Han pasado ya casi 2 años desde que nuestros superhéroes salvaron París por primera vez y las cosas han cambiado. Una de ellas, los sentimientos de nuestros héroes. Ahora Chat está enamorado de Marinette y Ladybug de su lindo gato negro.
Versión ren...
Era un día como otro cualquiera, Ladybug y Chat Noir habían vuelto a salvar París de las garras, o mejor dicho alas, de Hawk Moth. Con esta victoria ya hacían 100, por lo tanto los dos habían quedado para celebrarlo más tarde. Durante esas cien batallas con su gato tonto, Ladybug había vivido muchas cosas; La primera vez que luchó junto a Chat, el beso mientras luchaban contra Cupido Sombrío, La "cita" que tuvieron después de luchar contra Glacietor...
Durante todo ese tiempo, que por cierto dentro de poco sería dos años, Ladybug había vivido muchas cosas. Algunas buenas y otras malas. Sus sentimientos habían evolucionado y ya no era una niña tonta como antes. Se acabo dando cuenta de lo que realmente sentía, de a quien realmente amaba, y ese era Chat. Debía reconocer que aún amaba un poco a Adrien, pero con el paso del tiempo comprendió que lo que sentía por él no era más que una gran admiración. Mientras tanto su corazón se fue abriendo poco a poco a ese maldito gato tonto que la alagaba y pretendía. Sin darse cuenta se enamoró de su compañero de batallas y tras aquella máscara negra, su mejor amigo.
Por otra parte los sentimientos del gatito también habían cambiado. Últimamente Hawk Moth no mandaba tantos akumas como antes por lo que Adrien o Chat, como le quieras decir, pudo disfrutar más de una vida de adolescente "normal". Su padre ya no le presionaba tanto como antes y tenía más tiempo libre, eso sí, aún tenía que ir a sus clases de chino y piano, a los entrenamientos de esgrima y a las sesiones de fotos. Al tener más tiempo libre estuvo más con sus amigos y con su padre. Y fue una de esas amigas de la que empezó a enamorarse. No era Lila, tampoco Chloe, era aquella chica de cabellos azabaches que parecían azules bajo el sol. Sí, esa chica de la que se enamoró era Marinette. Seguía sintiendo algo por Ladybug, pero al comprender que una relación con ella era casi imposible perdió las esperanzas y las volvió a encontrar en Marinette.
Con la idea de decirle lo que sentía aquella noche a Chat, Marinette se destransformó, le dio una galleta a Tikki para que recobrará fuerzas y se volvió a transformar en la heroína favorita de París. Antes de irse cogió un paquete envuelto con un papel verde neón y una cinta negra. Seguramente era un regalo para Chat.
Ladybug surco las calles de París saltando de tejado en tejado. En unos pocos minutos ya estuvo en el lugar citado por los dos superhéroes: La punta de la Torre Eiffel.
Ahí, sentado, el gato negro miraba con una linda sonrisa a la heroína moteada. Ladybug se sentó a su lado y le devolvió la sonrisa.
-¿Que ahí mi gatito?- le saludó la chica a su gato tonto.
-Mi Lady, tan linda como siempre. Por cierto ¿Dónde están Queen bee y Rena Rouge? Se supone que venían contigo - preguntó el gato rascándose la oreja.
-¿No te llegó el mensaje? A las dos les surgió un problema y no han podido venir. Estamos los dos solos.
-Entiendo -Dijo y se levantó- ¿No nos vamos a quedar aquí toda la noche? Ven, la fiesta aún no comenzó.
Le tendió la mano y la joven la sujeto con gusto. De un impulso Chat levantó a Ladybug y la cargó en su espalda.
-¿Lista my Lady?
-Lista.
El rubio sujeto a la chica y empezó a saltar de tejado en tejado con ayuda de su preciado bastón. El ágil gato saltaba y saltaba, saltaba tan alto que casi rozaba las estrellas. Desde aquella perspectiva todo parecía tan alto. Ladybug ya había estado tan alto otras veces, pero aquella vez fue especial. De repente, el gato dejó de saltar por los tejados y se paró en seco.
-Llegamos- Dijo bajando a Ladybug de su espalda.
Delante de ellos, un tejado decorado con farolillos y velas. Ladybug sonrió. Aquel lugar era sencillo, pero muy hermoso. Le recordó tanto a cuando lucharon contra Glacietor.
-Chat, esto es hermoso.
-Muchas Gracias, My Lady- Dijo algo sonrojado.
Los dos se sentaron en un rincón donde habían un montón de almohadas y peluches de los superhéroes.
-Creo que ya es hora de que te de tu regalo- Dijo la chica cogiendo su regalo.
El gato feroz como un león y rápido leopardo abrió su regalo.
-Son... Unos cascos con orejas de gato ¡Me encantan! -Dijo poniendose los cascos- Aquí tienes tu regalo.
Ella con un poco más de tranquilidad que Chat abrió su regalo rasgando el papel de envolver.
-¡Chat esto es demasiado, no tenías porque!
Entre las manos de la heroína un collar de rubíes con la forma de medio ging-gang. Chat sacó un collar igual al que le había regalado a ella, pero este era de esmeraldas.
-Ahora estaremos siempre unidos.
Ante esa respuesta tan bonita, Ladybug le dio un abrazo a Chat. Ese abrazo fue inesperado para él, pero aún así lo correspondió con gusto. En aquel momento ninguno quería que el tiempo avanzáse. La chica se sentía tan feliz entre sus brazos. Con la cabeza apoyada en el pecho del héroe de ojos verdes, podía escuchar los latidos de su corazón. Ese corazón que ella le había robado, pero no en su forma de heroína, sino en su forma de civil.
Entonces como una estrella fugaz, la chica recordó lo que tenía que hacer. Ya era hora de mostrarle sus sentimientos a Chat.
-Oye Chat, hay algo que he tratado de decirte desde hace mucho tiempo, pero no encontré las palabras para hacerlo. Lo que quiero decir es que...
Antes de terminar la frase comenzaron a sonar las campanas de una Iglesia que indicaban que una nueva hora comenzaban.
-¡Pero si es super tarde! Siempre se me pasa el tiempo volando cuando estoy contigo. Será mejor que lo dejemos por hoy. Hasta mañana -Dijo a puntó de irse- Por cierto, ¿Que era lo que querías decirme?
-Nada, sólo... Quería decirte que me encanta ser tu compañera -Mintió.
Chat no dijo nada, sólo asintió y sonrió. Después se fue, y unos instantes después Ladybug. Al llegar su casa, con cuidado de que nadie la viera, se destransformó. Tikki apareció algo cansada y aterrizó en las manos de Marinette.
-Al final no le revelaste lo que sientes a Chat -le comentó Tikki a Marinette.
-Ya lo sé, hoy no a sido el día, pero eso no significa que mañana no pueda serlo. Le diré lo que siento, tarde o temprano. Lo prometo.
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¿Que tal el capítulo de hoy? Espero que os haya gustado. Esté es el primer capítulo de muchos y espero que con vuestra ayuda pueda continuar esta bella historia. Subiré un capítulo a la semana.
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