Deep Blue Eyes

Heridas Del Pasado (Parte 2)

Su voz sonaba cada vez peor. Más entrecortada y quebrada. Su respiración se aceleró. Sentía que en cualquier momento Jay caería al piso y empezaría a llorar descontrolado.

-Zach... por favor solo...escucha. Probablemente creas que estoy loco pero por favor... escucha- dijo con más calma en su voz.

-Jay... Soy todo oídos...

JAY

- "Mátame", gritó la chica con furia en su voz. "Jay, si de verdad me amas... MÁTAME!; ya no puedo más con ella, sino me matas tú, lo hará ella"."Yo... no...puedo", dije confundido y asustado a la vez."Jay, hazlo!" dijo con lágrimas pasando por sus ojos hasta llegar a sus mejillas.Otra vez, la misma fuerza empezó a controlarme. Empecé a caminar hacia ella lentamente, arrepintiéndome de cada maldito paso que daba. La chica sacó una navaja de su bolsillo y la extendió hacia mi. Tomé la navaja lentamente tratándome de resistir a ese impulso que me ordenaba clavárselo en la garganta. Antes de que pudiera siquiera levantar la navaja, un grito desgarrador provino de la chica. Cayó al piso sin dejar de retorcerse. Su mirada era diferente a cada segundo que se retorcía en el piso. Primero, veía los dulces ojos con un hermoso brillo azul que yo amo; luego se tornaban más oscuros y su mirada pasaba a ser totalmente fría y sin emoción."Mátame!", alcanzó a decir la chica. "Aho..." sus palabras se interrumpieron por otras que ella decía pero ahora con más furia y terror, "Mátate a ti mismo idiota!" dijo esta vez. el impulso volvió a apoderarse de mi, y empecé a cortar mis brazos lentamente. La sangre goteaba en el piso y salía más cuando me acercaba a la muñeca."No Jay!, No lo hagas!", dijo la chica otra vez. Me detuve como por arte de magia. 

Con la mitad de mi brazo derecho cortado, traté de ayudar a mi amada, pero antes de poder hacer algo ya me encontraba en el piso viendo borroso por la falta de sangre."Jane, ese es mi nombre amor. Nunca olvides que te amo Jay, vive tu vida por los dos!". Sus ojos me miraron con una tristeza insoportable. Los cerró y quedó tendida en el piso. Con mi corazón roto en mil pedazos traté de tomar su mano y al tocarla cerré mis ojos con tranquilidad. Solo sentir qu ella estaba conmigo me mantuvo seguro. Quedé inconsciente pocos instantes después...

Desperté en mi cama, con mi brazo vendado y con un ardor espantoso. Me levanté, todavía confundido por lo de anoche. ¿Habrá sido todo un sueño?, me repetía a mi mismo mientras me dirigía al baño. Cuando me quité la camisa para bañarme, noté algo en mi hombro. Al darme la vuelta, noté un tatuaje negro en la parte superior de mi espalda. Parecía un tribal sin sentido, pero cada vez que lo tocaba ardía mucho. Sin más que confusión en mi cabeza, salí a una entrevista de trabajo. En camino a la oficina, una voz fría y sin emoción me llamaba. La voz era igual a la de "Jane". la seguí hasta el callejón donde por primera vez me encontré con Jane. "¿Jane?", pregunté con mis esperanzas en alto. "No, Jane está muerta querido. Solo me tienes a mí guapo. Soy Jinx por cierto". Mi cara empezó a gotear al oír esas palabras. ¿A qué se refería con que Jane estaba muerta? "No me tomaré la molestia de explicártelo guapo, solo tienes que obedecer querido", dijo con una voz más calmada y a la vez persuasiva. Me miró con sus ojos azul profundo y después de eso no recuerdo nada de aquel día. A la mañana siguiente volví a despertar en cama, pero esta vez me bañé y cambié rápido. Por alguna razón tenía muchas ganas de volver a ver a la chica, pero solo pensar en la idea me causaba terror. Su voz me volvió a llevar al mismo lugar del día anterior.

La chica me volvió a ver con sus hipnóticos ojos azules, y antes de volver a perder el conocimiento logré escuchar una única palabra:"Bésame". Sin ganas de hacerlo y contra mi voluntad, me acerqué y la besé. No sabía que hacía pero si de algo estaba seguro era de que la chica que estaba enfrente mío no era Jane... no era la mujer que yo tanto amé. El ciclo de la pérdida de conocimiento se repitió una tercera vez, pero esta vez cuando llegué al callejón contra mi voluntad, había alguien más allí. Eras tú Zach...

ZACH

- No no no no no... eso no puede... yo no...- estaba sorprendido y asustado ante ese comentario. No sabía ni que responder.

-Zach, esa noche la chica me soltó. Me dejó libre por un tiempo. Ya nada en vida valía la pena, y por más que traté de reconstruirla, simplemente no pude... Siempre que salia a la calle la gente me miraba con odio y desprecio. Fuí arrestado por un delito que ni siquiera recuerdo haber cometido. Yo ya no sabía que hacer con mi vida... menos sin ella...- Otra vez empezó a quebrarse frente a mí.- Zach la noche que te ví, el incendio del bar ocurrió.- dijo Jay con un tono serio.- Ya no voy a dejar que esto vuelva a pasar. Llegué dos días después con la chica. La noche en que tú, de algún modo, te libraste de ella. La chica me vió y volví a sucumbir ante esos profundos ojos azules...

-¿Estas diciendo que esa chica nos obligó a hacer todo eso?

- No Zach, esa chica no nos dio opción. De alguna manera nos controló...