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YoonGi chilló de molestia al colocarse su traje blanco y notar que su panza sobresalía si la descubría del saco, suerte que hoy era su boda y decidió que finalmente era hora de revelarle a todos que esperaba un hijo de su Alfa quien tampoco tenía ni la menor idea de lo que le esperaba.

Suspiró y abrochó unos cuantos botones, volteándose luego para recibir a Jimin quien lo esperaba con el maquillaje en su mano, Hoseok a su lado colocó una rosa en el bolsillo de su saco y le sonrió, limpiando falsas lágrimas de su rostro.

-Quien diría que el solitario Min terminaría con el guapo Alfa Jeon-. YoonGi rió y dejó que sus dos amigos se encargaran de su apariencia, haciéndole lucir mucho mejor.

Cuando sus amigos culminaron y le pidieron que se observara de nuevo en el espejo, el omega lo hizo y tuvo que contenerse para no soltar algunas lágrimas y arruinar el espléndido trabajo de Jimin.

Rememoró todos los acontecimientos a lo largo de los meses con su Alfa, cuando compraron su primera casa, recordó que habían tenido sus diferencias al elegir el estilo, puesto que el omega quería un estilo cálido y hogareño, pero el Alfa optaba por lo moderno y elegante, siendo el resultado una amplia casa con sus toques muy cálidos y rústicos, con algunos toques elegantes, y muchas habitaciones para sus futuros cachorros.

El recuerdo de su primera vez, el recuerdo de una de sus tantas veces, recuerdos variados como cuando su pareja conoció a sus padres, como sus hermanos les hicieron un interrogatorio que terminó por avergonzar al Alfa, como su padre y su pareja habían compartido divertidos momentos con sus deportes en la televisión, o como había ayudado a su madre con la cena para todos.

Y junto a él, junto su futuro esposo, junto a sus futuros hijos.

YoonGi podía imaginar los pequeños pasitos de niños corriendo por toda la casa, llenándola de energía y armonía. En sus pensamientos sólo podía ver una hermosa familia como nunca antes había imaginado.

❤🐺❤

-Y con el poder que me concede la ley, los declaro marido y... ¿Mujer? Bueno, puede besarlo ya.

Todos los presentes rieron y aplaudieron cuando la hermosa pareja había unido sus labios en el beso más significativo que habían compartido.

El omega abrazó a su Alfa por el cuello y éste lo tomó por la cintura, alzándolo para darle una vuelta y volver a dejarlo sobre el suelo.

-Amor...-. El omega susurró en  su oído, aún con sus cuerpos unidos.

-Estoy embarazado, mi amor, vamos a tener un cachorro.

Por un momento el mundo de JungKook pareció detenerse, y sólo pudo ver la magnífica sonrisa de su amante iluminado su vista.

-¡¿Un hijo?!, ¡¿Oyeron todos eso?!, ¡Voy a ser papá!, ¡Tendremos un hijo!-. JungKook volvió a abrazar tan fuerte a su pareja que volvió a elevarlo un poco del suelo, oyendo los animados aplausos y la carcajada llena de felicidad de su pareja.

De un momento a otro cayó de rodillas y besó el pequeño bulto que se asomaba detrás de la tela, con lágrimas desbordando por sus ojos y afixiado de felicidad, restregó su nariz por la zona y pudo percibir el aroma maternal, de bebé, de su hijo.

¿Cómo no pude darme cuenta de éste milagro antes?.

Mi familia, mi manada, el amor de mi vida y mi universo.

Aromas | KookGi | TwoShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora