Mirada al pasado

El último recuerdo

Naruto corría desesperadamente, huía de unos aldeanos a los que le había aventado agua a la cara, él corrió lo más que pudo pero lo lograron alcanzar y le dieron unos cuantos golpes.

Naruto se quedó justo ahí, en el suelo, sin hacer nada más que ver el cielo azul como un reflejo de sus ojos, ni siquiera lloró, no se lamentó ni arrepintió de hacer lo que hizo. Él sólo iba de camino a casa cuando unos tipos comenzaron a decir cosas a sus espaldas, lo normal de día, pero está vez Naruto no lo soportó- Ni siquiera tiene padres, ¿qué esperabas?- eso enfureció a Naruto y les lanzó un poco de agua que tenía cerca. Tenían que darse cuenta que él no era un debilucho, podría ser pequeño y no tener padres pero podía con ellos, o eso creía antes de los golpes que le dieron.

Cualquiera se indignaría por ver a un par de hombres dar un par de golpes a un niño, un pequeño e inocente niño, pero el trato hacia Naruto era diferente, a nadie le importa si él sufría, a nadie le importa si él tenía la culpa o no.

- A caso yo hice algo malo? - dijo Naruto aún en el suelo, sintiendo como la gente lo rodeaba sin ni siquiera importarle que él estuviera ahí

Siempre se hacía la misma pregunta, y nunca obtenía una respuesta, nadie le daba una respuesta.
Acaso no se daban cuenta? Acaso él no perdió a sus padres en esa pelea contra el kyubi hace años, él no tenía la culpa de no tener padres, porque él realmente quería unos. Pero nadie se daba cuenta de que él también quería una mamá que le diera un abrazo por caerse y lastimarse, él también quería un papá que le enseñará técnicas de un ninja, él quería sentir que era tener una familia.

-¿Acaso hice algo malo?- volvió a decir, sin moverse aún de ese sitio.

Para cuando decidió parase e ir a casa, la noche ya estaba por caer. Al llegar a casa fue directamente a la cama - ya tuve suficiente por hoy y mañana será igual que hoy- sonrió y se quedó dormido

- Despierta, Naruto!- decía Boruto moviendo el cuerpo de Naruto

- aaaahhh, espera- Naruto se levantaba con un bostezo largo

- Tengo hambre y no tengo dinero, y por lo que veo tú tampoco- Boruto se rascaba la cabeza ante la situación, el estar en el pasado era más caro de lo que pensaba. El día anterior había gastado lo último que tenía, ya no importaba mucho, después de todo ese sería su último día en el pasado.

- Aún tenemos Ramen!- sacaba un par de sopas con una rostro iluminado- y nos quedan dos más para más tarde, dattebayo!

- Siempre y cuando sea ramen, tú estás bien, no?- Boruto ya estaba cansado del ramen, pero no le quedaba de otra, era eso o no desayunar

-¿Qué haremos hoy? Podemos ir a explorar el bosque, tengo varios sitios de entrenamiento- dijo Naruto con sopa en su boca

- No tenemos mucho más que hacer, y quedarnos en la aldea es un fastidio- soné como shikadai- no sé cómo soportas a esas personas, no paran de molestar todo el día

- Supongo que es costumbre-

Ambos sonrieron para luego terminar e irse al bosque.

-no, no, no, sube más tus manos al momento de lanzar el shuriken- decía Boruto sentado en lo alto de un árbol

-ya sé, pero no es tan fácil, dattebayo!- lo volvió a lanzar y volvió a caer al suelo

- Necesitas mucha práctica

-No me voy a rendir, lograré, dattebayo!

-sí, lo lograrás- entonces demuéstralo!- Y pensar que estoy viendo al salvador del mundo ninja en sus orígenes, esto será una buena historia para Himawari- No!, Con más fuerza- decía mientras Naruto abajo se frustraba pero seguía intentando hasta que en una lo logró

- lo viste!, Soy un ninja genial, dattebayo!!- decía entusiasmado

- sí, lo lograste, pero aún debes darle a esos de allá- apuntó a un árbol mucho más alto con tres blancos, cada uno más arriba que el otro- y al mismo tiempo

-¿Qué? ¿Como voy a darles al mismo tiempo?- dijo asustado

- así- en tres movimiento Boruto logro darle a los tres blancos en un instante y al mismo tiempo, pero eso le causó un dolor fuerte que él ya sabía de dónde provenía y el por qué, pero Naruto se asustó al verlo casi caer al suelo

- ¿estás bien?- dijo preocupado con una mano en la cabeza de Boruto

Esto hizo que Baruto viera su padre de adulto, justo en la misma posición, cuando él era pequeño y se caía, su padre ponía esa cara. Esta acción hizo que Boruto recobrará fuerzas, y se levantara para seguir.

-por supuesto- dijo alborotando el cabello de Naruto, sin que este dejará esa expresión de preocupado- sigamos!

- s-sí

La tarde cayó y con ella el hambre volvió. Por suerte Naruto ya tenía experiencia pescando, pues eso solía comer cuando se quedaba sin dinero.

- por fin, comida que no es ramen- decía Boruto emocionado mientras comía y Naruto se reía

Después de eso a dirigieron a la aldea, ya estaban algo aburridos y fueron a ver qué podían hacer allá, ya que Boruto lo describió como "patear traseros" al ir a la aldea pasaron curiosamente por aquella casa donde vivía el Clan Hyuga, casa de esa niña rara que tanto insistía Boruto en ver.

Al llegar a la casa y esconderse en unos arbustos, pudieron ver a la pequeña niña sentada en el patio, bebiendo té.

-¿Por qué te interesa que sea amigo de esta niña?- dijo Naruto viendo a su amigo ver de una manera muy extraña a la heredera Hyuga

- ah?! No, yo sólo digo que ella parece ser una buena persona, ya sabes, no cree que seas nada de lo que esas personas dicen- dijo apuntando a la aldea en general

Naruto sólo volteó a ver a esa niña algo confundido, sin saber cómo podía saber que ella no lo veía de esa manera.

-sus ojos son lindos- dijo inconscientemente

Naruto comenzó a recordar las pocas veces que la había visto, siempre estaba acompañada y siendo cuidada por alguien más de su clan, pero cada vez que veía sus ojos, podía ver una linda mirada, muy diferente a las que estaba acompañado a recibir, y aquella vez en la que la defendió de unos niños por burlarse de sus ojos, ella realmente le agradeció.

- No te imaginas cuanto los amaras y les temeras a la vez- Mamá, me alegra haberte visto así, hoy es mi último día aquí, la próxima vez que te vea no será nada fácil-

- Oye!

-ah? ¿Qué sucede?- decía Boruto saliendo de sus pensamientos

-debemos irnos, está comenzando a llover

Ambos bajaron del árbol y comenzaron a correr.

Ese fue su último día y su último recuerdo; jamás olvidaría estos días, jamás olvidaría a sus padres siendo lo que originalmente eran, un par de niños inocentes ignorantes del futuro que les esperaba juntos.