Luna y Sol

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No digas que me necesitas después de humillarme. — Scar.

—¿Quieres mirarme de una jodida vez?—preguntó Justin enojado, me agarró de las caderas, me enfurecí, lo miré a los ojos ya que insistía tanto.

—Espero que escuches bien esto—. Murmuré frente a el.

—Ahora puedo escucharte todo lo que quieras preciosa—. Contestó el muy idiota con una voz seductora.

—Pudrete—. Murmuré nuevamente enojada golpeando su abdomen para que me soltara de una buena vez. Solo le escuché retorcerse y me fui corriendo de ahí hasta perderlo de vista me oculte en la biblioteca durante todo el receso, al salir choqué con alguien, me pegué fuerte, me dolió.

—Que te pasa maldi....— vi a una chica en el suelo, ella había recibido la caída, me digne a callarme. Ella cogió sus lentes, le ofrecí una mano para que se levantase. —eh chica, ¿estás bien?— pregunté para asegurarme de que no se hubiese hecho daño.

—Sí...estoy bien, en serio lo lamento, lo lamento mucho...— habló ella con una voz muy baja, al igual que su cabeza.

—¿podrías mirarme a los ojos? Es mala educación no hacerlo al hablar con otra persona—. »Ja, Ja miren quien habla, la señorita miradora de ojos ____ ¿es en serio? Tu ni querías mirar a los ojos a Bieber.«
Cállate consciencia, ese es un tema muy diferente.

—lo siento—. Se disculpó nuevamente y me miró a los ojos esta vez —¿tú estás bien? Te veo un poco ida... —sacudí mi cabeza en negación.

—no, tranquila, esta conciencia intrometida...— Murmuré lo último para que no me escuchase.

—oh bien, entonces yo. Bueno, me iré...

—no, no, no, espera. Ten mi número. — le entregué un papel con los dígitos escritos— nos vemos a la salida, debes conocer a alguien, amiga mía. —le guiñe un ojo y ella sonrió, me dirigí a mi aula, salón, clase, como gusten llamarle. Me senté y parecían horas interminables.

BRRRRRUUUUUUUUUUM

¡Al Fin! ¡Soy libre! ¡Libre! Exclamé en mi cabeza, todos salieron muy rápido de la clase, me sorprendió, al parecer estaban tan aburridos como yo. Iba a recoger mi bolso en cuanto una gran mano agarró mi brazo. ¿Quien más iba a ser? El más imbécil de los imbéciles.

—No puedes huir de mi, te tengo en la mira, y serás mía.

—Me. Das. Asco. ¿Si escuchaste bien, guapo? — hablé con ironía a lo cual el me empotró contra la pared, estaba acorralada.

—Te invito a salir, salgamos esta noche, por favor. — habló el muy cerca de mis labios.

—Antes muerta, que salir con un patán como tú. Sueltame, o grito.— estaba comenzando a enojarme, ¿quien diablos se creía el?

—trae acá — sacó mi móvil de mi bolso traté de arañarlo pero me detuvo. —ya está, ten, adiós.—dió un beso en mi mejilla el cual rápidamente limpié con mi mano, que asco, joder, he sido besada por la bestia.

GAME OVER  (Justin y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora