Duodecimo copo

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•Hoseok•

ㅡShhh... No te rías hyung se va a dar cuenta ㅡSusurre mientras giraba mi cabeza de lado a lado para que la gente no nos viera.

Eran más o menos las 12:35 am cuando Yoongi y yo nos encontrábamos escapando de la boda de noona, posiblemente a penas se diera cuenta de que no estoy me formaría un problema por teléfono por lo que me adelanté y le deje un mensaje.

Yo:

~noona me fui a casa con Yoongi hyung, me dijo que se sentía mal, no te preocupes por mi~

No es que se sienta mal, por como dijo "Hoseok ¿podemos ir a la casa? Me siento mal" con esa voz malintencionada que de aqui a mil leguas se le notaba el doble sentido no creo que sea eso, pero de todas formas no creo que decirle a noona que yoongi planea... tal vez matarme, una mentirilla blanca no afecta.


Llegamos en la moto, la metí en el garaje mientras Yoongi se adelantaba y se metía en la casa; cuando la apague me adentre por la puerta de la cocina, aprovechando para buscar un poco de agua, me sentía acalorado sin razón aparente.

Si que tienes razones Hoseok ¿Quieres que te las enumere?

Bueno si, sabía porque estaba así, pero vamos ¿Quién no se pone caliente después de que la persona que le da vueltas a tu cabeza como a un trompo viene y te toca el pecho de una manera "sutil" mientras besa tu cuello en todo el camino?

Sólo una persona totalmente estúpida no se sentiría caliente después de eso.

Me quite el saco y me desabroche el cinturón, me estaba asfixiando ya que el traje no me quedaba muy bien que digamos, estaba muy apretado pero me lo tuve que poner ya que fue mi hermana la que me lo compro.

A la próxima le digo que compre talla L.

Termine de tomar en agua y subí con dirección a mi cuarto, pero cuando fui a abrir la puerta algo me detuvo.

¿Estará Yoongi hyung aquí?

Sólo para confirmar voltee la mirada hacia el cuarto diagonal a la derecha, la puerta estaba abierta y no vi a nadie ahí.

ㅡ¿Hyung estas aquí? ㅡdije mientras golpeaba suavemente la puerta.

ㅡSi, Seok, pasa ㅡdijo a través de ella.

Abrí la puerta de mi habitación lentamente para así encontrarme todo oscuro, pero si podía ver la silueta de mi chico parado frente a mi.

ㅡ¿Sucede algo cariño? ㅡme atreví a preguntar, no quería prender la luz, y no hubo falta ya que Yoongi encendió por mi las lámparas que tenía encima de mi cama.

Maldita sea.

Oh por todo lo sagrado.

¿Que están viendo mis ojos?

¿Qué he hecho para merecerme tal bendición?

Mialma.

Tenía a mi chico del bosque, con el cabello sexy mente despeinado, mientras que sólo llevaba una de mis camisas desmangadas (que no es por presumir, pero le quedan de muerte) sin pantalón de por medio, una simple obra de arte.

Me acerque un poco, recorriendo mi vista hacia sus piernas, blancas y tersas, sin ningún moretón o marca, y recién me di cuenta de algo.

Yoongi llevaba puesto bragas negras.

Unas malditas bragas de encaje negras.

Oh maldición.

Mi cuerpo reacciono de forma inmediata, me encontraba muy caliente, podía sentir una gota de sudor bajar por mi espalda, lo pantalones que ya de por si me quedaban ajustados están asfixiando mi miembro completamente duro, quería explotar, tomar el control y empotrarlo contra la cama y hacerlo mío durante toda la noche.

Al parecer alguien compartía mi idea.

ㅡHoseok... -hablaba mientras se acercaba a mi, tomó mi corbata en sus manos y empezó a desatarla -El... El día en que te conocí, no te mentiré, lo más que esperaba ese día era mi muerte -término con la corbata haciendo que volara lejos -Me sentía completamente miserable y sólo, durante 24 años busqué amor donde no existía... Siempre pense que lo que recibia era amor, pero cuando llegaste tú, me di cue ta que no era así... Yo tenía una rutina -desabrochaba cada botón de mi camisa pausadamente -Iba al bosque a perderme en los árboles, sentía el frío gélido traspasar mi cuerpo, y se sentía bien porque no había alguien que me gritara lo bueno para nada que soy -paso sus manos por mis hombros y saco mi camisa de vestir dejando mi pecho expuesto -ese día en el parque decidir verlo de lejos porque le había dado mi abrigo a una niña y los ánimos bajaron hasta cero... Me esperaba un maleante a que me robara, un alcohólico a que me violara, un drogadicto a que me golpeara, pero jamás espere que un hombre amable se acercará a mi y me diera su abrigo y una oportunidad para ver mi vida desde otra perspectiva -beso mi pecho delicadamente, pasando sus manos y juntándolas en mi espalda formando un abrazo -justo en el momento que te fuiste me dije a mi mismo que no debería de arrepentirme de acceder, porque de alguna forma terminaste siendo la persona más importante de mi vida, fuiste aquel que me abrió las puertas de la felicidad y nunca me las cerró -después de un rato termine aprisionandolo en mis brazos, sabía lo difícil que era para él decirme todo esto -quiero que sepas que mis decisiones ahora te incluyen a ti, así no seas tú la principal causa, y que sinceramente no me arrepiento el calarme de frío porque si no hubiera sido por eso jamás hubiera conocido al cálido sol que estoy abrazando ahora -sentí otro beso en mi pecho, y bueno, para que mentir estaba al borde de las lágrimas, no puedo pedir nada más en este momento.

ㅡCariño, adoro el hecho de que te estés sincerando tanto conmigo como contigo mismo, siempre tuve la esperanza de que tu vida iba a cambiar para mejor y te agradezco que me estés incluyendo en ella, como la razón de tu felicidad... Pero todo esto ¿A qué viene ahora? No digo que me incomode o algo, me encantaría tenerte así para siempre, pero ¿Sabes que ahora mismo llevas puesto unas bragas negras que me están volviendo loco y quitando mi poco auto control y que la verdad no falta mucho para que este se vaya a la mierda y te lance a la cama? ㅡno evite decirlo, de alguna u otra forma se que el esta consciente de que las tiene puestas.

Sólo se rió bajito ㅡSi lo se, yo mismo las elegí, pero tenía que decirte todo esto porque la vergüenza me podía más ㅡme miró a los ojos directamente y de un momento a otro se puso serio.

ㅡ¿Cariño? Dime de una vez que quieres decir.

ㅡTe confieso que nunca he hecho esto y que no tengo ninguna experiencia... Pero eres el amor de mi vida, confió en ti y se que no me harás daño.

quedo en silencio un largo tiempo para después volver a mirarme y decir:

Hoseok... te entrego mi primera vez porque te amo, quiero que me hagas el amor.







••••







Ja weno, no pienso escribir más aquí ya que pase mi límite de palabras, así que el propio lemon lo haré en otro capítulo.

Jajaja soy muy mala.


Lucius Smith, cambio y fuera...

𝘊𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘣𝘰𝘴𝘲𝘶𝘦 | 𝘏𝘰𝘱𝘦𝘎𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora