Little Prince ➳ Kookmin

Capítulo once

—Hoy me voy, Jungkook.

Jungkook se atragantó con el agua del pozo, cuando volteo a ver a Jimin notó como este le sonreía con los ojos llorosos. Jungkook sintió como los suyos también picaron.

—No puedes irte.

—Tengo que, Kookie. Debo volver a mi planeta, cuidar de mi rosa y mi cordero.

—¿Pero qué hay de mi? Me dejaras solo... Perdí a mi papá y ahora te perderé a ti también —Jimin se acerco a él en silencio y beso su frente.

—No estaras solo. Mi planeta esta allá arriba, en las estrellas. Quizás no sepas en cuál específicamente, pero este es mi regalo Kookie, cada que mires hacía las estrellas me veras en todos lados. Para ti, yo estaré en todas las estrellas que alcances a ver —Jimin besó las lagrimas que caían por las mejillas de Jungkook— Es una lastima que nos hayamos domesticado.

—¿Domesticado?

—Me lo explico el zorro, es un vínculo que te hace mío y que me hace tuyo.

—¿Mío? ¿Tuyo? —preguntó confundido.

—Soy tuyo, Jungkook. Y tu eres mío, y eso hace que te necesite y que nuestra despedida se vuelva más dolorosa.

—Entonces no te vayas.

—No quiero lastimarte, Jungkook. Vuelve al avión, por favor y sigue esperando a tu papá —Jungkook vio como Jimin se giraba para comenzar su camino por separado.

—¡Espera! —corrió hacia Jimin y le entrego un papel, el rubio lo desdoblo volviendose a encontrar con la boa—. Quédatelo.

Jimin miró el dibujo por unos segundos antes de negar y devolverle el dibujo.

—Es un dibujo muy cruel y no quiero que algo cruel me recuerde a ti. Dibujame otra cosa, algo con lo que te pueda recordar.

Jungkook apretó su dedo indice contra su mentón, como había visto a Jimin hacer cuando pensaba. 

Sus ojos se iluminaron cuando lo supo. Saco un nuevo papel y dibujo una estrella, se lo tendió a Jimin para que pudiera verlo y este escondió sus ojos en una gran sonrisa. 

—Adiós, Jungkookie —dijo Jimin pero el otro no contesto. Volvió a repetir—. Adiós.

—Adiós... Jiminnie.