CAPITULO 3 "LA VISITA DE LA DESTRUCCION"

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A miles de años luz de la Tierra y en un planeta lejano y lleno de rojo en varias partes; estaba Red, el Dios Guardián del Planeta Rojo, contemplando desde su casa en el cielo a sus habitantes, con un sentimiento de autocomplacencia y autosatisfecho. Después de todo, había pasado por tantas cosas en los últimos meses que tener esa paz era un auténtico milagro, un milagro que tenía más que merecido.

Hace más de 300 años atrás, su planeta había caído en desgracia producto del capricho y el desdén de un caprichoso Dios. Su nombre era Bills el Dios de la Destrucción del Séptimo Universo, Bills había visitado su planeta y termino esparciendo una plaga diabólica sobre el mismo luego de encontrar asquerosa la comida del lugar, sin contar además que Red cometió el error de reclamarle a Bills por sus palabras y alegar con orgullo sobre su gente y su planeta, lo que causo la ira del destructor, quien al irse dijo.

- Espero que algún día la asquerosidad que sentí yo el día de hoy, la vivan ustedes en el futuro -

Un mes después, su planeta comenzó a caer en la desazón y Red intento por todos los medios salvar a su gente y su mundo pero era inútil; El planeta murió literalmente y quedo convertido en un gigantesco pedazo de tierra roja y totalmente carente de vida.

Red quedo tan afectado por lo sucedido que en lugar de darse cuenta de la culpabilidad de Bills, se dejó corromper por el odio y la desesperación el cual dejo caer sobre su hermano Blue, Dios guardián del planeta azul conocido también como el planeta tierra.

Red no pudo soportar el ver aquel gran planta rebosante de vida mientras que su planeta carecía de ella y por eso arremetió en su contra con todo el cólera que traía dentro.

Sin embargo, Red no imagino que sus planes serian frustrados por las Pretty Cure, mas precisamente por las Happiness Charge, provocando que el mismo tuviese que enfrentarlas personalmente. Al final, el termino siendo derrotado y tras eso, el Dios Rojo por fin comprendió que el amor y la felicidad son reales si se cree en verdad en ellos y que debió seguir luchando para recuperar su planeta.

A la larga Red termino aceptando la ayuda de Blue y Mirage para restaurar el planeta rojo y tras un mes de esfuerzo lo consiguieron.

Justo en eso estaba pensando Red, cuando de repente una de sus asistentes, una muchacha de cabello largo azul y plateado llamada Diana, se acercó a él.

- Señor Red, le tengo noticias desde la Tierra... ¡Eh! ¿Le sucede algo señor Red? -

- Eh, si, si... - dijo Red un poco despreocupado y sonriente.

- Solo estaba rememorando un poco de mis vivencias, Pero dime ¿Qué noticias me tienes, Diana? -

- Oh, bueno... se trata de su hermano, el señor Blue, le mando un mensaje donde le recuerda que hoy es el cumpleaños de la Princesa del Reino Cielo Azul, la señorita Himelda Window Cure Queen del Cielo Azul y le pregunta si podrá asistir al mismo -

- Es verdad, hoy Hime está de cumpleaños – señalo Red mientras miraba al cielo.

- Por supuesto, claro que iré. Dile a Blue que saldré en unos minutos -

- Por supuesto, señor Red, le informare de inmediato. Y por cierto ¿Qué tiene pensado regalarle a la señorita Himelda...? -

- Diana, no es necesario que uses ese nombre tan largo para nombrarla – hablo Red divertido mientras sonreía.

- Sabes que ella odia ser llamada así Solo dile Hime, para ella eso sera suficiente -

- ¡Ah, sí! – exclamo Diana avergonzada.

- Reconozco que a veces no puedo evitarlo, aun no me acostumbro a eso -

- No te preocupes por eso, Diana, pronto lo conseguirás -

- En realidad espero que no. Los súbditos deben tener respeto por sus superiores – dijo de pronto una siniestra voz.

- Y sobre todo tu, Red -

Red y Diana se voltearon sorprendidos al escuchar esas palabras y vieron con horror a la persona que les había hablado.

De pie, vestido con ropas egipcias, con apariencia felina y acompañado de su asistente Wiss; estaba Bills, el Dios de la Destrucción del Séptimo Universo.

- ¡¡¡¡¡TUUUU!!!! – grito Red lleno de recelo y enojo.

- ¿Qué haces aquí? -

- Bueno, veo que aún no aprendes modales. Primero se saluda y después se pregunta el motivo de la visita – dijo Bills sin darle importancia al enojo del Dios Rojo.

- Técnicamente, usted llego aquí primero sin saludar así que no debería exigir modales señor Bills – señalo Wiss – Por cierto, hola querida Diana ¿Cómo estás?

- Oh, sí, me encuentro bien, señor Wiss – dijo nerviosa Diana.

- ¿Y usted como esta? -

- Yo me encuentro de maravilla, salvo por el hecho de estar complaciendo los caprichos del señor Bills -

- Wiss, cierra la boca – dijo Bills.

- El que debería callarse y marcharse eres tú, Bills – dijo Red con furia.

- Señor Wiss, no tengo nada en su contra pero le agradecería que se lleve a ese destructor de mi vista -

- ¿Te atreves a cerrarme la boca y echarme así nada más? Pensé que después de 300 años de ausencia habrías olvidado el pasado, pero al parecer tu orgullo estúpido no te permite aceptar tus errores – hablo Bills antes de que Wiss respondiera.

- Además solo vengo a comprobar lo que dijo Wiss sobre la reconstrucción de tu planeta y el hecho vergonzoso de que hayas sido vencido por un grupo de humanas. Simplemente es una verdadera vergüenza que un Dios, incluso uno como tú, haya pasado por esto -

- ¿Crees que después de 300 años olvidaría lo que hiciste? Jamás te perdonare por el daño que hiciste y mucho menos permitiré que permanezcas más tiempo aquí. Si no te marchas por las buenas, entonces te obligare a ello -

- ¿Ah, sí? Eso lo tengo que ver – dijo Bills con interés.

- ¿De verdad piensas que alguien como tu puede vencer a alguien como yo? Puede que este no sea mi Universo, pero mi poder sigue siendo superior al tuyo -

- Eso lo veremos – dijo Red lleno de confianza.

- Como tú mismo dijiste, este no es tu Universo y por tanto juego de local. Pero no pelearemos aquí. No quiero que mi planeta se vea afectado por tu influencia -

- ¡Señor Red, no lo haga! – le pidió Diana angustiada.

- ¡No vale la pena!... -

- No te preocupes, Diana. Esta vez Bills aprenderá que no tiene derecho a meterse con las vidas de otros que no le pertenecen. Pelearemos allá y ajustaremos cuentas. – dijo Red señalando hacia la luna que había a cientos de kilómetros del planeta.

- Hum... supongo que no tengo más remedio – dijo desganado Bills.

- Pero si gano me dirás de una vez lo que quiero saber. Wiss, llévanos a esa luna que esta allá -

Así, Wiss, Red y Bills abandonaron el Planeta Rojo en dirección a la luna perteneciente al mismo. Mientras Diana se quedó a la espera, con angustia y preocupación por su señor.

 Mientras Diana se quedó a la espera, con angustia y preocupación por su señor

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"HAPPINESS CHARGE PRETTY CURE: Destrucción empieza con "B"Where stories live. Discover now