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     -Que día, que vida, que asco.

-No seas tan negativa Laura, se positiva ya veras que todo estará bien. Pero si no terminas tu desayuno nad...

   -La ingerrumpo-. Si madre, lo se nada estará bien.

-Hoy iré a una entrevista y se que no eres muy comunicativa y que tienes excepciones en cuanto a amistades, pero debes de socializar y que mejor manera que con el vecino. Así que hablé con Marta la madre de Matt para que puedan socializar y conocerse, y de paso te ayude a desempacar.

   -Perdón? Madre, estás loca? Y si es un asesino, un violador o peor un traficante de órganos.

-Laura, por favor. Es un buen chico date la oportunidad de conocerlo.

   -Solo tenemos tres días de haber llegado acá, no te parece mucho el "es un buen chico"

-Es un chico amigable, tal vez te interese.

   -Estas loca mujer! Cómo crees que me interesaría, ni siquiera lo conozco.

-Eso no importa Laura, ya veras que con el tiempo se conocerán y surgirá una hermosa y apasionada relación.

Además, va a la misma secundaria en que asistirás tú. Se verán por mucho tiempo. -Quien eres y qué le has hecho a mi madre? Tu no eres así.

Todo suena puro cuento, no... mejor dicho pesadilla. Es algo que sólo en las películas oh en libros pase este tipo de fenómeno paranormal.

-Hija, se que no fue fácil dejar a tus amistades y se que no sera fácil adaptarte a estar acá, es una nueva oportunidad para nosotras de hacer mejor nuestras vidas y que mejor que darte esta oportunidad de darte tu espacio y tiempo, dentro de poco será tu cumpleaños ((décimo noveno)) todos en algún momento necesitamos experimentar y ahora es tu momento.

   -Me das la oportunidad de perder mi virg..

-Me interrumpe-. Laura!

   -Dónde está tu sentido del humor mujer.

Esta mujer tiene razón, por más duro que parezca.

Me levante llevándome conmigo lo que quedaba de platos sucios, los coló en el fregadero y al parecer le causó gracia mi comentario.

Al terminar mi madre se preparó para su entrevista mientras tanto, que podría hacer yo un sábado, sin amigos, sin novio, sin nada. Podría desempacar acomodar los muebles, para que así cuando el vecino llegue se vaya de una. Si así podría ser. Oh podría darme la oportunidad de conocerlo...

  No! Jaja ni estando drogada.

-Hija, como me veo?

Me sacó de mis pensamientos al verla bajar de las escaleras, con un vestido  formal negro con mangas cortas y un tanto ajustado que hace resaltar sus  curvas, tacones que juegan bien con el conjunto y hace que se vea con mucho glamour.

  -Te vez hermosa. -Dije al verla bajar de las escaleras.

-Gracias Laura. -Dijo al compás de una sonrisa. Tu también te deberías de poner aun más hermosa de lo que ya eres, ya pronto llegara Matt. No querrás dar una mala impresión o si?

Se perdió la magia del momento, madre he hija ¡Gracias!


  -Oye, es una ofensa para mi. Mencionarlo como una prioridad. -Aun que viéndolo así... -No, no y no en absoluto.

Al escuchar lo que dije río a carcajadas y acercándose a mí con una sonrisa resplandeciente. -Era broma hija, pero si ya sera hora que llegue tu compañía recuerda que los Miller, tenemos siempre una buena presentación.

Lo crean o no, tiene razón. Es cuestión de combinar, colores, estilos, zapatos entre otras cosas. A mi madre se le ve muy natural el poder hacerlo ya que tiene una buena imaginación y buen estilo de la moda, en cambio para mi es otro rollo, es como ok si me queda perfecto. No me esfuerzo mucho, pero se me da el toque Miller.

   -Bueno Lau, me tengo que ir. -Tomando las llaves que estaban encima de la mesita en dirección a la puerta principal de lado izquierdo. Al tomarlas regreso a mi lado y me abrazó y me susurro al oído. -Cuidate Laura, recuerda que mientras más solo es el lugar, más es la atracción.

Ella no es mi madre, sera esto un sueño?

Al terminar semejante comentario, abrió la puerta y con una gran sonrisa salió sin decir más cerrándola detrás de ella, mientras que yo quede a una distancia mínima de la puerta.
-Carajo, mi madre quiere nietos.

Después de unos minutos subí a mi recamara con unas cuantas cajas, las apile del lado derecho de la puerta y me senté en el piso que estaba cubierto por una alfombra gris suave, las paredes eran blancas que transmitían una tranquilidad y calidez justo al entrar a la habitación. Había una balcón con buen espacio al igual acogedor, por lo que decidí colocar mi cama de lado horizontal del lado derecho el balcón con una mesita de noche y del lado izquierdo un escritorio y el armario, enfrente un televisor. Pensé que no era mucho trabajo hasta que recordé que los muebles estaban empacados junto a las escaleras.

Al visualizar como quedaría mi habitación desempaque las cajas que hace un momento había puesto en la puerta, ya que era ropa. Las coloque en la cama y a la tercera blusa, escuche el timbre de la puerta principal. -Parece que la pesadilla a llegado, digo el vecino.

Al bajar las escaleras, sentía esa sensación de nervios junto con confusión, puesto que era la primera vez que lo vería. El primer día que llegamos a casa, la vecina Marta y su esposo Alfonso nos recibieron con unas galletas de avena que me encantaron.

Marta es una mujer de unos cuarenta y siete, cabello café liso, ojos marrón, su piel es clara con un poco de pecas y una estatura normal con un bonito físico pues tiene curvas es una señora cuidada y dedicada por lo que se ve.
Y el señor Alfonso, de unos cuarenta y nueve, cabello negro liso, ojos azules, piel clara, parece que se cuidan pues que más que su trabajo es importante ya que los dos son abogados.

Mencionaron que tenían un hijo llamado Matt Walden y un familiar puesto que por cosas de la vida perdió a su familia a su corta edad de cinco años por lo que ahora vive con ellos llamado Robert Jensen, aunque no es familia ya que sus padres con los Walden eran muy amigos, ellos decidieron acceder a la custodia de Robert puesto que sus padres había hecho un contrato, del cual establecía que si por cosas de la vida alguno de los dos muriere tanto la familia Walden como la familia Jensen, podría acceder a la custodia del niño.

En fin, Robert no se encontraba por cuestiones de salud de su abuela, tuvo que viajar a Londres para cuidar de ella y pasar tiempo con su verdadera familia, como tíos, tías etc.

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Continuará.

Todo Cambió, Matt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora