2. ¿A quién ama el gatito?

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~Con Adrien~

Mientras tanto, esa noche a Adrien le estaba costando conciliar el sueño. Por su mente pasaban muchos recuerdos y preguntas. Aquella noche había sido muy especial, pero además había despertado antiguos sentimientos en él. Hacia ya unos 3 meses desde que dejó de lado su amor por Ladybug, 3 meses desde que se confirmó a sí mismo lo que sentía por Marinette. Pero ahora dudaba, ¿A quien quería más? A su mejor amiga, la chica en la que más confiaba y aunque se conocían desde hace poco, a la que más conocía o a su compañera de batallas, de la que se enamoró nada más verla. Tanto pensó en esto que al final se durmió.

A la mañana siguiente, se despertó lentamente y con mucha pereza, se levantó y se fue al baño. Una vez ahí, se dio una buena ducha de agua fría como tenía el joven de costumbre. Se vistió y se dirigió dónde Plagg dormía para despertarle.

-Plagg ¿Estás dormido? -Le preguntó al kwami traga queso.

-Ahora ya no -Respondió malhumorado- Déjame dormir un poco más.

-Vale, pero me tendré que comer yo sólo esté riquísimo queso camenbert.

Corriendo como si lo hubieran invocado, Plagg se posó en el hombro de Adrien y preguntó:

-¿Donde está el queso?

-Encima de la mesa -Dijo el joven riéndose- Y no te lo comas muy rápido no te vallas a atragantar.

Dejando a Plagg a solas con su amado queso, Adrien bajo a desayunar. En el comedor de la gran mansión lo esperaban ya para desayunar Nathaly y su padre.

-Buenos días, señorito Adrien -Le saludó Nathaly con simpatía.

- Buenos días, Nathaly. Buenos días, padre.

Su padre no dio los buenos días, pero si sonrió tras las hojas del periódico que leía. Aunque le costaba demostrarlo, Gabriel Agreste quería y se preocupaba mucho por su hijo. Esa era la razón por la que Hawk Moth ya no mandaba tantos akumas, estaba ocupado intentando ser un mejor padre para su hijo.

Adrien terminó de comer su desayuno y acompañado por su guardaespaldas "La niñera", subió a la limusina camino al Instituto. Cuando llegó al Instituto como era normal, lo esperaba su amigo Nino. Se pusieron a hablar sobre las clases y otros temas poco existenciales. Al cabo de unos minutos, la concentración de Adrien se desvió de la conversación para fijarse en Marinette que acababa de llegar. Al darse cuenta de la cara de embobado que ponía Adrien al mirar a Marinette, Nino intuyó lo que estaba pasando.

-Brother ¿A ti te gusta Marinette? -Preguntó curioso.

Saliendo del trance de la belleza de Marinette, Adrien miró a Nino nervioso. Sus mejillas se tornaron de un color rojo fresa lo que sólo confirmó las sospechas de Nino.

- Adrien...

-¡Ok, lo confieso! -dijo más rojo que un tomate- Me gusta Marinette.

-¡Por qué no me lo habías dicho antes! Te habría ayudado sabes que soy todo un "Casanova" -dijo haciendo una pose de galán.

Ante esa broma los dos amigos se partieron de risa. La campana que indicaba el comienzo de las clases resonó y los dos adolescentes entraron a las clases. Por lo menos ahora que su mejor amigo sabía su secreto tenía alguien con quien hablarlo. Sentado en su pupitre el chico se pasó toda la clase sin despegar la mirada de la peliazul. Cuando se acabaron las clases, Adrien se reunió con Marinette con la esperanza de pedirle una cita.

-Tengo que decirte algo importante.

-Pues dímelo

-Aquí no puedo, sigueme.

La tomo de la mano y la llevo a un lugar donde no hubiese mucha gente para hablar en privado. Una vez ahí Adrien volvió a hablar:

-Quería saber si tú... querrías salir conmigo.

-No hacía falta que me llevarás aquí para decirme eso -Dijo sin entender lo que realmente decía Adrien- Deja que avise a Alya y a Nino...

-No me entendiste bien. Lo que quiero yo es que salgamos solos, tú y yo, como... En una cita. -Le aclaró el rubio nervioso.

Marinette que acababa de comprender a lo que se refería Adrien, no sabía que responderle. Por una parte, Adrien era su mejor amigo y aunque antes lo había amado, ahora sólo lo veía como un hermano ya que su corazón le pertenecía a otro. Pero no quería herir sus sentimientos, era su mejor amigo y lo quería, pero no lo amaba. Entonces, dejando a parte sus sentimientos Marinette decidió darle una oportunidad.

- Oh, entiendo -Dijo emitiendo una sonrisa ligeramente falsa- Si, está bien ¿Te parece si quedamos esta tarde a las siete?

- Si, de acuerdo -Dijo emocionado- Nos vemos a las siete.

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Mira lo que se avecina
a la vuelta de la esquina
Esto me huele a Adrinette.

La cosa se pone interesante y tranquilos prometo que pronto habrá Marichat.

La cosa se pone interesante y tranquilos prometo que pronto habrá Marichat

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La pregunta de hoy es:

¿Quieren más acción o romanticismo?

Mi lindo gato negro (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora