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Sarcastic estaba afuera de su casa reventando un balón de futbol con un cuchillo. Tenía diez años.
Sus "padres" le dijeron que era adoptado y que sus padres biológicos estaban en la cárcel que se encontraba a diez kilómetros de la ciudad.

Sintió como un disco/platillo volador  (frisbee) caía encima de su cabeza. Lo tomó y lo miró con molestia, no sabía que era.
Miró a ambos lados buscando a quien se lo había lanzado; pero no había nadie.

—Disculpa, eso es mío —habló un chico de cabello negro, se encontraba enfrente de él—.

—¿Tú fuiste quien trató de decapitarme? —preguntó Sarcastic con el cuchillo en su mano—.

—¿Qué? —el chico miró el cuchillo—. No lo veas de ese modo, yo jugaba con mis amigos —se giró y miró a un chico rubio y una chica castaña de cabello largo—. Accidentalmente cayó contigo.

—Ya veo —le devolvió el frisbee al chico—.

—¿No quieres unirte? —preguntó el chico al mirar que la casa en la que se encontraba afuera Sarcastic estaba sola—. Me llamo Nathan.

—¿Uh? —Sarcastic se quedó callado con un momento—. Seguro, yo me llamo Sarcastic.

—¿Sarcastic?, extraño pero cool —miró a sus amigos y los señaló al decir su nombre—. Ellos son Jake y Kate.

Sarcastic ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora