Raven.

Capítulo 3: Lista de "Los Desaparecidos".

Es increíble la forma en la que las cosas han cambiado desde que ese cuervo picoteo, veo irse y llegar cada vez a más "Desaparecidos". Antes cuando el momento de las torturas llegaba, ellos solían llevarnos a otro lugar, sin embargo, ahora ya no les importa el tener que hacerlo allá o aquí en frente de todos, cuando deciden divertirse frente a todos se aseguran de encadenar a los demás, para que no exista algún intento por parte de alguno de nosotros por hacerse el héroe o heroína. Por otro lado, he logrado notar que cada vez que deciden humillarme ya sea en público o en privado, el joven, el cual ya desarrollo la costumbre dormir al costado izquierdo de mi jaula, tiende a enojarse, creo que ese es el único momento en el que veo esfumarse su sonrisa de maniaco...

En cuanto a las dos niñas las cuales buscaron refugio cerca de mi jaula... Una de ellas murió... Mientras era violada en público por tres (3) hombres, los cuales además de abusar sexualmente de ella también la golpearon hasta que la pobre soltó su último aliento de agonía... Desde entonces la otra niña que vino con ella ha llorado desconsolada y desesperadamente.

Han pasado ya tres (3) semanas, desde entonces he visto más heridas, violaciones, muertes e incluso más putrefacción de la que se vería en un año completo.

Me alegra el hecho de que nadie haya notado aun el hecho de que escribo en la pared detrás de mí jaula el tiempo que llevo aquí con un pequeño y casi gastado pedazo de carbón... Otra cosa que he notado últimamente es que el joven el cual se mantiene a mi lado por alguna razón la cual desconozco, no se siente muy bien... Ha estado tosiendo mucho últimamente, mientras lo miraba de reojo en un momento de absoluto silencio, el decidió culminarlo al dirigirme unas palabras.

— Sé que aún no me lo has preguntado, tal vez por desconfianza o tal vez por pena... Pero me llamo Charlles... ¿Cuál es el tuyo? — Dijo levemente mientras giraba poco a poco su vista hacia mí y luego me brindaba una de sus típicas sonrisas.

— Raven... Mi nombre es Raven — Aunque al inicio lo dude, decidí responder a su pregunta — Así que, Charlles, ¿no? ... Te queda bien... Oye d-... — Yo aún seguía intrigada por Charlles y la comodidad que presentaba ante este lugar, sin embargo, cuando estaba a punto de preguntarle ocurrió algo.

El cuervo se presentó en el tragaluz e inmediatamente luego de su aparición uno de "Esos Hombres" entro a la celda lleno de ira, se le notaba completamente enojado, se acercó hasta un hombre ya en una edad avanzada, el cual estaba temblando de miedo ante su presencia y lo tomo por los pies, arrastrándolo fuera del lugar mientras este gritaba y lloraba desesperado por piedad ante su vida, la cual para mí era obvio que no se salvaría. Luego de un largo rato las puertas del lugar se abrieron y el mismo hombre que saco a rastras al pobre anciano entro en la celda con una bandeja de plata cubierta sobre sus manos la cual coloco en medio de todos los presentes y con una enorme sonrisa descubrió el contenido de la bandeja, era nada más y nada menos que la cabeza del anciano, le habían sacado los ojos y debido al hecho de que le habían dejado la boca abierta se notaba a simple vista que le habían arrancado la lengua. Gritos de horror llenaron el lugar por parte de "Los Desaparecidos" y antes de que "Aquel Hombre" se fuese saco un pequeño costal, el cual era del tamaño de la palma de su mano, al abrirla vació su contenido sobre la cabeza cortada del anciano, en ese instante el rostro ya demacrado y destrozado del viejo se llenó de gusanos, cuando "Aquel Hombre" finalmente decidió retirarse las ratas salieron como lobos hacia su presa, directo hacia la cabeza del anciano la cual comenzaron a devorar... El solo mirar esa escena daban ganas de vomitar, decidí girar mi vista hacia otro lugar y al hacerlo mis se cruzaron con el rostro lleno de terror de la joven niña la cual nuevamente buscaba refugio cerca de mí, ella sujetaba con fuerza los barrotes de mi jaula mientras suplicaba.