Pensamientos Profundos.

Cap.5 "Todo Pasará"

Mi madre se queja todo el tiempo que duermo mucho; Pero...¿Cómo no me va a encantar dormir? Si cuando uno duerme se olvida de todo, cuando uno duerme tiene a aquella persona que hoy no esta físicamente pero, al cerrar los ojos podes llegar a sentirla junto a ti. Susurrandote que todo va a estar bien o simplemente poder volver a escuchar su dulce voz, que le da una caricia a tu alma destrozada por la realidad.

Recuerdo un maravilloso sueño, donde mi querida abuela se me apareció diciendo algo confuso, aún con dieciséis años ese sueño sigue dándo vueltas en mi cabeza.

- Aunque todo duela tenes que pensar en salir a delante, no en seguir destruyendote a ti misma, sin poder encontrar una salida.

-Pero no tengo a nadie abu.

-¿Por qué dices eso?

-Francisco era la única persona que estaba para mi y me soltó la mano dejándome caer cuando más lo necesitaba y de mamá bueno...mejor ni hablar.

-No es así princesa, que te fallen dos personas no quiere decir que estés absolutamente sola.

-Abuela...

-¿Que mi amor?

-¿Me podes dar un abrazo por favor?

-Si pipita, pronto todo va a pasar ya falta muy poco.

-¿Para qué?

-Falta poco pipi, falta poco, no te preocupes.

-¿Pero falta poco para que?

-Con el tiempo te darás cuenta.-Me dijo mientas su voz se iba sintiéndose cada vez más lejos.

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¡Arriba Julieta!.- Me despertó mamá ese día. Sigo sin saber que era eso que mi abuela quiso decir en ese sueño que deseo volver a tener en algún momento.

Los ojos colorados, llenos de lágrimas fueron las consecuencias de ese sueño tan real.

Mi abuela solía ser mi gran compañera, vivía muy cerca de mi casa y cada día merendabamos juntas.
Eso es lo feo de querer a alguien, de aferrarte y luego el médico te explica que no hay más solución. Y el día menos esperado dejará de sonreirte, dejando un buen recuerdo dentro de tu corazón.
Falleció joven, dejando pendientes miles de meriendas bajo ese árbol donde la felicidad abundaba y cualquiera que pasará por allí, podría admirar esa hermosa relación que teníamos de abuela a nieta; un amor incondicional, donde lo único que dolía era la panza de tanto reír juntas.

Duelen las pérdidas, pero más duele ver sufrir a esa persona, me emocionó al contar esto y mis lágrimas van apareciendo lentamente aunque las quiera evitar.

Cuando pienso en un bonito recuerdo con ella, muchos vienen a mi cabeza, porque no podría explicar solamente uno al pensar en mi abuela, tan hermosa y brillante como nadie.

Pero hay algo en particular, jamás podría olvidar que al salir del colegio ahí estaba la abuela Lita esperándome con los brazos abiertos, dejándome sentir sus cálidos abrazos y así permanecer juntas al menos por un instante. Aunque todo terminaba cuando ella decia:

¿Pipita el boletín?.- Siempre me salvó en todo hasta con las notas que traía del colegio, que no siempre eran las mejores.

Cuando quería escapar de mi madre y sus adicciones iba a lo de mi abuela, generalmente lo hacía todas las noches y ella me decía con su dulce voz: "Pipita, pronto pasará." Luego íbamos al patio y mirábamos las estrellas, sus favoritas eran las Fugaces ella solia repetir una frase que decia asi: "me gustan las fugaces porque resaltan de todas las otras y es un acto muy particular, hay tantas estrellas y quedamos enamoradas de una fugaz" cómo las personas que pasan tan rápidamente por nuestras vidas y dejan una marca imposible de borrar y mirabamos el maravilloso cielo hasta olvidarme de mis problemas.

Hoy en día hay algo que me suele pasar seguido y se que es mi abuela demostrandome que esta conmigo.

Al venirme recuerdos de ella a mi mente, me subo a la terraza y miro las estrellas y aunque repita esa situación toda la semana, una estrella fugaz cae cada noche en el mismo lugar, ese acto despierta en mi millones de sentimientos encontrados.

En la vida todo ocurre tan de repente, en un abrir y cerrar de ojos todo a tu al rededor se destruye.

Dedicado a mi prima Lucía, que desde el cielo me guían sus ojos a donde voy.