Capítulo 1.

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Es mi primer día de escuela en mi nueva institución, estoy muy nerviosa, solo conozco a una chava, se llama Adriana pero desafortunadamente nos toco en salones diferentes, hemos decidido entrar juntas por si nos perdemos y no logramos ubicar el salón que nos corresponde. Ubicamos primero mi salón pero, decidí acompañarla al suyo, ya que el suyo era más arriba que el mío, además no me podía perder cuando regresara al mío.

Entre a mi salón, era el 103, ya había varias personas dentro del salón, es difícil buscar un lugar cuando todo mundo te esta viendo, así que opte por sentarme en la primera silla de la fila 4. Pero tiempo después me di cuenta que era un lugar muy incomodo, todos los asientos de alrededor estaban ocupados por hombres y solo había logrado que se me quedaran viendo.

5 minutos después entro una chava preguntando si era el grupo 16, varios dijeron que si, pero esperen, yo pensaba que era el 14, dos chavos me preguntaron que si me tocaba álgebra a la primera y dije que sí, pero después de revisar bien mi horario, me di cuenta que me tocaba ingles, no quería levantarme, pero era claro que no podía quedarme con un grupo que no era el mío.

Minutos después uno de los chavos dijo: "Que tonto soy, me toca inglés". Realmente aproveche esa oportunidad para decir que a mí también. El salió antes que yo, ya que el chavo que estaba sentado a un lado mío me entretuvo preguntándome como leer el horario. Cuando termine de explicarle y salí del salón, me di cuenta que el otro chavo me estaba esperando, era un chico un poco más alto que yo, con cabello color café y medianamente corto, sus ojos eran cafés claros y sus labios eran medianamente gruesos, no era una persona gorda y podría jurar que práctica algún deporte.

—Mejor te espero, por lo menos ya sé que eres de mi salón y realmente no quiero perderme solo.— Me dijo mientras sonreía tímidamente.

—Sí, realmente creo que es una buena opción.— Conteste algo indiferente.

—Me llamo Esteban ¿Y tú?--

—Ilse— Le dije mientras sonreía.

Después de esa muy corta conversación logramos llegar al 205, entramos juntos, pero nos separamos, el decidió irse hasta la esquina del salón y yo tome el segundo asiento de la segunda fila.

Había dos chavas muriendo de risa a un lado mío, parecía que ya se conocían, sus voces era el único ruido que había dentro del salón, yo solo decidí no hacerles caso y revisar mi celular.

Después de un rato entro una maestra, nos pregunto si éramos el grupo 13, todos negamos, "vaya lío", pensé.

Minutos después nos trasladaron al salón 9, al parecer todo había sido una confusión con los horarios y los salones estaban mal ubicados.

La primera hora paso, el maestro no llegaba, el salón seguía callado, a excepción de por esas dos niñas que no dejaban de hacer comentarios y reírse por absolutamente todo, pero esperen, que parece que habían hecho un nuevo amigo, ya también habían incluido al chavo que estaba detrás de ellas.

Por fin después de tanto el maestro llego, dio unas cuantas indicaciones y acabo la hora, después tocaba álgebra, pero había chavos haciendo examen así que nos dijeron que podíamos ir a perder la hora a otro lado.

—Disculpa ¿Qué dijo el prefecto?— Me preguntaron las dos chavas.

—Que podemos ir a perder la hora porque no tendremos clase.— Les respondí a ambas y decidí irme, pero justo cuando había bajado el primer escalón me hablaron.

—¿Te quieres quedar con nosotras?—Dijeron en coro.

—Claro, ¿Por qué no?—De todas formas no tenia con quien pasar la hora.

—Ven, te presentaremos a todos—

"¿A todos?" pensé.

Y vaya que no se equivocaban, eran fácil, ya un grupo de 10 personas, 11 conmigo, realmente no logre aprenderme el nombre de todos, pero lo que si es que me fui platicando con un chavo que se llamaba Gerardo, me parecía agradable, todos eran agradables.

Decidimos comprar algo y después ir a canchas, estuvimos platicando y riendo, realmente sabían integrar a las personas, las dos chavas que no paraban de reírse se llamaban Dulce y Mariana y juraron que era la primera vez que se veían en la vida.

Tampoco tuvimos historia y realmente todo esto ayudo a unirnos mucho mas, platicar y disfrutar nuestro primer día de clases. Me estaba encantando la escuela y estaba consiguiendo muy buenas amistades, realmente parecía que todo iría mas que bien.

4 días después...

Realmente estaba disfrutando bastante nuestra primera semana, ya era viernes y seguíamos sin poder conocer a todos nuestros maestros porque no dejaban de faltar.

Pero, Esteban se había unido a nuestro grupo justo hoy a la tercera clase, el me identifico en seguida, pero yo tarde un poco, realmente solo nos empezó a seguir, después de un rato nos dijo su nombre a todos, se veía que era realmente interesante.

Estábamos en hora libre, había faltado uno de nuestros maestros, no deje de platicar con Esteban, practicaba fútbol, le gustaba leer, tenía similitudes en los gustos de música, era simpático y realmente era lindo. No tenía teléfono para pedirle su número, así que me paso una de sus redes sociales que utilizaba, y si, estuvimos platicando todo ese fin de semana.

Realmente había logrado caerme realmente bien, y sin mentir, creo que había empezado a gustarme, pero no tanto para llegar a una relación. No quería pensar en alguien todo el día, dedicarle mucho tiempo, ser linda, enamorarme y tiempo después tener que desilusionarme porque nada funciona, no estaba lista para nada de eso.

Pero no voy a negar que se me hiciera bastante lindo que me acompañara hasta la entrada del metro y que cada que estuviera con el no dejara de reír, aunque de pronto había silencios realmente incómodos, le costaba mucho sacar temas de conversación.

En el poco tiempo que llevaba conociéndolo ya me había dado unas notitas y de pronto escribía algo lindo en el final de mi cuaderno, realmente son detalles que valen mucho la pena y que me hacen sentir especial, este niño en serio me estaba gustando, pero mi miedo no me dejaba.

¿Debería intentarlo con él y dejar de sentir miedo? ¿Estará bien darle esa oportunidad? ¿Y si sale todo mal, valdrá la pena arriesgarse?

Todas esas preguntas se paseaban todo el tiempo por mi cabeza, no lograba llegar a ninguna conclusión y no había decidido hablarlo con alguien, pedir ayuda, no quería que nadie supiera que dudaba acerca de todo. ¿O es que simplemente me he empezado a interesar realmente por alguien más?

Un Pequeño Infinito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora