Mentiría si digo que no me acuerdo (a Code Lyoko fanFic)

3.-Maya.

JEREMY POV
Aelita lleva 6 horas de parto y no parece que esto avance. Tengo ganas de tener a mi pequeño bebé en mis brazos, o mi pequeña. Decidimos no saber el sexo del bebé porque sinceramente nos daba igual, el caso es que naciera una criatura sana y que viviera en una familia unida y feliz. Estaba emocionado pero muy asustado. Había sido una noticia agridulce...

(FLASHBACK)
Tenía un e-mail de la Agencia Nacional de Estudios Tecnológicos, ofreciéndome una beca para desarrollar la creación de uno o varios inventos que permitan visionar el realidad virtual (ja, aficionados pensé). Lo leí emocionado pensando en si aceptaría o no el empleo, ya que eso conllevaba viajar mucho y que Aelita estuviera mucho tiempo sola y no pudiera disfrutar todo lo que quisiera de ella.
Me sacó de mis cavilaciones el sonido de mi teléfono, era Aelita.
-Hola princesa, ¿qué tal tu día?
-Bien Jeremy, oye escucha un momento, ¿puedes mirar en el calendario de la mesilla de nuestro cuarto qué día me vino la regla el mes pasado? -La noté bastante nerviosa.
-Voy cielo (ruido de pasos, se enciende un interruptor), mmm el día 5, ¿por qué, sucede algo? -Sabía qué pasaba perfectamente, pero necesitaba que me lo afirmase.
-Jeremy, creo que estoy embarazada, llevo 2 semanas de retraso. -Dijo Aelita con voz asustada.- Compro un predictor y voy para casa.
-Tranquila, aquí te espero, te quiero.
-Y yo a ti.

Un hijo. Vale no es para tanto. Un hijo Jeremy. Es una responsabilidad muy grande, adiós carrera, adiós a todos mis sueños, hola a pañales y noches en vela. Bueno siempre podría abortar o darlo en adopción...

¿Se puede saber en que piensas Belpois? Se trata de Aelita, ¡Aelita! No podía ser tan egoísta de arrancarle un pedazo de ella por un puñado de dinero y algo de prestigio. Ella había perdido a sus padres, no permitiría que nadie le arrebatara algo que era suyo, de su sangre. La de ambos.

Había que aceptarlo Jeremy, sé valiente y maduro, por Aelita.

(Llaves abriendo una puerta)
-Hola Jeremy. -Dijo Aelita sofocada.
-Princesa, escucha, sé que lo que nos viene encima es gordo, pero no pienso achantarme. Sé que ya quieres a esa personita y ni siquiera sabes aún de su existencia, y lo sé porque eres la persona más dulce y tierna que conozco. Y sé que esto -dije señalando su vientre- será lo mejor que nos va a haber pasado nunca. Después de ti, que eres lo mejor que me ha pasado nunca. -Y la di un beso tierno en los labios.
-Gracias Jeremy, era todo lo que necesitaba escuchar. -Me dijo aliviada.

Fuimos al servicio, Aelita hizo la prueba y yo esperaba sentado en el borde de la ducha. Ella, sentada en el retrete con el test entre las manos y yo mordiéndome las uñas impaciente. Se hicieron los 5 minutos más largos de mi vida.

-Jeremy, dos líneas. Vamos a ser padres.
-Me has hecho el hombre más afortunado de la tierra.

Lloré de la emoción, lo que creí que iba a ser el fin de mi evolución resultó ser sólo el principio.
(FIN DEL FLASHBACK)

Estaba medio dormido cuando se abrió la puerta frente a la cual estaba esperando.
-¿Señor Belpois? ¿Jeremy Belpois?
-Yo señorita, ¿cómo ha ido todo?
-Genial, ya puede entrar.

Entré corriendo y vi a mi princesa con nuestro bebé en brazos. Me acerqué con cautela y al verlo me dijo:
-Te presento a Maya. Nuestra hija.

AELITA POV
Casi 7 horas estuve de parto. Fue muy doloroso, pero mereció la pena. Tras el último esfuerzo, que creí que me dejaría K.O., me tendieron sobre mi pecho a mi pequeño bebé.
-Enhorabuena, ha tenido una niña preciosa.

Lloré de la emoción. Una niña. Mi pequeño ángel de la guarda. Sabía que las hormonas invadían mi organismo pero daba igual, nunca había sentido algo tan puro y real por nadie.

Era muy pequeñita, se atisbaban los cabellos rubios de su padre. Sonreía mientras la acariciaba. Abrió los ojos y eran mis ojos verdes, como los de mi madre. Derramé una lágrima pensando en todo lo que no habíamos vivido juntas. Pero ahora nada más importaba, solo ella y yo. Y de repente lo vi entrar, aliviado mirándonos desde el otro lado de la sala de partos ahí estaba, el hombre de mi vida, el que me la había devuelto. Se lo debía todo a él. Ahora eramos una familia.
-Te presento a Maya, nuestra hija.

La cogió en sus brazos mientras yo finalizaba el parto con las matronas.

JEREMY POV
Era lo más bonito que había visto en mi vida.
-Hola princesa, soy yo, papá. Te he leído, hablado y cantado mientras vivías dentro de mamá. No me creo que ya estés en mis brazos, que sepas que eres lo mejor de mí.

Ya sé que es una neonata, pero yo la conocía de toda la vida. Era mi mundo entero antes de nacer y lo sería hasta el fin de mis días. Mi pequeña. Nuestra pequeña.

Y desde aquel día esas cuatro letras contestaban a todas mis preguntas, aclaraban todos mis sacrificios e iluminaban mis mañanas.

Maya.