Desde mi almohada

Razor Blade.

  A ella le dicen razor blade.

Solía ser mi canción favorita

Llegue a fantasear con ser una Razor Blade, una mujer increíblemente famosa por sus logros, por no temerle a nada, por poder hacerlo todo

Yo quería vivir como una Razor Blade, tomar whisky en un hotel y olvidar por un momento que todo el mundo existe.

Por el momento soy solo una Lila de 15 años.

Creo, quizá ya tengo 16.

O 20, o 30, o mil.

Pero sigo siendo Lila, de eso no hay duda.

Una Lila atorada entre las rocas de su propio ser.

Cada día intentando salir, liberarse, de aquí nadie puede sacarme, nadie puede entrar por mi.

Soy una Lila ahogada en gotas de mar que brotan de mis ojos, pero caen dentro de mi, y en vez de ahogar mi cuerpo terrenal, ahoga mi alma triste.

Y no hay nada que yo pueda hacer, creo que no.

Y no hay nada que se pueda hacer, creo que no.

Quizá simplemente no estoy destinada a ninguno de los planes que tenía, y mi única finalidad en este mundo es simplemente permanecer en una cama de hospital.

Inmóvil.

Sola.

Ya casi no hay ruidos.

Ya casi no hay llantos.

Ya no sé si sigo en el hospital, si estoy en mi casa o enterrada.

No recuerdo esa sensación de mi cama, ya no podría encontrar la diferencia entre esa cama y la del hospital, ya estoy olvidando lo que era importante para mi.

Olvidando el olor de la cocina de mamá.

Su sazón.

Olvidando las huellas digitales de mi padre, que sentía que podía leerlas cuando me hacía cosquillas o me abrazaba.

Aveces siento que me estoy abandonando.

Porque hasta ahora nadie me ha abandonado.

Yo me fui de todos, de todo.

Creo que seré yo la primera persona en abandonarme.

Pero sigo siendo Lila.

Una Lila en coma que se quedó con las ganas de ser una Razor Blade y tomar whisky en un hotel

                                                                              She is a razor blade.