Mirada al pasado

Hermano

Naruto y Boruto corrían hacia la casa de manera divertida, a ninguno le importaba coger un resfriado, sólo estaban divirtiéndose en la lluvia

La gente los miraba, con esas típicas miradas de todos los días, pero en estos días Naruto ni siquiera sé percataba de ellas.

Al llegar a la casa, ambos se sacudían como si fueron un par de canes
— mamá odia que hagamos esto– dijo sacándose la capa que aún escurría agua

— Bueno, a mí nunca me dicen nada— dijo mientras se secaba con una toalla

—lo siento, debo ser más cuidadoso con lo que digo

—no, no, es normal que nadie me diga nada– dijo sonriendo

Boruto se preocupó, no quería recordar esa parte de la historia, no quería que su padre recordara a sus padres, eso sólo lo haría entristecer.

Ambos se disponían a cenar Ramen, Boruto ya no lo soportaba pero era lo único que podían comer, además, el dinero ya se le había acabado, no tenía otra opción.

—Arruinas el ramen con todas esas cosas que le pones!! –

—Le da más sabor, debes admitir que está bueno

—no, no, no, prefiero mi Ramen sin picante– dijo ocultando su plato de todas las sustancias picantes que tenía Boruto en su plato.

— Aún eres muy pequeño para apreciar el arte del picante– dijo comiendo de forma inmediata el Ramen

Después de reír y pelear sobre qué era mejor: Ramen vs hamburguesas (ganó el Ramen ya que aún no existían las hamburguesas)  Ramen vs Ramen picante (ganó el Ramen picante porque era lo que había); Se dieron cuenta que ya era un poco tarde y que debían dormir

Cuando ambos estaban ya en sus lugares para dormir, Boruto no dejaba de ver su brazo, a la marca sólo le quedaban unas horas, tendría que irse esa noche, mientras Naruto dormía. Lo mejor sería no decirle pero sin darse cuenta las palabras salieron de su boca

—Naruto, mañana regresaré a mí aldea

—¿Qué? ¿Por qué?– dijo Naruto un poco confundido

—Tengo que irme, debo arreglar cosas allá— dijo boruto mirando el techo, pensando en su madre y hermana, en que ya no le quedaba mucho tiempo ahí y que Naruto olvidaría todos esos días de diversión que vivieron juntos.

Naruto olvidaría, pero el jamás lo haría

—p-pero, ¿por qué no te quedas unos días más? El viejo hokage aún no te conoce, no necesitas irte, tal vez él pueda darte misiones y te puedas quedar– Naruto entristeció, aún no quería despedirse de su amigo, aún no quería perder a la única persona que lo ha tratado como un ser humano, que le ha tenido fe, que le ha enseñado tanto y que lo trata como si fuera de su familia, Boruto era como su hermano mayor, no, era su hermano, estaba seguro que siempre lo sería– No quiero que te vayas

—no te preocupes, regresaré, lo prometo– dijo Boruto para animar a su padre, que después de todo era un niño pequeño, no podía esperar decirle tal cosa sin que se entristeciera

— En serio? – dijo sorprendido y feliz, saltando de la cama para caer en el estómago de Boruto

— por supuesto– dijo aún con dolor por la caída de Naruto– pero quítate, me estás lastimando!

—lo siento, lo siento– dijo apenado entrando de nuevo a su cama— entonces ¿Cuánto tardarás?

— sólo unos días, en lo que arreglo mis asuntos tú podrías hablar con el Hokage de mí, para que me den misiones– Boruto comenzó a decir lo que Naruto quería escuchar, aunque él en el fondo aguantaba no soltar una sola lágrima.

—  sí, sí, le contaré al viejo hokage de ti, para que sepa que ahora tengo un hermano mayor

—hermano mayor?

— sí, ahora podremos cuidarnos la espada entre nosotros, cierto?– Naruto entuciasmado abrazaba su almohada, acomodándose para dormir– hoy fue un gran día, buenas noches... hermano mayor~– dijo bostezando, imaginando las cosas que podría hacer con su hermano, ya que un sueño se le había cumplido. Si estaba con boruto o no, de igual forma ahora podría saber qué era:

tener a alguien esperándolo en casa.

Naruto ya estaba completamente dormido, Boruto había acomodado donde él dormía, no podía haber rastro de que alguien más estuvo ahí, todos olvidaría que él estuvo ahí, todo aquel que habló o simplemente lo vio, lo olvidaría.

Boruto miraba a su padre dormido desde la ventana, debía irse en unos pocos minutos, sólo estaba esperando a regresar y sin poder decir adiós las únicas palabras que salieron de su boca fueron— perdón por mentirte papá, pero... no te volveré a ver jamás— y una lágrima cayó al suelo, en ese cuarto en el que ahora sólo se encontraba Naruto

Lo único que quedó de él fue esa lágrima que derramó al saber que nunca más volvería a ver a su padre.

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Era una mañana un poco fría, con charcos de agua por todos lados y el cielo aún nublado. Naruto despertaba con un sueño muy confuso pero bastante bueno, había soñado que tenía un hermano mayor

— mi hermano–  pensó Naruto mientras se levantaba de la cama y se dirigía a la ventana—ayer sí que llovió, no? –dijo para sí mismo, mirando por la ventana mientras dibujaba una sonrisa en el cristal– creo que hoy... no saldré

Que lastima que los sueños se olviden tan pronto.