El Asesinato De Karla

Él

Era viernes por la tarde cuando se entera que había sido despedido por reducción de personal, tenía 5 meses trabajando en la obra como peón, su padre lo había recomendado para que trabaje en la empresa donde había desempeñado como capataz durante 6 años, además para que se gane la vida haciendo algo ya que como veterinario nadie lo iba a contratar, además que se había quedado sin dinero para continuar con la carrera que había escogido, desganado deja sus herramientas en almacén, y sale de su puesto a hacer unas llamada, una a su padre para avisarle que ya no iba a trabajar ahí y otras a sus amigos para salir y divertirse en la noche, como siempre lo hacían, pero esta vez con un humor a despedida, cuando salió de la obra ya tenía un cigarro entre los labios , solía fumar y compensarlo con ejercicios ¨para no perder la juventud¨ decía el cuándo le preguntaban, llegó a su cuarto que siempre le daba la bienvenida con el desorden de un plato encima de la cama, que estaba desordenada, un zapato en el lugar de la almohada, polos, trusas, y objetos personales distribuidos como un arte abstracto, por todo el cuarto, una cortina a medio cerrar o a medio abrir dejaba entrar la luz del sol que se ocultaba unos libros tirados en un rincón, libros como Zodiac, El dragón Rojo, Hannibal, Domingo Negro, estaban ordenadamente desordenados en un rincón del piso, entró y buscó su toalla y se fue al baño, 40 minutos después estaba listo para ir con las mismas amistades que su padre le había aconsejado que se apartase, salió cerrando su puerta con llave y se dirigió a la tienda para comprar unos Marlboro red, cajetilla de 20. Caminó hacia una avenida donde tomar el carro, mirando los carros que pasaban, en el segundo cigarro que se fumaba fue interrumpido por una llamada de su amigo apodado por todos sus conocidos como ¨chompi¨ abreviación de Chómpiras por su peculiar trato con la gente. Contesta su celular y asiente, tres horas más tarde estaban: él, chompi, y dos amigos más que estaban a punto de terminar tirados en el suelo de ebriedad, varias botellas de licor habían sido causantes de gritos exagerados en la cantina donde habían estado malgastado su dinero. Faltaba poco para media noche cuando se percata que sus amigos estaban ya muy ebrios, salió a parar taxis para cada uno, menos para Chompi, él era su amigo de ya tres años, lo conoció cuando  se investigaba la desaparición de una muchacha de la universidad donde estudiaban los dos, ambos conocían a la muchacha de 22 años, él estudiaba ciencias de la comunicación y sabia de un romance que habían tenido ambos, salieron de la cantina con dirección a la avenida para tomar un taxi, Chompi le dio un abrazo diciéndole ¨cuídate hermano, mañana te llamo¨ y se fue, no estaba tan ebrio como para llegar al desorden de su cuarto, eran ya las 12:20 PM y no tenía nada que hacer, quiso entrar otra vez a la cantina para buscar a una fémina con quien divertirse pero el dinero era limitado por las deudas que tenía que pagar, estaba cerca de llegar a su cuarto ¨tomaré el camino más largo¨ pensó antes de sacar otro de sus cigarros, caminando, faltando tres cuadras  para voltear la esquina y caminar media más y llegar y descansar, se percata que su celular no lo tenía, se lo había dado  a uno de sus amigos para poder realizar un reto de pararse en un solo pie para que vean que aún no estaba ebrio. Sabía que lo tenía porque vio cuando lo guardo, pensó ¨ya mañana voy a su casa y se lo pido¨ y siguió su camino. Una cuadra más adelante aun con el cigarro en los dedos escucha que le habla una mujer, tenía cabello negro y una minifalda, él alza la mirada y no sabiendo lo que le dice responde con un Hola da un pequeño gesto de sonrisa y baja otra vez la mirada, sigue caminando hasta llegar a su cuarto. Cuando quiere abrir la puerta, se percata que no tenía sus llaves, se las había dado a su amigo, el mismo que tenía su celular, se da media vuelta para regresar a la avenida y tomar taxi hasta la casa de su amigo y ver su celular y sus llaves, cuando ve a la misma mujer de minifalda que le sonríe desde la esquina y caminando sensualmente se acerca mirándolo a los ojos con una sensualidad que mataría al mismo cupido.