15. Padre

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Había vuelto a casa después de mucho tiempo de estar lejos, Zhao se había ido casi de inmediato. Charles por su parte se fue al día siguiente hacía Mallorca.

Mi vida estaba empezando a ser monótona, hablaba con Maggie casi todos los días. Ayudaba a Marco con su tarea y corría tras Camille para que no se lastimara. La dulce vida de una madre.

Estaba preocupada en cierto modo por mis hermanos, y algo aún seguía rondando en mi mente. Por qué Hela me había dicho sobrina.

Un día mientras caminaba por mi propiedad, miré al cielo y pregunté en voz alta:

-Padre, ¿Qué quería decir Hela con eso?

Sabía que era inútil, Padre estaba muerto, y no podía regresar a la nave en la que iban los Asgardianos.

Entre a casa, le serví comida a mis hijos, Marco comió todo, mientras Camille lanzaba la comida hacia las paredes, y hacia mi.

Luego de que Marco se durmiera, y limpiar a Cami, tomé un té mientras seguía pensando en lo que Hela me había dicho. El sueño vino a mi, y fui directo a dormir.

Esa noche, como cualquier otra soñé, estaba en Noruega, lugar donde había visto a mi Padre, Odin morir.

Mire hacia el mar y allí estaba el hombre que me había visto crecer, el hombre que me había criado.

-Mi pequeña Prue. (Dijo él)

-Padre. (Dije al borde de las lágrimas)

Él caminó hacia mi y limpió un par de lágrimas que habían caido.

-Eres hermosa, igual que tu madre y tu abuela.

Lo miré algo extrañada, él sonrió y añadió:

-Sé que deseas saber el por qué Hela te llamó sobrina, yo tengo la respuesta. Debo decirte mi pequeña, que no es algo de lo que este orgulloso.

Alce una ceja a modo de pregunta y Odin dijo:

-Ven conmigo. (Dijo señalando las mismas rocas en las cuales nos habíamos sentado semanas atrás)

Odín miró el paisaje y dijo:

-Sé que nunca he sido el mejor padre, empezando por Hela, y terminando por Loki. Ustedes, mis hijos e hijas han sufrido las consecuencias de mi incompetencia como padre.

Él tomo aire y continuó:

-Hace un tiempo ya, cuando Hela era una niña aún me encontré a una hermosa mujer llamada Lena, era hermosa, superada sólo por mi bella Frigga. (Odín sonrió al recordar a Madre) Lena y yo tuvimos un amorío, no me arrepiento de ello... Pero si de lo que sucedió después.

Odín se quedó pensando por un par de minutos y luego continuo:

-De ese amorío nacieron unas gemelas, bellas, no tienes idea de su belleza, Prue, ellas eran lo más hermoso que había visto en mi vida.

Sentí un vacio en mi estómago, sentía miedo sobre lo que Odin iba a decir.

-Lena decidió ponerles Dahlia (sentí un frío recorrer mi cuerpo) y Liv (sentí unas ganas inmesas de llorar)

-No. (Dije en un susurro) no.

Odin me miró y dijo:

-Nunca me había sentido tan mal, como el día que tuve que desterrar a tu madre. Liv, era la guerrera más excepcional.

Cerré mis ojos para dejar escapar un par de lágrimas.

-Ella y tu tía Dahlia, ellas... Ellas son...

-Ellas son tus hijas. (Dije con voz ahogada)

Odín asintió lentamente.

-Si, mi bella Prue. Tu eres mi pequeña nieta.

Lloré algo desconsolada, por qué nunca me había enterado de nada.

-Lo lamento mi niña, lamento nunca haberte dicho todo esto antes, no me sentía preparado para decirlo. Frigga, ella sabía de las gemelas, aunque ella era infeliz al saberlo, por eso envié a las niñas junto a Brunilda, Lena fue la acompañante de Frigga, hasta que ella supo de ti, e intento llegar a la tierra por otros medios. La última vez que supe de ella estaba en Xandar.

Tenía una abuela, Odín no era mi padre adoptivo, era mi abuelo. Frigga, mi madre, ella nunca lo fue.

-Cuando supe que mi hija Liv seguía en la tierra, y había tenido una hija, fui por ti. (Odín sonrió) Tenía una nieta, y eras tan hermosa como Liv, castaña, por tu sangre humana, pero hermosa. Debía remediar lo que había hecho. Nunca encontré a Liv o ella nunca quiso ser encontrada, no lo sé realmente.

-Es todo esto real? (Pregunté con voz ahogada)

-Si, así es mi hermosa Prue. Todo esto es real, ya no estoy entre ustedes, pero puedo seguir aconsejando a mi familia.

Cerré mis ojos para dejar salir mis lágrimas, al abrirlos me encontraba en mi cama, Camille lloraba ya que posiblemente tenía hambre.

Lleve mis manos a mis mejillas, estaba llorando.

-Oh por Dios! Soy nieta de Odin.

Sequé las lágrimas que quedaban en mis mejillas, atendí a Camille y caminé a mi cama de nuevo, todo esto era una locura, toda mi vida se estaba empezando a caer en pedazos frente a mi, toda mi vida no era más que una mentira, necesitaba de mis hermanos, es decir a mis tíos.

Tomé mi celular quería hablar com alguien, pero... ¿Quién? Charles estaba en Mallorca atendiendo la Agencia de Victoria, Ben posiblemente estaba en el séptimo sueño. No podía hablar con nadie en este momento. La hora en mi celular marcaban las 4:54am el sol pronto empezaría a asomarse.

Fui despacio hacia la cocina, me preparé otro té, y me senté a beberlo, estaba incrédula lágrimas seguían cayendo por mis mejillas. No era posible, no era justo.

Casi sin darme cuenta tres horas pasaron, Marco se levantó, junto con Camille. Marco me llamó con voz somnolienta, caminé hacia él y sonrei, mi rostro posiblemente era un asco, había estado llorando desde hacia mucho tiempo.

Marco al notarlo caminó hacía mí y me dió un fuerte abrazo, eso era lo que necesitaba un abrazo de mi pequeño hombre. Sólo esperaba que nada sucediera de aquí en adelante. Necesitaba un poco de tranquilidad.

Por suerte la navidad estaba cerca, los niños abrirían sus regalos y yo tendría algo de paz al fin, Charles había dejado sus regalos debajo del árbol, al igual que Zhao.

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