Mentiría si digo que no me acuerdo (a Code Lyoko fanFic)

4.- Conexión París-Florida.

ODD POV
Eran las 7 de la mañana. Acababa de sonar el despertador y con los ojos aún cerrados lo apagué. Me di la vuelta y ahí estaba mi reina, durmiendo plácidamente. Hay que ver, con el mal humor que tenia siempre por las mañanas y lo tranquilita que estaba dormida. La verdad es que aunque hayan pasado casi 7 años sigo sin creerme que estemos juntos, con lo mal que nos llevábamos en el instituto.

Sissi había abierto los ojos y me sonreía tiernamente.
-Buenos días Oddy, ¿cómo has dormido?
-Bien, ¿y tú?
-A tu lado siempre duermo bien.

La abracé, últimamente viajaba mucho y estaba poco en casa. Pero eso se iba a acabar, tenía un proyecto entre manos que iba a hacer que pudiera compaginar mi vida profesional y personal.

Sissi era profesora de interpretación en una academia que quedaba a 20 minutos en coche de casa. Intentó ser actriz pero el mundo acabó horrorizandola. Sin embargo, cuando enseñaba a la gente a actuar se la veía muy feliz. Y eso me gustaba.

-Te voy a traer el desayuno a la cama reina, que para un día que no tienes que madrugar quiero que descanses bien. Y por la tarde podemos ir a pasear a Kiwi al parque, ¿te parece?
-Gracias cariño, eres el mejor.

La di un beso en la frente y fui a la cocina, cogí dos bols, y los llené de plátano, piña y fresas troceadas, dos tazas de café y un par de croissants. Delicioso. Lo lleve a la habitación y cuando iba a darle una fresa a mi  reina sonó el móvil. Era Jeremy.
-Cielo es Jeremy.
-Contesta, aquí te espero.- Y me lanzó un beso.

(CONVERSACIÓN TELEFÓNICA)
-Odd della Robia, ¿diga?
-Hola, soy Jeremy Belpois, ¿qué tal?
-Genial, ¿y tú?
-Bien, llamaba para decirte que Aelita ya dio a luz.
-¡Que soy tío! ¡Sissi soy tío! (Risas y aplausos de fondo). Me alegró por vosotros chicos. ¿Ha sido niño o niña?
-Una niña preciosa, se llama Maya.
-Es genial Jeremy me alegro por vosotros.
-Gracias Odd. Oye había pensado reunir a todo el grupo y quedar aquí en París para pasar un par de semanas ahora en vacaciones, ¿qué te parece? Urich ya está aquí.
-De maravilla Jeremy. Esta semana sacamos los billetes y vamos para allá. Además así aprovechamos y vemos al señor Delmas.- Es mi suegro, pero es como un segundo padre para mí.
-Me alegro, iré a limpiar un poco la ermita y os podréis quedar allí.
-¿Pero la ermita no estaba destrozada?
-La arreglamos, es la casa de Aelita, no podía permitir que la princesa se quedara sin su tan preciado castillo.
-Pues perfecto, ¿y Yumi y William?
-Vendrán, luego más tarde les llamaré, así que sin problema. Te dejo que voy a ver a mis princesas. Ciao della Robia.
-Ciao Einstein.

Hay que ver, la parejita con un bebé ya... Cómo pasa el tiempo. ¿Qué será del resto? Bueno, sabré de ellos en una semana.

-Sissi, ¿has escuchado?- Dije emocionado.
-Sí cariño, aunque podías haberme consultado pero entiendo que quieras ir, yo también echo en falta a mi padre y a tus amigos.
-Nuestros cariño, sabes que te adoran. Ya pasó esa época donde nos llevábamos mal, ahora todos somos amigos.

La besé con ternura. Ella no tenía amigos de la infancia, ya que cuando eramos jóvenes era muy creída y prepotente, pero era solo fachada. Una vez la conoces te das cuenta de que es dulce y tierna como un pastelito. Y la quería mucho. Más que a nada.

(FLASHBACK)
Era el baile de graduación de nuestro curso. Ulrich había invitado a Yumi, Jeremy a Aelita y yo... A nadie. Nadie quería venir conmigo, era lógico, ser un Casanova tiene sus consecuencias.
Cuando la gente empezó a bailar con sus parejas, yo me aparte y me salí de la pista. Al fondo, vi a Sissi sola, muy triste. Me dio pena y me acerqué a ella.
-¿Quieres bailar conmigo?- Me miró extrañada.
-No estoy para bromas Odd.- Dijo, y estaba muy triste.

De repente sentí algo que no supe identificar. La vi medio llorando, sola el día del baile. Me extrañaba que nadie la pidiera ir al baile, era guapísima. Y cuando no estaba enfadada ni chuleando era adorable.
-No es broma, bailemos.

La cogí dulcemente de la mano y la cintura y la acerqué a mi, esperando una señal que me hiciera seguir o dejarla tranquila. Ella apoyó su mano en mi hombro y se acercó del todo, un tanto tímida. Y la besé sin pensar en las consecuencias, nada sucio, un suave beso en la comisura de los labios. Y bailamos, bailamos toda la noche. No nos importaron los otros. A ella ni siquiera le importó no ser la reina del baile. Esa noche solo eramos ella y yo.

Desde aquel entonces empezamos a salir, y mis amigos, al principio reticientes a la idea, la aceptaron bien. Aelita y Yumi la llamaban para quedar, Jeremy la ayudó con su preparación para la entrada en la universidad y Ulrich la enseñó Penkat-Silat. Ella entró en mi vida para quedarse y no me arrepiento de nada.

(FIN FLASHBACK)

-Oddie, te quiero.
-Y yo a ti mi reina.

El resto de la mañana se desarrolló entre besos y arrumacos, y aunque hace 7 años no lo creyera, ahora daría todo por pasar así una mañana más.