa, llámame para tomar un café otro día, tengo el mismo número, -Dijo mientras pasaba un taxi y lo paraba- nos vamos ya que viene el bebé, ¡adiós!

Como pasan los años, Aelita y Jeremy iban camino de ser papás, ¿qué sería de su vida? ¿Y de Odd? Habíamos perdido el contacto cuando él comenzó su carrera como cineasta y se pasaba la vida de un lugar a otro,  aprendiendo de los mejores y conociendo contactos en el mundillo. ¿Y qué sería de Yumi? Yumi...
La última vez que supe de ella estaba a punto de casarse con un empresario Japonés debido a que su familia pasaba apuros muy grandes económicamente y ese hombre propuso a su padre que a cambio de una buena parte de las acciones de su empresa él diría a su hija que se casara con él. Ella cedió, por ellos y por Hiroki. Como la admiraba. La amaba aún, a quién pretendía engañar. Era la única razón que tenía para sonreír.

Sonó mi teléfono, era William Dumbard, extrañamente era con el único que mantenía relación, ya que por casualidad eramos vecinos y salíamos mucho juntos después del trabajo. Ironías de la vida, era director de un colegio público en Barcelona, y al tener puestos tan acomodados ambos, teníamos la opción de tener un poco de tiempo libre.
-¿Qué dices Will? ¿Ya murió mi cactus o Emily te obligó a mimarlo?
-(Risas de fondo) Mira Stern, tu cactus ha dormido en la cama y yo en el sofá, si sigue vivo es gracias a Em. ¿Qué tal por París?
-Pues bien, me he cruzado a Jeremy y Aelita, ha sido muy rápido ya que ella estaba de parto y hemos podido hablar un minuto.
-¡Qué alegría Ulrich, habrá que quedar para celebrarlo!
-Desde luego, mañana por el mediodía llamaré a Jeremy a ver como ha salido todo y soltaré la idea de quedar todos juntos en París.
-Genial, intentaré localizar a Odd.
-Bien Dumbard, mañana te llamo y me cuentas.
-Ulrich, llámala. -Dijo muy serio, pero en tono paternal. En el fondo era como el padre que nunca tuve.
-William, no es buena idea, ella tiene su perfecta familia japonesa en Japón y desde hace 6 años no sé nada de ella. No creo que ni siquiera le interese lo que tenga que contarle.
-Si no lo haces tú se lo diré a Odd y ella se enfadará al saber que tú lo sabias antes y no se lo dijiste porque estabas demasiado dolido.
-Vale vale, lo haré, pasame su número tío, te dejo que voy a ducharme, un abrazo colega.
-Ciao Ulrich! -Dijeron Emily y él al unísono.

Ellos habían empezado a salir al terminar el curso en Kadic, en la graduación de su curso. Fueron coronados rey y reina del baile y desde entonces no se han separado. Hace 2 semanas recibieron la noticia de que iban a ser padres y, aunque eran jóvenes, decidieron afrontarlo con madurez y con alegría. Cuando los veía tan emocionados me entristecía no haber tenido el coraje de expresar mis sentimientos en su momento.
*Mensaje entrante de Whatsapp*
WILLIAM: Contacto (Yumi Ishiyama)
-Gracias tío, mañana te llamo, descansad familia.
*Fin conversación de Whatsapp*

Mentiría si digo que no me acuerdo (a Code Lyoko fanFic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora