Y es cuando te marchas cuando realmente pesa tu presencia porque es ahi cuando me doy cuenta que siempre sera asi, que siempre seremos asi. Tú llegas para hacer lo que se te venga en gana conmigo y yo me quedo a esperar que tengas ganas de volver a estar conmigo… y es acá mientras escucho la puerta cerrarse que cierro fuerte los ojos para evitar volver a llorar; pero es inútil, las lágrimas resbalan por mis mejillas y mi corazón se rompe una vez más por ti, y es que joder! Si te contara las veces que has sido el detonante para mi destrucción de sorprenderias… la cama esta desecha como siempre que acabamos nuestros clandestinos encuentros, todo huele a ti, tu fragancias a quedado en cada particula de esta habitación y tus palabras se han clavado intermitentemente en mi mente. Lloro como no quiero, lloro como no debo, lloro con lo que queda. Y en ese momento me siento estúpido, patético, y en este momento te odio por prometerme que esta vez te quedarías y cada frase hace que me odie más por volve a creer que lo haras. Y en el vacio de esta habitación susurrando tu nombre a un maldito silencio ensordecedor me quedo dormido embriagandome de la escasa escencia que has dejado sobre el colchón…
