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La semana transcurrió bastante bien. Las clases fueron buenas e hice uno que otro amigo. Hay un par de chicas que comparten todas mis clases, hemos estado pasando los descansos juntas y ayudándonos en los trabajos. Hablando de Tico, sólo lo vi el miércoles, hablando con la misma chica que está con Jon. Y a Jon, a él solo lo veo a la hora de la salida, cuando pasa a recoger a su chica.
Es viernes, son las 7;56 de la noche y ya estoy lista para la llegada de los chicos. Me vestí con una larga falsa rosada y un suéter que combina. Dejé mi pelo suelto y me puse un poco de labial rojo. Me veo en el espejo. Odio compararme, pero soy horrible comparada a las chicas populares de mi nueva escuela. Además, mi mamá nunca me enseñó a maquillarme, o a arreglarme bonita y femenina. Podría decir que no tengo un muy buen sentido de la moda. Sin embargo, esta noche hice lo mejor que pude por verme bien. A las 8:00 en punto, escucho la bocina de un auto afuera de mi casa. Suelto un suspiro, tomo mi bolso y salgo de mi casa. Al salir, veo que en el auto vienen Jon, su chica y Tico en la parte de atrás. Veo a Jon. Vaya que es guapo. Su cabello está un poco más peinado de lo normal, y por primera vez, lo veo sin lentes de sol. Su chica está vestida con un ceñido vestido rojo y maquillada perfectamente. En cambio, parece que Tico no se molestó por su apariencia, se ve igual que cualquier día.
Me abre la puerta del auto y me subo con el. Le doy un beso en la mejilla en forma de saludo y puedo notar que Jon nos ve por el espejo retrovisor con una sonrisa maliciosa.
—¿Quién es tu amiga, Tico?— Pregunta Jon sin dejar de mirar.
—Se llama Sharon. Sharon, el es Jon.—
—Hola...— Digo con obvios nervios.
—Hola, preciosa.— Dice guiñándome un ojo. Antes de que pueda responder, su chica, de la cual aún desconozco el nombre, le da un codazo y le ordena que se ponga a manejar. En el camino lo único que suena es una canción del radio que no conozco. Puedo sentir la fría brisa en mi rostro, y no hacemos más de cinco minutos hasta que llegamos a la escuela. En cuanto Jon estaciona el auto, sin decir nada, la chica se baja y camina hacia dentro de la escuela.
—No puede ser... ¡Patty!— Le grita Jon en forma de ruego para que regrese, pero la chica, que ahora se que su nombre es Patty, no hace más que levantarle el dedo grosero y seguir con su camino hasta que entra a la escuela.
—Estás en problemas.— Le dice Tico riendo.
—No, está loca. Los veo adentro.— Jon quita las llaves de su auto y se baja, observo como va corriendo en la misma dirección de Patty. Cualquiera pensaría que esos dos están enamorados. Con un poco más de calma, Tico y yo nos bajamos. Sin decir una sola palabra, entramos a la escuela, para ser más específicos, a la cancha de baloncesto. Sinceramente, pensé que sería un baile. En mi vieja escuela así era. Cada año, hacían un baile donde todos llevaban sus mejores atuendos y bailaban. En cambio aquí, parece una fiesta casual. Si hay gente bailando, pero la mayoría están bebiendo, hablando y jugando juegos de adolescentes. Volteo a ver a Tico para sentirme un poco más segura, pero para mi sorpresa, en vez de estar a mi lado, está en una mesa, hablando con una chica rubia. Ni siquiera me di cuenta en qué momento se separó de mi. Suelto un suspiro y no hago más que ir a sentarme a una de las bancas, después de todo, no tengo nadie con quién hablar en este sitio. Observo todo. La gente parece que realmente se divierte, a excepción de los marginados como yo. Mi vista se dirige a Patty y Jon. Están discutiendo, pero gracias a la música no puedo oír que dicen. La expresión de Jon es neutral, está escuchando a Patty, mientras que ella está más roja que un tomate gritándole. Después de unos segundos discutiendo, Patty le suelta una fuerte bofetada a Jon y sale corriendo de allí. Puedo notar que a Jon no le agradó mucho que lo hayan golpeado, sin embargo, se queda parado en el mismo lugar, mirando el suelo. Eso es algo que jamás entenderé. ¿Por qué los chicos guapos como Jon se fijan en chicas que sólo les hacen daño? Es obvio que Jon tiene miles de chicas atrás. Chicas que probablemente darían la vida por él. Pero prefieren un buen par de bubis y un buen trasero, que un amor sincero. No lo sé, es una de las cosas que no entiendo del ser humano. Cuando mi mente deja de dar vueltas, me doy cuenta que Jon está hablando con Tico y ambos me ven.  Inmediatamente desvío la mirada y me sonrojo. A pesar de que miro hacia otro lado, puedo sentir como Jon se acerca a mi, hasta que lo tengo en frente y alzo la vista.
—Hola, Sharon.— Dice con una amistosa sonrisa y se sienta a mi lado.
—Hola...
—¿Por qué no estás bailando con alguien?
—Pues... No tengo nadie con quien bailar.
—Pensé que venías con Tico.
—No, no. Vine con él porque es mi único amigo en este lugar.
—Mhm, me habló de ti en la semana.— Dice sonriendo. No puedo evitar acordarme que Tico me dijo que le consigue chicas a Jon para acostarse y sentirme un poco mal. No quisiera saber que hablaron de mi como si fuera un simple objeto.
—¿Qué te dijo?
—Que eres una chica tímida y linda.
—Supongo...— Jon y yo nos quedamos en silencio. Escucho la música, hay una canción lenta sonando, y en el medio de la cancha, parejas bailando. Miro a Jon de reojo, y puedo notar que está viendo la misma escena que yo. Voltea a verme y hacemos contacto visual. Sus ojos son lindos. Muy lindos. Son de un azul muy claro y tienen brillo. Además, sus pestañas son largas, y lo hacen ver aún más lindo.
—¿Quieres bailar?— Pregunta.
—¿En serio?
—¿Por qué no? Los dos estamos solos.
—¿Y Patty?
—No... Ayúdame a olvidarla.— Jon se levanta y toma mi mano, ayudándome a levantarme. Sin soltarme, caminamos hasta el medio de la cancha y me pone frente a él. Su mirada penetra la mía, y sonríe mientras pone sus manos en mi cintura. Por instinto, rodeo su cuello con mis brazos. Estamos a tan sólo unos centímetros de distancia. Percibo su loción y comienza a moverse lentamente sin separar en ningún momento sus ojos de los míos.
—¿Por qué nunca te había visto por aquí?— Pregunta.
—Soy nueva en la escuela.
—Lo sé, tontita. Me refiero a la Ciudad.— Sonríe cariñosamente.
—También soy nueva en la ciudad.
—¿De verdad? Me gustaría conocerte más.
—Pues no hay mucho...
—Claro que hay. ¿Quieres ir conmigo a dar una vuelta en el auto mañana?
—Yo... Claro que sí...— Jon no dice nada más. Simplemente seguimos bailando, mirándonos el uno al otro. En algún punto de la canción, Jon me apega a él y recarga su cabeza en la mía, abrazándome como si fuéramos una pareja que se conoce desde hace años. No conozco en lo absoluto a este chico, pero inmediatamente sé que es alguien que necesita todo el cariño del mundo. Puedo sentir como su corazón palpita, y por un momento, cierro los ojos y disfruto el momento.
Nos quedamos así, abrazados hasta que termina la canción. Jon se aleja de mi y sonríe.
—Paso a tu casa por ti, a las cinco de la tarde.— Sin siquiera dejarme contestar, Jon da la media vuelta y sale de ahí. No puedo mentir, si las cosas siguen así, pronto me voy a enamorar de él...

Love Lies. (Jon Bon Jovi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora