Camino a las Estrellas

C A P I T U L O 1 8

"No tenia nada, ni hogar, ni dinero, ni si quiera tome ropa cuando me marche, estaba tan horrorizada y asqueada de mi misma que huí en pijama"

"Cariño, no sigas, lo siento"

"No, ya que empece quiero terminar"

El rostro de Chris se inclino para tomar mis labios en un rápido beso.

"Aquel día corrí sin destino, Poncho me encontró al día siguiente tirada junto a un portal, congelada de frió, me ofreció la vida fácil y el se encargaría de mi, no fue difícil decidirme, ¿Que era peor de lo que me habían echo? Ya daba igual, no valía nada..."

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Tome su rostro entre mis manos y acerque mis labios a los suyos, ella cerro los ojos suspirando, nuestros labios se buscaban, anhelando lo que después de tantos años de soledad volvía a renacer.

"Tu vales mas que nada en el mundo"

Susurre, contra sus labios. La di otro rápido beso y la acaricie la mejilla.

"Te propongo un trato"

"¿Cual?"

"Quedaros aquí, hasta que encuentres trabajo y un hogar, yo os ayudare para que sea mas rápido"

Dulce suspiro y me abrazo mas fuertemente pasando sus frágiles brazos alrededor de mi cintura.

"Esta bien"

Suspire aliviado, ahora solo tenia que volver a enamorar a Dulce y nunca mas dejarla ir.

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Abrí los ojos lentamente, sintiendo el cálido tacto de los brazos de Chris rodeando mi cuerpo, suspire y me acurruque junto a el, una sonrisa curvo mis labios, toque su mejilla, y el suspiro sin despertarse.

Cerré los ojos y me entregue al momento, solo por una vez podía imaginarme que eramos una familia feliz, pero la realidad pronto volvería...

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Desperté solo en el sofá, una manta cubría mi cuerpo, risas venían de la cocina, sonriendo llegue hasta allí.

Dulce hacia cosquillas a María y las dos reían felices. Sin poder evitarlo, las observe hasta que Dulce sintió mi presencia.

"Hola" Dijo con una tímida sonrisa.

"Buenos días"

María echo sus pequeños bracitos hacia mi y yo la tome.

"¿Como están mis chicas preferidas?"

Mire a Dulce con una sonrisa y ella me corespondio, esto solo era el principio...

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El día paso rápido, el tiempo había mejorado y decidimos pasar el día en la playa. Christopher jugo con María, creando castillos de arena, luego mi pequeña se dedico a enterrarle y ahora agotada dormía sobre la arena.

"Es preciosa" Susurro Chris mirándola.

"Si..."

<como tú> Pensé.

María era igual que Christopher y el no se daba cuenta.

Chris desvió la mirada de la niña y se centro en mi. Nerviosamente mis manos se movían rodeando mi cintura.

"Tu también eres muy hermosa"

Susurro el, siguiendo con la mirada los movimientos de mis manos.

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Tome su rostro entre mis manos, ella ahora temblaba. Aparte sus manos de su vientre y las puse sobre mis hombros.

"Tranquila Dulce, no voy a hacerte nada..."

"Ya se..."

Pose mis labios en su mejilla, ella tembló, me levante y me senté detrás de ella.

Ella sin decir nada siguió mis movimientos con la mirada.

Acercándola a mi cuerpo, la estreche entre mis brazos, posando su espalda en mi pecho.

"Sabes que nunca haría nada que no deseases"

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Dijo el mientras besaba mi cuello, gire mi rostro, dejando mas libertad para que accediese mejor con sus labios.

Sin parar de besarme en esa zona, tomo mis manos entre las suyas. Apretando débilmente, demostrándome con ese gesto que siempre estaría a mi lado.

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Dulce con cada beso que la regalaba se iba relajando poco a poco. Observe unos segundos a María, dormía tranquila encima de la toalla bajo una sombrilla.

"¿Algún día me hablarás de el?"

Dulce se tenso, intento apartarse de mis brazos, pero impidiéndoselo la lleve otra vez a caer en mi pecho.

"Tan mal os trato?"

"No..." Susurro.

"Entonces... ¿Por que Dulce?"

"No quiero hablar de eso... por favor..."

Suspire resignado.

"Esta bien... lo siento"

Tome su rostro girándolo, quedan a escasos centímetros del mio, mire su boca, alce la mirada y ella también observaba la mía.

En un acto reflejo paso su lengua por los labios. Sin poder evitarlo seguí su movimiento, ella me miro.

Sin saber bien quien dio el primer paso nuestras bocas se encontraron.

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Sus manos se movían recorriendo todo mi cuerpo, Chris me tomo en brazos, me tumbo lentamente en la arena y luego el se coloco encima de mi cuerpo. Sin parar de besarme fue subiendo mi camiseta lentamente.

"Chris no..."

Mire a María que seguía durmiendo, ajena a lo que sus padres estaban haciendo.

Dul..."

No hacían falta las palabras, los dos lo deseábamos. Pose un dedo en su labios y el lo beso.

"Esta noche, cuando María duerma, iré a tu habitación..."