Hace así como más de un mes me encontraba revisando mensajes anónimos y topé con uno que llamó realmente mi atención, decía lo siguiente: ¿No crees que para un hombre es contraproducente ser feminista?...Una sensación tan fuerte produjo en mí esta pregunta que sí, efectivamente hoy le dedico unas páginas a la inmensa cascada de pensamientos que esta desató en mi mente. Curiosamente, hace como 3 años antes ya me habían formulado tal pregunta y sorprendentemente mi respuesta no ha cambiado ni se ha deteriorado con el tiempo, es más se ha reafirmado y consolidado gracias a vivencias y razonamientos lógicos. Por ello hoy puedo defender mi punto de vista desde una confianza y seguridad infinitas.
Mi respuesta a la pregunta del millón fue un simple y rotundo no. No creo que el feminismo sea contraproducente para un hombre, la única razón por la que hoy en día sigue habiendo gente que se pregunta esto es que hay personas que, desgraciadamente, no han sido bien instruidas en cuanto a lo que este movimiento realmente significa. Quien piensa así es que probablemente concibe erróneamente lo que es este movimiento de igualdad y no de superioridad de un género sobre otro, algo que sí involucra la mentalidad machista. Por tanto, soy hombre me considero feminista y no, no creo estar ''tirando piedras contra mi propio tejado''. Si soy feminista es porque estoy a favor de la igualdad entre ambos géneros y eso es justo lo que busca el feminismo. En resumen, el feminismo no es el machismo a la inversa.
Ahora sí, ¿Por qué soy feminista? Supongo que mis circunstancias, la realidad en la que he vivido han hecho que lo sea. Estoy muy agradecido por haber tenido contacto desde mi adolescencia, época fundamental para la construcción de la personalidad y los ideales de uno, con personas del sexo opuesto que defienden esta postura en mi entorno. Gracias a ello, con el tiempo yo aprendí también a defenderla y a desarrollar un sentido crítico más objetivo. Entonces, el día que dejas atrás la ingenuidad y lo convencional, tú mismo te das cuenta de que vivimos rodeados de un machismo añejo, pero normalizado; el micromachismo, asfixiados por una atmósfera sexista, que afecta tanto a hombres como a mujeres de manera inconsciente. El deseo de destruirlo te hace querer involucrarte en la lucha, formar parte de tales ideales para ser el cambio que quieres ver en el mundo. Supongo que una causa es además darse cuenta de la imagen que uno mismo tiene como hombre en la sociedad, y al no estar conforme pretender cambiarla.
Pero esta no fue la única pregunta. Tras esta última alguien escribió lo siguiente: ''Y ¿qué opinas de que se diga que un hombre no es feminista sino aliado feminista?'' Esta me hizo pensar durante un rato, pero realmente tengo una respuesta desarrollada desde mi punto de vista, desde mi verdad;
En los tiempos que corren existe cierta obsesión por definir al poseedor de una lucha, una causa, un movimiento, es decir, hay una fijación en cuanto a que el sector ''opresor'' se apodera de la causa, una causa que por razones históricas pertenece al ''oprimido'', es entonces posible que muchas personas vean mal que yo, un hombre, me autodenomine feminista y no aliado feminista, al suponer que no he vivido en mi piel circunstancias por las que hoy en día solo pasan las mujeres mayoritariamente. Para muchos, por mucho que lo intente, no tengo el mismo papel en la causa al no ser una mujer, y no importa cuanta empatía llegue a sentir o cuáles sean mis esfuerzos y mis ganas de unión para hacer cambiar la situación, siempre estaré un poco más al margen, ya que según ciertos puntos de vista esta lucha no me pertenece al 100%, yo soy simplemente eso; un hombre que quiere cambiar su imagen social de opresor, una imagen que ya le viene dada y todos parecen aplaudir mis razonamientos, mi postura y la honradez y valentía con la que decido unirme a la causa, pero a la hora de la verdad no va más allá, no procede...
Volviendo al principio, si yo como hombre me considero feminista y lucho por este movimiento que se concibe como un ''asunto de mujeres'' estoy oprimiendo a las demás feministas (¿), es decir, un opresor se está apoderando de la lucha del oprimido. Entonces, ¿Quién puede decir qué? ¿Cuándo debo callar?...Tomando este punto de vista ¿Qué puedo y no puedo decir al no estar viviendo supuestamente de manera tan cercana el problema contra el que se lucha? , ¿Sería egoísta dar mi opinión y unirme a esta lucha? Para algunas personas sí, esta actitud es perjudicial y no ayuda, lo único que hace es reforzar mi imagen de opresor, ya que estoy defendiendo algo que para algunos solo deben defender las mujeres, y entonces les estoy quitando voz.