XIII

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No sé cómo hacerlo, puede que no comprenda todo aquello que algún dia escribí, supongo que en algún momento, la luz de mi vida desapareció y vino la oscuridad y con ella miles de sombras que gritaban vagamente mi nombre.

Una de ellas decide acercarse hasta llegar a juntar nuestras narices. Consigo reconocerle; es mi padre diciéndome: ¿Qué has hecho, pequeña? ¿Cómo has llegado aqui? ¿A quién has traicionado? ¿Recuerdas lo que dije? Jamás traiciones al demonio, pequeña. Ahora estás condenada a pasar la eternidad sometida a las sombras.

--DDUSE

Diario de una suicida enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora