Capítulo 20

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Narradora

Nana se encontraba en su habitación del hospital.

Hoy por fin le darían de alta y podría salir sin problemas de aquella deprimente cárcel de blanco, como ella lo llamaba.

-En serio odio los hospitales... Todo esta rodeado de malas vibras, a excepción de cuando nace algún bebe...- susurraba ella mientras miraba por la ventana.

Entonces fue cuando escucho como la puerta era abierta y por esta entraron dos personas conocidas.

-Me sorprende que estés despierta a esta hora, Nana. Con lo dormilona que eres- hablo el hombre de pelo negro y larga gabardina.

-Natan!- alzo la voz mientras se giraba a mirarlo.

Fue en ese momento cuando sintió que algo suave se le pegaba a la cara.

-Lo siento, Nana. Al parecer el pequeño te extrañaba demasiado- hablo su padre mientras cerraba la puerta de la habitación.

Nana tomo a la pequeña bola de púas entre sus manos y lo miro a los ojos.

-Hola. Perdonadme, Katsu... estabas preocupado por mi?- le hablaba dulcemente al pequeño erizo mientras este la miraba con sus pequeños ojos rojos- de verdad lo siento. Te voy a recompensar, lo prometo- al decir eso el erizo subió hasta el hombro de la chica y se acurrucó en el hueco entre su hombro y cuello olisqueando el aroma de su ama- también te extrañe, Katsu.

-Al parecer se a encariñado contigo- hablo Naomasa dejando un bolso sobre la cama de Nana- la primera vez que lo vi casi me convierte en un alfiletero andante.

-Bueno... es cierto que Katsu es un poco agresivo, pero también tiene sus momentos- hablo Nana con algo de gracia.

-Cambiando de tema... Ya estas lista para salir o piensas quedarte mas tiempo?- hablo Yagi mientras se sentaba aun lado de su hija.

-Bromeas! No pienso quedarme mas tiempo de lo necesario aquí -exclamo esta tomando el bolso que Naomasa había dejado a su lado- esperen un momento, iré a cambiarme- agrego mientras se levantaba de la cama y entraba al baño junto a Katsu, quien al entrar salto hacia el mesón del lavado permitiendo así que Nana se quitara aquella ropa de hospital de color blanco.

Se miro al espejo.

Ella se debatía entre cortarse el pelo o dejarlo así como estaba.

Anteriormente su madre solía cortarlo, pero a Maryoku le encantaba el pelo de su hija y siempre trataba de persuadirla de que se dejara crecer el cabello, mas nunca lo conseguía.

Bastaba, tan solo, una carita de Nana para que Mary desistiera.

Nana se coloco la ropa que le habían traído, agradecía haberse despertado temprano para ducharse y así poder irse sin perder mas tiempo.

Después de cambiarse, Nana salió del cuarto de baño junto a Katsu y se paro frente a su padre y su tío.

-Ustedes... creen que debería cortarlo?- pregunto Nana mientras miraba como las puntas de su cabello casi rosaban el piso.

-Tu quieres cortarlo?- dijeron ambos hombres de forma automática. Nana frunció el ceño.

-Tal vez... a mamá le guste si lo dejo largo- susurro- quizás así se sienta mas feliz.

Love Crusade (BNHA) HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora