Comienzo

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Solo por que lo pidieron ;u; aquí esta la segunda y última parte de esta pequeña historia :'3 ❤ Los amo con todo mi corazón ❤

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—¡Felicidades! —John exclamó al tiempo que abrazo a su mejor amigo, Alexander.

Para que mentir, en realidad quería irse de allí lo más pronto posible ¿Por qué? Por el simple hecho de que Alexander se había casado hace un par de horas con la señorita Elizabeth Schuyler. Ellos dos hacian una hermosa pareja, para que negarlo, pero al unir a estos dos corazones terminaron por romper a otro, asi es, el corazón de John habia sido quebrado como si de un fragil y delgado cristal se tratase, aunque la noticia la sabía desde hace más de un mes eso no hacia mas que hacerle más daño ¿Todo por qué? Por no decirle sus sentimientos al de cabello azabache. Tanto tiempo había permanecido indefenso por ese hombre, desde que lo conoció en la Universidad por casualidad del destino había caído enamorado de él pero sus propias inseguridades se lo negaron, le prohibieron aceptar por completo esos sentimientos ya que tambien tenía miedo por lo que fueran a pensar sus hermanos y padres.

Pasaron los días, meses y años. El famoso grupo de amigos nunca corto comunicación, se podría decir que eran "inseparables", muy buenos amigos y confidentes. Pero a pesar de las risas, buenos momentos y demás que pasaban juntos, el joven de pecas no hacía más que dañarse a sí mismo, no de manera física sino emocionalmente causando que la pequeña ansiedad que se había formado se volviese cada vez más grande. La sonrisa solo era una máscara.

Con el tiempo aceptó lo que era y por ende terminó por decirle a sus padres, no fue tan difícil como creyó que iba a ser pero una cosa fue segura, tuvo una gran riña con su padre pero lo termino asumiendo sin perjudicarle. Como siempre, ninguna familia era perfecta.

Más tiempo.... Parejas llegaban y salían de la vida de John, el último fue alguien con el nombre de Francis. Realmente todo marchaba bien con aquel hombre, sin embargo Laurens nunca llegó a sentirse satisfecho a pesar de los buenos momentos, de todas aquellas lindas caricias y detalles que le proporcionaba el contario. Pero Francis no era tonto y eventualmente se dió cuenta de que el corazón de John le pertenecía a alguien más, alguien se lo había robado desde hace ya tiempo.

—No podemos seguir así, no estoy ciego y estoy completamente seguro de que tu tampoco, deja de engañarte a ti mismo —esas palabras..... tenía toda la razón. John no era del todo feliz debido a que nunca pudo superar a Alexander a pesar de haberlo intentado varias veces, siempre lo veía feliz junto a su familia, —Esto es todo. Espero que algún día llegues a sentirte satisfecho —fue el fin de esa relación. La gota que derramó el vaso.

Finalmente, después de un par de meses, hubo una reunión de amigos, los amigos de siempre: Lafayette, Hércules, Alexander, John y Aaron, aunque suene extraño, el más serio continuaba juntándose con ellos. "Fiesta", y si que fue una fiesta después de todo, aunque no todo salió como lo esperado.

—¡Dios mío, Alex! —exclamó Lafayette al ver el estado de ebriedad de su amigo —¿Ahora haremos contigo?

—¿Conmigo? ¡Nada! —contestó, a decir verdad en su tono de voz no se notaba mucho su estado de ebriedad.

—Yo le advertí que no tomara mucho —comentó Burr sacando toda responsabilidad.

—Tu eres muy aburrido, Burr. Siempre lo has sido —al menos estaba en mejor estado que otros.

Fue cuando Hércules, quien sostenía a Alexander, habló —Saben que no podemos dejarlo con su esposa en este estado, ¿cierto?

John suspiró —No se preocupen, llamaré a Eliza y le diré que se quedará en mi casa por esta noche, seguro no quiere que sus hijos lo vean este estado tan... miserable —sacó su celular y marcó. La charla no fue tan larga, solo unas palabras, un par de disculpas y todo arreglado.

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