Sarcastic ©

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Por primera vez Sarcastic estaba aburrido, tenían hora libre ya que la profesora tomó vacaciones.
El resto del salón se encontraba haciendo desorden; conversando en voz alta, lanzando cosas e incluso algunos compañeros corrían alrededor del aula.

Revisó su mochila en busca de una muñeca, pero recordó que Lisa, su madre adoptiva, no le había comprado por el hecho de que su hermanastra, Hiray, cumpliría quince años ese mismo mes.

Decidió dormir. Hace dos días que no lo había hecho y empezaba a quedarse sin energías.
Recargó su cabeza hacia atrás y cerró los ojos, pero inmediatamente los abrió al sentir a alguien encima de sus piernas, Rebeca se había sentado encima de él.

—Me alegra que aún estés despierto, chico psicópata —dijo Rebeca y mordió su labio inferior—.

Rebeca era su tercera acosadora, claro, después de Kate y Nathan. Si, Nathan amaba a Sarcastic en secreto y era su segundo acosador.
Sarcastic la miró serio, aveces ella se convertía en una molestia.

—Siempre me han llamado la atención chicos como tú —sonrió—. Me alegra que ninguno de tus amigos viniera, así nadie evitaría sentarme en ti.

—Yo puedo evitar que incluso te acerques —dijo Sarcastic, enserio que quería dormirse—.

—Me encanta cuando me amenazas de esa forma —se acercó al rostro de Sarcastic—.

Inmediatamente Sarcastic miró hacia otro lado, Rebeca estaba por besarlo pero terminó dándole un beso en la mejilla.

—Agggg, vamos solo un besito.

—No.

—Chiquito.

—No.

—Entonces no me quitaré de encima —la chica se acercó a su cuello y comenzó a besarlo—.

Sarcastic se cansó, cargó a la chica y la dejó en el suelo.
Regresó a su lugar y se acomodó, esta vez puso sus brazos en el pupitre y se acostó en ellos.

—Me gustaría que un día dejarás de esconder las ganas que me tienes —Rebeca sonrió—.

—No estás tan buena —dijo Sarcastic sin moverse de su posición—.