Mirada al pasado

El día de su partida

Boruto caminaba por los escombros de la aldea, su padre, parte de sus amigos habían muerto e incluso su maestro, pero lo único que pasaba por su mente era el momento en que su padre murió. Él quería despedirse. Lo intento pero no pudo, se lo impidieron, él solo quería evitar que cometiera una tontería

—el auto sacrificio- susurró boruto observando los restos de la capa del séptimo hokage que tomó con ambas manos- sólo quiero despedirme, sólo quiero verlo una última vez- miró la capa que tenía en sus manos, mientras lágrimas brotaban de sus ojos y apretaba los dientes con rabia- ¿por qué tenías que ser hokage?—soltó en un pequeño susurró de dolor— ¿por qué tenías que sacrificarte por los demás?, se suponía que debías confiar en los demás ninjas ¿por qué no me dejaste hacerlo?, ¿por qué tenías que ser hokage y no sólo mi padre?, tal vez aún estarías aquí - una lágrima cayó en la capa mientras seguía  apretándola con fuerza; la lanzó a un lado, alzando su rostro mostrando enojo y desesperación
- ¡me niego a aceptarlo!- gritó

- ¿qué crees que haces?- dijo kurama que aún estaba al lado del cuerpo de naruto

- me niego a aceptarlo, ¡no lo haré!

- tu padre sé sacrificó por todos los aldeanos y por ti, ¡no intentes hacer una tontería, niño! - observó a naruto con irá y tristeza

- una última vez- boruto alzó su brazo derecho con marcas azules y su ojo brilló, con un azul intenso. Un sonido se comenzó a escuchar,  miró a kurama y le dijo algo que él no logró escuchar por el sonido, pero sabia qué significaba y boruto desapareció

—él es muy impulsivo...al igual que tú– pensó, y sonrió para sí mismo

Naruto corría por la aldea, quería llegar tan pronto como pudiera a su casa, otra vez lo habían rechazado, otra vez lo hacían a un lado, otra vez le demostraban odio. Corría con todas sus fuerzas intentando llegar tan pronto pudiera sin detenerse por nada, mientras lo hacía la gente murmuraba su nombre y con su mirada lo despreciaban. Él se percataba de esto pero sólo quería llegar a casa y descansar cuando tropezó y se cayó dándose un buen golpe por la rapidez en la que iba, con sus ojos llenos de lágrimas, por la miraba de la gente y no por la caída, se miraba la rodilla lastimada cuando un hombre con una capa que cubría su cara y cuerpo; que apenas dejaba ver sus pies y boca, le estiró la mano en señal de ayuda.

— ¿estas bien?- dijo el hombre extendiendo su mano

—sí—dudo en tomar su mano pero lo hizo - gracias,datebayo- limpió su rostro y sonrió- usted es nuevo en la...- el hombre había desaparecido. Lo busco con la mirada pero no lo encontró, se levantó y continuo corriendo hasta llegar a casa, se aventó a su cama y de inmediato se quedó dormido.

Afuera mirando hacia la ventan que se encontraba abierta estaba el hombre que lo ayudó, observando al chico dormido aún con lágrimas en sus ojos, abrazando una almohada.

—padre...- dijo boruto