Prólogo.

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Nunca pensé que cosas increíbles podían realmente sucederme.

Tú podrías ganar la lotería, un pariente lejano y rico podría morir y dejarte toda su herencia. Tú podrías ir a la cafetería de la esquina y encontrar al amor de tu vida, pero la verdad es que esas cosas nunca pasan o pasarían conmigo.

¿Pesimista? Probablemente.

Pero en mi defensa, tú también serías muy pesimista si sucediera contigo todo lo que sucedió conmigo.

Yo tenía tres años cuando fui a parar al hospital, pues no podía ver bien. Mi vista estaba completamente borrosa, así que me llevaron a una consulta de última hora. Fui diagnosticado con una enfermedad rara en los ojos llamada "Síndrome de Leber" (LHON). El Síndrome de Leber es una enfermedad degenerativa de la retina, que con el tiempo va quitando la visión de la persona que lo tenga y puede ser o no hereditaria. 

Para mi suerte,  yo era de las pocas personas que la tenían de la forma no hereditaria. Ella en poco tiempo quitaría mi visión por completo y no había nada que mis padres pudieran hacer más que esperar por un trasplante.

Pero estamos hablando de la vida real, y claramente, ese trasplante nunca llegó.

A los ocho años de edad, perdí la vista. Mi madre lloró por días, yo, diciendo la verdad, realmente no estuve tan triste. Cuando cumplí cinco años, mis padres me explicaron exactamente todo lo que debería saber sobre el síndrome y yo sabía que era sólo cuestión de tiempo para sucediera.

Llorar y lamentarme no me haría ver de nuevo, así que simplemente acepté ese hecho, diferente de cualquier otra persona que enfrentaría algo así. Mis padres intentaron de todas las maneras posibles para que el trasplante se hiciera, pero no teníamos suficiente dinero para saltar la cola de espera y tampoco teníamos para los tratamientos, entonces ahí estaba, con diecinueve años de edad y completamente ciego desde los ocho.

Probablemente debes estar sintiendo pena, no lo sientas, en verdad es algo a lo que ya estoy acostumbrado. Yo simplemente odio el hecho de que me traten como un muñeco sólo por no poder ver, así que por favor, no sientas pena. 

Pero como yo había dicho al principio de una gran monólogo: yo nunca pensé que cosas buenas podrían sucederme, pero ellas tan sólo aparecen cuando menos lo esperas. No voy a decir que todo lo que me pasó en la vida fue bueno, porque sería imposible, pero tuve mis momentos.

La primera cosa buena que me sucedió tiene nombre, apellido y un falso pelo rubio: Niall Horan.

Probablemente ninguna de las otras cosas buenas pasarían si no hubiese conocido a ese irlandés. Yo nunca habría conocido a los mejores amigos que yo podría querer.

No, no gané la lotería y no recibí una herencia, tuve el honor de tener lo mejor que alguien podría querer.

Yo tenía a Harry Styles.

***

Todos los derechos de autor a Larrymeetsevil , ésta tan solo es una traducción hecha con su permiso. Pueden encontrar la obra original en su perfil.

*portada trabajándose*

Behind Blue Eyes | LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora