CAPÍTULO ÚNICO

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Se conocieron durante la fiesta anual de la compañía en la que Akaashi Keiji trabajaba. Para Bokuto Koutaro su encuentro fue obra del destino y un sinfín de dioses. Para Keiji resultó un momento muy vergonzoso y lo tenía enterrado en lo más profundo de su memoria.

...

Akaashi apenas llevaba 3 meses de practicante, pero debido a los sobresalientes resultados que aportaba, Akinori Konoha, su jefe, lo invitó a la fiesta de navidad de la empresa. Por educación y salvar las apariencias, el joven asistió. Él no era una persona que le gustara mucho de los eventos formales y multitudinarios, pero terminó disfrutando del buen ambiente con sus compañeros.

— Keiji-kun, creo que alguien te ha echado ojo. — El susurro de Kaori Suzumeda en su oído le provocó un hormigueo en la piel y por poco suelta la copa de sus manos. Se recompuso rápidamente y retomó su lenguaje corporal no expresivo.

— ¿A mí? No creo Suzumeda-san. — Dio un sorbo a su bebida y escaneó rápidamente el lugar. Todos parecían muy enfrascados en sus respectivas conversaciones para siquiera fijarse en él. No había nadie mirándolo.

— ¡Por supuesto que sí! ¡Es ese hombre de cabello blanco que viste jeans! — Su compañera alzó demasiado la voz para el disgusto de Keiji.

— No veo a nad... — Dejó inconclusa la frase porque de pronto escuchó el ruido de una cámara muy cercana a donde se situaba.

Fue entonces que finalmente sus ojos dieron con el dueño del aparato.

¿Cómo no pudo darse cuenta antes de ese peculiar extraño de cabellos grises y negros en punta? El hombre irradiaba un aura de extravagancia a su alrededor. Era la única persona que llevaba un atuendo casual, casi callejero, de entre todos los invitados. Definitivamente alguien con quién Akaashi evitaría relacionarse.

— Te lo dije — Kaori le dio un leve codazo, riendo.

Akaashi rodó los ojos y se puso a revisar su teléfono. No estaba acostumbrado a llamar la atención tanto de hombres como mujeres. Él no se consideraba atractivo y la única relación que tuvo terminó por que su pareja lo engañó. En conclusión, la autoestima de Keiji no era tan alta que digamos.

— ¡Oh, está viniendo hacia aquí! — exclamó la muchacha de hebras castañas, evidentemente emocionada.

Aquellas palabras lo obligaron a levantar la cabeza y encontrarse con una mirada expresiva y llena de determinación. El tipo avanzaba con un exceso de orgullo y confianza que el joven practicante no comprendía.

Ya se encontraba a unos metros cerca cuando repentinamente Akaashi se ofreció para traerle a su jefe unos camarones del buffet. No estaba huyendo, se repetía una y otra vez mientras caminaba apresurado, tratando de perderse entre el mar de personas.

Keiji no creía en el sexto sentido de las mujeres, pero podía jurar que su mente y cuerpo le ordenaban alejarse de ese tipo. Lucia como alguien que le traería problemas durante la velada.

Luego de probar unos camarones y dos copas más de champagne, se sintió enfermo. Llevó su mano a la boca para regresar a su estómago la comida que quería salir.

No podía vomitar en medio de una de las reuniones más importantes de la compañía...

— ¡Hey hey hey!

El hombre de cabello en puntas irrumpió su visión, bulliciosamente.

Mierda, lo que le faltaba....

— Soy Bokuto Koutaro. Pensé que tal vez desearías compañía más animada. Tus amigos se ven muy serios, sin ofender claro. Eres muy lindo y tu sonrisa debe serlo también. No te había visto antes por aquí. ¿Eres nuevo, ¿no? ¡Claro que sí! Por cierto, tus ojos parecen esmeraldas. ¿Tal vez eres modelo? ... — Bokuto hablaba sin parar moviendo ambas cejas de arriba hacia abajo, de manera graciosa. Preguntaba y se respondía automáticamente como si estuviera practicando un monólogo.

IN LOVE WITH SOMEONE ELSEWhere stories live. Discover now