Si Un Chico Yandere Fuera Tu...

🔪Boyfriend

Si un chico yandere fuera tu novio, tendrias que vivir el resto de tu vida lidiando con sus celos enfermizos.

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Oh, que hermoso día estaba siendo ese sábado. Con el cantar de las aves y los cálidos rayos de sol proyectando una maravillosa mañana, muchas parejas habían decidido tener una tarde descansando en las sombras de los arboles del parque de la cuidad, deleitándose con la brisa y el paisaje que les brindaba aquel encantador día.

Una mañana perfecta...

Aunque, para una linda pareja no lo era.

—¿Podriamos... Ir con los demás? Parecen estar divirtiéndose.—Habló una joven de 29 años que se encontraba rodeada por los delgados brazos de su novio, y según el mismo su futura esposo. Se sentía protegida en esa posición y a su vez cómoda, pero debía de admitir que ver como un grupo de personas que jugaba con una pelota de voleibol dejándose broncear por el espléndido sol y entre risas disfrutaban el juego amistoso le hacia desear unirse a ellos.

—¿Acaso los conoces?—Ella negó.—Entonces, ¿Deseabas unirte a ese grupo de chicos desconocidos con la escusa de querer divertirte un poco?

(T/n) asintió algo nerviosa, sabía a la perfección cuan celoso podría llegar a ser su pareja al estar rodeada de cualquier persona, ya sea conocidos o completos desconocidos. Sintió como este la estrujaba más contra su cuerpo y entrelazaba sus piernas frente a ella, evitando que pudiera escapar. Su espalada estaba muy pegada a su pecho, tanto que podía sentir sus abdominales por encima de su polo, un sonrojo potente se apoderó de su rostro al sentir su respiración en su oído derecho y los latidos acelerados de su corazón.

—¿Acaso no te gusta estar así conmigo? ¿Acaso prefieres a ese grupo de idiotas que a mi? ¿Prefierea jugar con una pelota a que mis manos te mimen?—Su sonrojo incrementó ante sus palabras, ella negó ferozmente por cada pregunta suya.

—Te equivocas, preferiría mil veces estar contigo.—Aquella respuesta le causó una sonrisa enorme al joven, quien en recompensa sujetó el mentón de su novia y lo alzó lo suficiente para plantarle un tierno e inocente beso en los labios.

—En ese caso, te quedaras conmigo y no irás con ellos, ¿De acuerdo?—(t/n) asintió con una encantadora sonrisa y al instante quitó la idea de ir con aquel grupo de extraños, prefiriendo estar en atrapada por el cuerpo de su novio y disfrutar bajo la sombra del árbol de su mañana “perfecta”.

Sin sospechar que su encantador futuro esposo la había manipulado otra vez. 

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—¿En dónde estas?—La voz de su pareja se escuchó desde el otro lado de la línea. (T/n) frunció el ceño al no recibir aunque sea un “hola” de su parte, ni bien había descolgado su celular y eso fue lo primero que preguntó.

—Hola, estoy bien, gracias.—Respondió con ironía, esperando que él se diera cuenta. Pero al solo recibir un gruñido en respuesta decidió contestar a su pregunta.—Estoy en el trabajo.